PGV - Edición 515 - Miércoles, 10, enero, 2024 - Muchos ciudadanos saben de esto y juzgan en todas partes pero ... - y más en nuestra pluriVERSIDAD
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Muchos ciudadanos saben de esto y juzgan en todas partes pero ...
Hugo Arias C. - IA-PGV-ChatGPT
Varios politólogos, teóricos y analistas coinciden en que un gobernante con moralidad se distingue por sus sólidos
principios éticos y su compromiso con hechos ciertos en procura del bienestar de la sociedad. Su carácter
se refleja en la integridad, la transparencia y la justicia que guían sus
acciones. La moralidad de un líder político impacta directamente en la
estabilidad y el progreso de una nación o territorio, generando confianza y respeto entre
los ciudadanos.
Son clave de buena gobernanza el ejemplo del gobernante en el uso óptimo de los recursos y bienes públicos y el fomento continuo de la generación del empleo pleno de los factores de la producción, privilegiando el pleno y dignificante empleo de la población en edad de trabajar.
En resumen, un gobernante con moralidad se caracteriza por la integridad, la justicia, la empatía, el compromiso con el desarrollo sostenible y la promoción de valores éticos. Estos elementos se entrelazan para crear un liderazgo que inspire confianza, respeto y prosperidad en la sociedad.
Las decisiones y acciones de un líder moral tienen un impacto duradero,
forjando un camino hacia un futuro más justo y equitativo.
Ahora encuentre Ud., si sus gobernantes, en uso de sus DEBERES y derechos, han fungido y fungen en las condiciones expuestas.
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El mundo según Pilger
Bajo el nombre seductor de “Agendas Ocultas”, John Pilger publicó en Londres a fines del siglo pasado un libro de setecientas páginas con observaciones, críticas y revelaciones, sobre la marcha del mundo.
Describió detalladamente las acciones combinadas de británicos y
estadounidenses para disponer de la isla Diego García, con la expulsión de sus
habitantes aborígenes y la posterior negación de su existencia, de manera que
el territorio insular sirviera de base para el bombardeo occidental a Irak,
entre otros propósitos destructivos.
Denunció la forma como los británicos se apoderaron de Malaya, con la
excusa de que los sultanes les habían pedido protección, cuando en realidad lo
que hicieron fue adueñarse de las plantaciones de caucho. También cuestionó la
empresa “civilizadora” de Kenia, con sus esfuerzos por suprimir “insurgentes
amorales”, y los campos de concentración de nativos, para ponerlos en orden
mediante métodos brutales.
Desveló la retórica teatral de la confrontación de Guerra Fría entre la
Unión Soviética y los Estados Unidos. “Descubrió” que las dos superpotencias
respetaban tanto el espacio de influencia de cada una, que apenas expresaban
delicadas sonrisas de simpatía hacia causas que fueran en contra de los
intereses de la otra, sin que estuvieran dispuestas a intervenir abiertamente
en ningún proceso que los afectara.
Con nombres propios, no dejó títere con cabeza. Describió las relaciones
ambivalentes de las potencias con ángeles que pasaron a ser demonios y
viceversa. También citó declaraciones escandalosas de “estrellas” de la
política y la diplomacia, de todas las orillas. Puso a circular nombres de
países que no eran conocidos y descubrió tragedias ocultas. En fin, armó un
catálogo de denuncias, denso en detalles y profundo en consideraciones
geográficas y políticas, como solo un extraordinario, hábil y acucioso reportero
puede hacerlo.
Si bien ese libro, de 1999, es un catálogo pormenorizado de todo tipo de
fenómenos más o menos ocultos, muestrario de la hipocresía de los poderosos y
de la habilidad de los más elegantes bandidos para describir sus hazañas y
“explicar” y justificar sus acciones, la tarea del controvertido periodista,
que acaba de fallecer octogenario, se extendió a lo largo de medio siglo y tuvo
todo tipo de manifestaciones, desde columnas en los principales diarios
londinenses hasta películas y documentales con tremenda carga de denuncia.
