LA EFICACIA DE LA MISIÓN DE LAS UNIVERSIDADES Por Hugo Arias Castellanos
¿Cuál es la eficacia de la misión de las Universidades ?
Es oportuno y pertinente reflexionar sobre la eficacia de la misión institucional de nuestras universidades. Esa misión institucional, en la vida real, es una sola para todas, y podría sintetizarse cualitativamente como “la formación integral de los seres humanos que tienen acceso a las universidades”.
Se han elaborado y publicado, con variadas intenciones, tratados sobre lo que es universidad, educación, formación, información, integralidad y ser humano; y sobre muchas otras categorías superiores a las cuales tienen o deben tener acceso equitativo los integrantes de una comunidad o sociedad para crear, recrear y gestionar la sobrevivencia equilibrada de ésta.
También se
ha escrito constantemente sobre qué es una sociedad y qué es un Estado; y sobre la historia, prácticas
culturales y características multidimensionales en lo económico y social, que
han construido el tipo de sociedad que hoy
tenemos. También alguien se ha lanzado a plantear, según su parecer,
coyuntura y/o conveniencia, cuál es el tipo de "sociedad que queremos”.
Sin embargo y, al parecer, casi nadie se ha detenido, según las actuales percepciones, a expresar públicamente sobre cuál es el tipo de sociedad que necesitamos y sobre quiénes tienen la responsabilidad ineludible de planificarla y de gestionarla muy seriamente, dada la importancia y trascendencia que esto debiera implicar.
El esfuerzo
investigativo y documental realizado por científicos y estudiosos sobre
estos temas, está escrito y guardado en
las bibliotecas públicas y privadas, en las redes sociales y “en la cabeza” de algunos
o quizás de muchos.
Las estadísticas analíticas juiciosamente clasificadas, sobre la frecuencia unitaria de consulta ( que tiende a ser cero), dan cuenta de la dinámica del uso teórico de esa abundante y útil información, en los diversos programas académicos y, muy especialmente, en el ejercicio de las profesiones respectivas.
Poco interés se percibe, en las instancias académicas, organizaciones profesionales y en los entes de control político, por gestionar con rigor y convicción ese conocimiento para que todo pensante se favorezca, de manera sistemática de él; y, por tanto se favorezca siempre la sociedad de la cual toda persona hace parte obligatoria.
Se sigue percibiendo que en nuestras universidades existe una “bomba casi ilimitada de información” que es utilizada o subutilizada, por costumbre y conveniencia circunstancial, de manera repetitiva y acomodada a coyunturas para dar cumplimiento al uso de tiempos oficialmente establecidos.
En la vida
real de nuestras universidades no se ha medido rigurosamente la eficacia (efectos e impactos económicos y sociales) de la
misión institucional, en especial como resultado tangible en la calidad de vida
de las comunidades. Los ministros de educación y los gestores de las políticas públicas correspondientes tampoco lo han hecho ni lo han propuesto para el tan conflictivo pero poco gestionado "Sitema educativo" (relaciones y correlaciones y resultados coordinados entre los niveles de primaria, secundaria y superior). Las dificultades coyunturales y las visiones circunstanciales y subjetivas han impedido la prospección estructural del "sistema".
Las llamadas
evaluaciones académicas internas no son las adecuadas ni suficientes para comprobar que la misión
universitaria es exitosa o que no lo es.
La pomposa, fugaz, discutible y tan temida acreditación, efectuada por actores de ocasión y externos a las universidades, no se aproxima a comprobar los resultados económicos y sociales concretos de la misión de las universidades que son objeto de su inspección y valoración.
No se evidencia, ni parece interesar a casi nadie, la autoevaluación sistemática organizada, franca y profundamente analítica de los egresados en conjunto. Ésta, debiera ser herramienta específica e idónea de medida de la eficacia de la misión institucional de las universidades y de la correspondiente retroalimentación en todo el proceso educativo. Al respecto, no ha habido el necesario y debido interés del sistema educativo en Colombia, ni aún del conjunto organizado y vinculante de los propios egresados de las universidades.
Tarea
concreta y altamente responsable ha de
cumplirse en este aspecto
determinante, por la relación directa, ineludible y
muy responsable de las universidades, en el proceso de la definición del tipo de
Sociedad que necesitamos, y en la construcción rigurosa del modelo educativo, formativo
e informativo que bien se corresponda.
TAREA: pregunten a los directivos, docentes y dirigentes ¿cuál es la misión institucional de su universidad, y con cuánta convicción y eficacia la gestionan? Es posible que se lleven sorpresas.
Excelente articulo
ResponderBorrarMuchas gracias por el artículo, excelente.
BorrarSi. Estimado Colega y amigo Dr. Hugo Arias. Estamos de acuerdo en que la Universida define el 60% de la sociedad y la experiencia profesional forja el 40% restante.
ResponderBorrarMuy importante su escrito relacionado con la misión de la educación.Pienso que existe y seguirá existiendo el divorcio de la misión del estado colombiano con el educativo,por cuánto el modelo económico del país no es congruente con la visión y misión del sector educativo,en sus diferentes etapas,así se realicen las diversas investigaciones al respecto ,y las traten desarrollarlas en los niveles universitarios,secundarios y primarios por cuánto el modelo económico del país,no coincide con el educativo,en las políticas gubernamentales.
BorrarMuy importante lo que escribe el dr Hugo Arias con respecto a la misión.Creo yo que el divorcio de las investigaciones científicas con respecto al tema de la misión de la educación en todos los niveles primario,secundario y universitario van en Contravía con la misión del estado y sus gobiernos con las políticas de su modelo económico,que hacen imposible la eficacia y la eficiencia del desarrollo integral del país.
ResponderBorrarSaludos Hugo .Arnaldo García.
ResponderBorrarApreciado ING. Hugo Arias, permítame solicitarle su concepto, respecto de la situación de los egresados del programa de Ingeniería en Transporte y Vías de la UPTC, que después de más de 50 años de egresados todavía, todavía nos desconocen en muchas entidades del sector público y privado y obligan a algunos a validar o estudiar ingeniería Civil, por ser la más solicitada, espevialmentedespecialmente, dentro de la ejecución de proyectos de infraestructura de transporte. Es una queja permanente, ese desconocimiento, a pesar de provenir de una Universidad pública , acreditada y reconocida mundialmente.
BorrarGracias por preguntarme. Doy traslado de tan impoirtante pregunta al Consejo de la Facultad de Ingeniería de la UPTC y a las Juntas Directivas de ACIT y del Consejo Profesional correpondiente.
BorrarAtentamente,
Hugo Arias C.
Muy interesante
ResponderBorrarBuen artículo Hugo. Refrenda la importancia de las universidades en el desarrollo del país, aunque lamentablemente tenemos muchas de esas llamadas "universidades de garaje" más interesadas en el lucro que en la calidad de la enseñanza, la investigación y el saber. Un saludo.
ResponderBorrarExcelente artículo Ingeniero Arias gran reflexión.
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