Así, a lo largo de medio siglo, fue destapando hechos y fenómenos que
nadie había descubierto o simplemente no se atrevía a hacer del conocimiento
público. Con lo cual se convirtió en vocero de causas hasta entonces ocultas,
además de sorprendentes, de gente desconocida y sin voz, al tiempo que se
convertía para muchos, desde políticos, gobernantes, oligarcas y diplomáticos,
hasta dictadores, en un personaje tan incómodo que llegó a ser objetivo
político de los poderosos occidentales y militar de los Khmer Rojos.
Estuvo en muchos lugares del mundo, con ese gesto del reportero que
lleva ojos por todas partes. Por eso conoció el terreno de sus múltiples
aventuras, desde Vietnam y Camboya hasta Sudáfrica, Timor y Birmania, por
referir solo algunos de sus destinos. Estaba presente en la misma sala en el
momento en que asesinaron a Robert Kennedy. Sus denuncias, además, no se
limitaron a los hechos de los protagonistas de decisiones desde gobiernos y
empresas, sino que también cuestionó a sus colegas de la prensa, de viva voz,
como cuando les achacó parte de la responsabilidad por no destapar las mentiras
de Bush y Blair cuando devastaron a Irak.
Para molestia de los altos mandos civiles y militares de los Estados
Unidos, difundió el fenómeno, ahora apenas explicable, de la falta de moral y
entusiasmo de las tropas estadounidenses en la guerra de Vietnam. También
denunció, e ilustró con imágenes de película conmovedoras, no solamente los
bombardeos de Camboya, sino los crímenes genocidas de Pol Pot.
Descubrió seres olvidados, afectados por la Talidomida, y mostró al
mundo imágenes de niños víctimas inocentes de decisiones políticas y militares.
Exploró el contenido y los efectos de las “sanciones” que terminan siempre por
perjudicar a los más débiles. Se asomó a los efectos nocivos de la
globalización. Y mantuvo viva la protesta por las cuentas por arreglar en el
Medio Oriente. Además, mantuvo entrevistas con disidentes de regímenes
comunistas de la Europa oriental.
Criticó la insuficiencia del esquema posterior a la abolición del
Apartheid en Sudáfrica, por el hecho de haberles dado poder político a los
negros, mientras en lo económico los mantenía confinados en su miseria. Con lo
cual se ganó la molestia de todas las partes.
Por supuesto fue durísimo crítico de la forma como en su Australia natal
han sido tratados históricamente los aborígenes. Cuestionó la hipocresía
occidental cuando respondió a los ataques terroristas del 9/11 con acciones
terroristas de su parte, bajo otro nombre, y con efectos devastadores que
quedaron en la impunidad.
Advirtió sobre el asalto que en uno y otro lugar se desarrolla contra la
democracia. Planteó interrogantes sobre la relación de Occidente con China
hacia las próximas décadas. Y naturalmente apoyó la empresa de destape de
Julian Assange a través de WikiLeaks.
La virtud, el problema, y también el pecado de John Pilger fue el de
haber emprendido la tarea de escudriñar temas controversiales, con gran
habilidad para descubrir y exponer ante el mundo tragedias humanas en un
contexto político, y hacer interpretaciones del mundo que no coincidían
con las del respectivo establecimiento.
Su independencia discursiva condujo a que resultara desde temprano
enfrentado, fuese al establecimiento australiano, el de su país natal, al
británico, su país adoptivo, o al gran “establecimiento mundial”, que en la
época de apogeo de su acción periodística estaba representado por las
interpretaciones del mundo predominantes en Washington o en Moscú.
Afrontar las reacciones de cualquier establecimiento, puesto a la
defensiva, no es tarea fácil. Máxime cuando cuenta con el apoyo, voluntario,
inocente u obligado, del conjunto de los medios de comunicación, cuya tarea, en
ocasiones inadvertida, es la de mantener vigentes las interpretaciones
dominantes.
Inserto en el corazón de la prensa británica, Pilger tuvo que aceptar en
una época que sus reportes de cualquier índole fuesen acompañados de la
salvedad de que se trataba, en cada caso, de una “visión personal, y no de un
reportaje objetivo”.
Es muy es posible que se haya equivocado en sus apreciaciones, pero es
imposible que se haya equivocado siempre. Además, no se inventó los hechos.
Sólo que presentó respecto de ellos una mirada que era la más difícil de
presentar, la que implicaba mayores problemas y, sobre todo, la que mejor
denunciaba y ponía de presente la doblez y las faltas no sólo de los encargados
de contar lo que pasaba, sino las de los protagonistas de los hechos.
Todo establecimiento tiene derecho a defenderse. Otra cosa es que lo
sepa hacer con honestidad, con seriedad, con seguridad, conforme a patrones que
lo hagan más respetable. Muy diferente es que quiera prevalecer a ultranza e
inventarse las razones que sea para justificar cualquiera de sus
comportamientos, y sobre todo de sus equivocaciones.
Frente a ello, la existencia de personajes como John Pilger resulta de
utilidad pública y de sanidad política. En medio de las polémicas que suscitó,
no todos lo consideraron un removedor de impurezas. A lo largo de su vida
siempre hubo quien reconociera su valentía personal y el valor argumentativo de
sus recuentos y sus denuncias. Por eso recibió numerosas distinciones y
reconocimientos, a los cuales nos sumamos, a sabiendas de que, como él mismo lo
aceptó, no pretendía abarcarlo todo, sino mostrar con fundamento documental e
imágenes incontrovertibles, una lectura de la realidad, desde abajo hacia
arriba.
categoría Internacional
(*) Exembajador de Colombia. Director y moderador del Observatorio de actualidad Internacional de la U. del Rosario. Exrector Universitario. Decano y docente titular en U. del Rosario. Analista y escritor sobre temas de Relaciones internacionales, gobernanza y geopolítica.
Fuentes: El autor y El
mundo según Pilger | Blogs El Espectador
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El «pene conceptual» o por qué la mediocre Claudine Gay llegó a presidenta de Harvard (*)
Fundada en 1636 como Harvard College y nombrada así por su primer benefactor, el clérigo puritano John Harvard, es la institución de educación superior más antigua de los Estados Unidos.Foto: iStock
Madrid - Lectura Creada:
Claudine
Gay, rectora de Harvard, dimitió tras ser interrogada en una comisión
parlamentaria sobre el antisemitismo en la Universidad. Ante la pregunta de si
la petición de un genocidio judío viola el código ético de Harvard,
Gay contestó que «depende del contexto». Esta barbaridad generó un escándalo.
Los conservadores estudiaron su obra y encontraron
plagio en su tesis doctoral y en varios de sus
trabajos. Finalmente, dimitió. Politóloga, pertenece a esa
casta universitaria forjada en el posmodernismo y en la teoría crítica,
empeñada en la reivindicación racial y de género. Su tarea no es la ciencia,
sino deconstruir lo existente para preparar el camino a la «transformación».
Por eso, cuando dijo «depende del contexto» se refería a que la
ética o el hecho contrastado y empírico solo son perspectivas
subjetivas, manejables según la interpretación de quien lo oiga o vea. Esta
negación de la verdad es el cinismo que está destruyendo nuestra cultura.
Steven
Pinker, psicólogo, demostró en «Racionalidad» (2021) que en la Universidad
prima el
sesgo ideológico más que la razón y la ciencia. Esto es
demoledor en Humanidades y Ciencias Sociales, donde funcionan los códigos de
tribu, la ideología militante y el empeño en una función social transformadora
que, a la postre, acaba opacando el sentido de la profesión y asfixiando la
investigación y el progreso cultural.
La
palabra clave en ese proceso de degradación es «posmodernismo», consistente en
deconstruir la historia, la ciencia y la razón porque se consideran
instrumentos de dominación. En su lugar se prioriza el desagravio a los
colectivos identitarios considerados oprimidos: mujeres, no blancos, LGTB, o
los que tienen alguna peculiaridad física, como la obesidad. El
propósito es la justicia social, de ahí que se presenten como
reivindicativos y condenen a los que no coinciden con su labor evangelizadora.
Su arma es el lenguaje, la creación de palabras nuevas y el destierro de otras
consideradas «opresoras». Esto pasa por destruir los valores clásicos, la
educación tradicional, las costumbres, la cultura, y la exclusión de
quienes no comulgan con el posmodernismo. A esto lo llaman «progresista».
Retórica de la farsa
Esa
mentalidad surgió hace décadas y tuvo una vuelta de tuerca a principios del
siglo XXI, cuando pasó de la Universidad al activismo callejero y la política.
Lo que ha llevado a la imposición de obligaciones morales en la investigación,
como, por ejemplo, la perspectiva de género aunque no venga al caso, o la
priorización en el estudio de los «oprimidos» por razón de su sexo, raza, clase
y demás, sobre todo, si hay interseccionalidad, es decir, la
combinación de varias «opresiones». Cualquiera que esté en la Universidad
sabe de qué estoy hablando. Helen Pluckrose y James Lindsay analizan este
fenómeno en «Teorías cínicas» (Alianza) con el subtítulo: «Cómo el activismo
académico hizo que todo girara en torno a la raza, el género y la identidad, y
por qué esto nos perjudica a todos» .
Los
dos autores comenzaron su andadura con un artículo titulado «El pene
conceptual como constructo social», publicado por la revista científica «Cogent
Social Sciences» en 2017. El texto era una parodia pero pasó el
examen. Los autores decían que el pene no es biológico, sino un artefacto
cultural para el dominio patriarcal y la opresión de las mujeres. En su tesis
no había fundamentación científica, sino retórica posmoderna. El artículo dejó
en ridículo al mundo académico porque demostró que no importaba la ciencia,
sino el discurso político. Ahora ambos autores han dado un paso más y han
catalogado la farsa en lo que llaman «teorías cínicas».
Lindsay
y Pluckrose señalan los cuatro temas del posmodernismo universitario, que bebe
de filósofos del XX como Derrida y Foucault: el borrado de límites (cualquiera
puede sentirse mujer, por ejemplo), el poder creador del lenguaje (la neolengua
orwelliana), el relativismo cultural (es lo mismo la Sinfónica de
Londres que un tío con un bongo) y la negación del individuo en
beneficio de los colectivos identitarios oprimidos y victimizados. A partir de
aquí, analizan cuatro teorías cínicas que vamos a ilustrar con ejemplos.
La
poscolonialista se basa en rebajar la importancia de la civilización occidental
haciéndola culpable de la situación del resto del mundo. De hecho, los
posmodernos dicen que la alfabetización o la medicina tradicional fueron
herramientas imperialistas. Un ejemplo de esta tendencia es Urtasun, ministro
de Cultura, que anunció el pasado 30 de diciembre acciones contra la «cultura
colonial» en España por su presencia en América y África.
Luego
está la teoría queer, que se fundamenta en decir que el sexo biológico es un
constructo sociocultural para la opresión y que el género son las normas
obligadas para esa dominación. Hablan así de «falocentrismo» en una sociedad
construida para «el macho» y de la necesidad de borrar las categorías de hombre
y mujer, como ha hecho en España el Ministerio de Igualdad. Esto es insultante
para los que se sienten según su biología porque se les priva de identidad,
dicen Lindsay y Pluckrose, o para los que no hacen de su sexualidad un problema
político. El asunto va más allá: la Asociación Estadounidense de Psicología
considera la «masculinidad tradicional» como una enfermedad mental.
La
teoría crítica de las razas, la de Claudine Gay, se basa en exaltar a
las no blancas como forma de desmontar el «patriarcado blanco heteronormativo». Su
cultura y su historia son mejores que «la blanca», y si no han sobresalido más
ha sido por la opresión racial. ¿Cómo se demuestra que uno no es racista? Pues
nombrando rectora de Harvard a una mujer negra posmodernista sin verificar su
currículum, como Claudine Gay. Por cierto, Gay se victimizó al decir que la
criticaban no por plagiar y relativizar la petición de un genocidio judío, sino
por ser negra y mujer.
Lo
mismo pasa con la gordura, defendida como contraposición a la opresión
«fascista» del cuerpo perfecto. Esta teoría es proclive a la interseccionalidad
con la discriminación de las mujeres. Es el llamado «feminismo gordo». Un
ejemplo es Ángela Rodríguez, ex secretaria de Estado de Igualdad, que asegura
que se la discrimina por «feminista, gorda y bisexual», y que dice que «a las
gordas también nos violan».
En suma, el
magnífico libro de Lindsay y Pluckrose observa que el problema está en que esa
Universidad está creando una élite escéptica con la ciencia y la razón,
obsesionada con la identidad, que ve dinámicas de poder opresivas por doquier,
que politiza la vida privada y que aplica la ética de forma desigual, según el
colectivo afectado. Por eso, esos estudiantes de Harvard pidieron el genocidio
judío y Claudine Gay no lo condenó.
Los siete secretos para llegar a la vejez sanos, según la medicina
10/enero/2024 – 8:00 a.m.
Pensar en la salud del futuro es
la mejor inversión que uno puede hacer. Las siete claves para la longevidad, compartidas en un artículo de The
New York Times, demuestran que casi todo depende de uno, si quiere estar
sano a los 80, 90 o incluso 100 años.
De acuerdo con la publicación
reciente, el director científico del Instituto Nacional del Envejecimiento de
Estados Unidos, Luigi Ferrucci, manifestó: "Las personas buscan la
píldora mágica y esta ya existe".
De allí se desprenden las siete
recomendaciones para llegar a ser adultos mayores sanos y felices.
1- Moverse más: el ejercicio es ideal para reducir el riesgo de las muertes prematuras, además de que cuida al corazón y fortalece los músculos para evitar caías en adultos mayores.
2- Comer más frutas y
verduras: ingerir productos frescos y tener un régimen variado es lo ideal.
Si bien los expertos no recomiendan ninguna dieta en
específico, sí es muy recomendable la mediterránea.
3- Dormir lo suficiente:
según aseguró una profesora de medicina y jefa de geriatría, gerontología y
cuidados paliativos de la Universidad de California, Alison Moore, las
personas necesitan dormir más a medida que envejecen.
Archivo Portafolio.co© Proporcionado por
Portafolio
4- No fumar ni tomar
demasiado alcohol: el tabaco es completamente perjudicial para
la salud y, en cuanto al consumo al alcohol, no se recomiendan más de
una copa por día en el caso de las mujeres y más de dos en el de los
hombres.
5- Atender las dolencias
crónicas: hay que seguir los consejos del médico incluso
con los problemas más pequeños. Hacer visitas cada vez que sentimos alguna
alarma en la salud puede ayudar a cuidar el cuerpo.
6- Darle prioridad a las relaciones sociales: los vínculos son muy importantes para combatir la soledad y el aislamiento, que según los expertos son tan malos como el tabaco y el alcohol.
7- Mantener una mente
positiva: las personas optimistas tienden a mantener algunos de los
hábitos mencionados anteriormente más incorporados, como el de hacer
ejercicio.
PORTAFOLIO
Fuente: Los siete secretos para llegar a la vejez sanos, según la medicina (msn.com)
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Descubren grandes cuerpos orgánicos moviéndose en los océanos de Titán
Historia de Jesús Díaz • 8/enero/2024
Cuando Cassini sobrevoló Titán en
2013 observó unas formas que brillaban en los océanos de hidrocarburos de la
luna de Saturno que no estaban ahí en órbitas anteriores. Los astrónomos las
llamaron “islas mágicas” porque no podían explicar cómo habían
aparecido de la nada. En la siguiente órbita, la nave de la NASA detectó
nuevas islas y otras desaparecieron. Un estudio planteó poco después que
podrían tratarse de burbujas de metano pero, ahora, un equipo internacional de
científicos afirma que en realidad son cuerpos orgánicos que flotan y
se sumergen.
Las "islas
mágicas" de Titán son fenómenos
transitorios y brillantes en los lagos de Titán, visibles en las imágenes de
radar. Esta nueva investigación liderada por
Xinting Yu —profesor asistente en el Departamento de Física y
Astronomía de la Universidad de Texas San Antonio— ha revelado que estas
podrían ser grandes trozos de panales de abeja hechos de hidrocarburos
radicalmente diferentes de las teorías anteriores. "Las 'islas mágicas' de
Titán probablemente sean fragmentos flotantes de sólidos orgánicos porosos y
congelados", explica Yu.
El nuevo material mágico: tan
resistente como el grafeno y 10 veces más fuerte que el Kevlar
Cómo se forman las isla mágicas
La atmósfera de Titán es rica en
metano (CH4) y nitrógeno (N2). Reacciones fotoquímicas provocadas por la luz
solar transforman estos gases en compuestos orgánicos complejos. Según el estudio publicado en el diario
científico Geophysical Research Letters, estos compuestos
forman masas de líquidos, hielo o cuerpos porosas que
finalmente se depositan en la superficie de la luna saturnina. Los sólidos
porosos descienden lentamente por el denso aire de Titán al ser más pesados que
la atmósfera.
Para explicar el fenómeno
de las islas mágicas, el equipo de investigación de Yu investigó qué pasaría
cuando estos sólidos cayesen sobre los lagos de hidrocarburos de Titán. Su
teoría es que los sólidos orgánicos simples —como los nitrilos, los hidrocarburos
con triple enlace y el benceno— tienen porosidad suficiente para flotar: de 25%
a 60%.
Las islas mágicas de Titán captadas por Cassini.
(NASA)© Proporcionado por El Confidencial
Las islas mágicas de Titán captadas por Cassini.
(NASA)
Otro de los aspectos clave del
estudio explica cómo desaparecen estos cuerpos orgánicos. El
equipo descubrió que, dado que los lagos ya están saturados con partículas
orgánicas, los sólidos no se disolverían rápidamente al entrar en contacto con
el líquido.
Cuestión de porosidad
Su modelo demuestra "la mayoría de los sólidos congelados
eran demasiado densos y la tensión superficial demasiado baja para crear las
islas mágicas de Titán a menos que los grumos fueran porosos",
indican los investigadores. Si los grumos helados eran lo suficientemente
grandes y tenían la proporción adecuada de huecos y tubos estrechos, la isla
flotaría hasta que el metano líquido invadiera esos espacios, provocando su
hundimiento poco a poco.
El
estudio también proporciona una posible explicación para la notable suavidad de
los lagos y mares de Titán. Además de estos sólidos flotantes que podrían ser
responsables de las "islas mágicas", otras partículas más finas
pueden estar cubriendo estos océanos como aerosoles, explicando la
superficie excepcionalmente
lisa de los mares y lagos de esta misteriosa luna.
Dragonfly
tendrá la respuesta definitiva
La
misión está programada para lanzarse en julio de 2028. Esta misión
extraordinaria —que forma parte del Programa New Frontiers de la NASA— busca
explorar Titán con un gran dron. diseñada para aprovechar la densa atmósfera y
baja gravedad de Titán, que es tan densa que un humano equipado con alas
impulsadas por sus brazos podría volar
y planear entre las nubes sin esfuerzo.
El
objetivo principal de Dragonfly es explorar diversas ubicaciones en Titán,
recogiendo materiales y determinando la composición de la superficie en
diferentes entornos geológicos para comprobar habitabilidad de este entorno e
investigar hasta qué punto ha progresado la química prebiótica. De hecho,
la gran esperanza de los científicos es encontrar firmas químicas que indiquen la existencia de vida.
El Dragonfly llegará a Titán a mediados de 2030
(NASA/Cornell)© Proporcionado por El Confidencial
El Dragonfly llegará a Titán a mediados de 2030
(NASA/Cornell)
Motor nuclear
Según la NASA, Dragonfly puede
cubrir decenas de kilómetros en menos de una hora, cubriendo una distancia
mucho mayor que la de cualquier rover marciano. Los diseñadores de la misión
esperan que, cada día completo de Titán, la nave viaje desde su sitio de
aterrizaje inicial para cubrir áreas a varios cientos de kilómetros de
distancia en una misión que inicialmente durará dos años. Sin embargo,
Dragonfly pasará la mayor parte del tiempo posada en la
superficie de Titán realizando mediciones científicas.
Como no puede usar energía solar
al estar tan lejos del Sol y bajo la bruma de Titán, Dragonfly utilizará un
motor nuclear, un Generador Termoeléctrico de Radioisótopos Multi-Misión
(MMRTG) similar al que usa el rover Curiosity en Marte. Las operaciones de
vuelo, transmisión de datos y la mayoría de las operaciones científicas se
realizarán durante las horas de día en Titán —ocho días
terrestres— lo que le dará a la nave otros ocho días para recargar sus baterías
para la siguiente manga de la misión.
Fuente: El Confidencial - Descubren
grandes cuerpos orgánicos moviéndose en los océanos de Titán (msn.com)
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Convivencia global dignificante para 2004 y años siguientes !
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