PGV - Edición 513 - miércoles 3, enero, 2024 - ¿La celebración mundial del Año Nuevo es señal idónea de convivencia global dignificante? - y más temas en nuestra PluriVERSIDAD
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¿La celebración mundial del Año Nuevo es señal idónea de convivencia global dignificante?
Hugo Arias - IA-PGV-ChatPGT
Los problemas que en la era moderna padece la humanidad son crecientes, cada vez más caóticos y menos atendidos debidamente por los gobiernos de turno, varios de los cuales, al parecer, se interesan por generar poblemas más que soluciones. La explosión demográfica en paises pobres e inviables social, política o economicamente, la migración masiva de gentes que sufren situación estructural de necesidades básicas insatisfechas o de inseguridad colectiva creciente, la carencia de políticas públicas que promuevan y gestionen empleo productivo y creciente para toda la población en edad de trabajar, la incapacidad estatal para asegurar educación coherente con habilidades individuales y necesidades sociales, la casi nula actividad pública que genere cultura ciudadana y compromisos colectivos, la falta de compromiso social de los "monopolios" en el ejercicio del poder público, en el uso de los recursos públicos y en el capital social, las guerras que se multiplican por el uso, abuso y dominio de la explotación de los recursos naturales y de los mercados, los problemas generadores del cambio climático; y tantos otros factores presentan un cuadro de debilidades y amenazas muy graves en contra de la convivencia global dignificante como factor de bienestar colectivo en la Tierra y de supervivencia de la fauna humana.
Hoy más que nunca se necesita que la especie humana sea capaz de encontrar y practicar la manera mas eficaz y sostenida para convivir dignamente. Hay señales inequívocas de que esto es viable. La educación para cooperar y no para competir entre humanos debiera ser tarea de todos los Estados (gobiernos + sociedad) culquiera sea la ideología inspiradora de la búsqueda obligatoria y sin tregua del bienestar general de los pueblos como objetivo que justifica que haya organización social con gobiernos funcionales y gobernantes cumplidores estrictos de obligaciones sociales.
La celebración del Año Nuevo, de manera global, debe considerarse colectivamente como una señal clara, probada e inequívoca para la convivencia global dignificante.
Aunque las tradiciones y festividades varían ampliamente, el hecho de que comunidades de todo el mundo compartan el reconocimiento y la celebración de la transición de un año a otro destaca la conexión humana y la aspiración compartida hacia un futuro mejor.
En primer lugar, la celebración del Año Nuevo simboliza la unidad en la diversidad cultural. Aunque las costumbres pueden diferir según la región o la religión, la esencia de celebrar el paso del tiempo es una experiencia compartida que trasciende fronteras. Este acto colectivo de mirar hacia el futuro y dejar atrás el pasado crea un sentido de pertenencia global, donde las personas pueden identificarse con la esperanza y la renovación sin importar su origen cultural.
Además, la llegada del Año Nuevo es una oportunidad idonea para reflexionar sobre la humanidad compartida y los valores universales. Muchas celebraciones incluyen rituales que promueven la introspección y el establecimiento de metas para el futuro. Este enfoque común en la mejora personal y colectiva refuerza la idea de que, a pesar de nuestras diferencias, todos compartimos aspiraciones similares de crecimiento integral, felicidad y éxito.
La convivencia global dignificante se refleja también en la interconexión de las celebraciones. En la era moderna, la tecnología y los medios de comunicación permiten que personas de diferentes partes del mundo compartan sus experiencias festivas de manera instantánea. Las imágenes de fuegos artificiales en diferentes ciudades, celebraciones en distintos husos horarios y mensajes de buenos deseos se difunden globalmente, creando un sentido de comunidad que trasciende las fronteras geográficas.
Es fundamental destacar que la celebración del Año Nuevo a menudo involucra valores determinantes de convivencia dignificante como la esperanza, la paz y la solidaridad. Independientemente de las creencias individuales, las personas tienden a abrazar estos valores durante las festividades. Esta convergencia en torno a principios compartidos contribuye a un ambiente de respeto mutuo y promueve la convivencia en un espíritu de dignidad global.
En términos de impacto económico, las celebraciones del Año Nuevo a menudo generan oportunidades de empleo y fomentan el turismo. Eventos festivos, decoraciones y productos asociados a las celebraciones del Año Nuevo impulsan la economía local y global, creando un efecto positivo en la prosperidad compartida. Este aspecto económico contribuye a la creación de lazos entre comunidades y naciones, fortaleciendo así la convivencia en una escala más amplia.
Es relevante observar cómo las resoluciones de Año Nuevo, comunes en muchas culturas, promueven la autorreflexión y el compromiso con cambios positivos. Este énfasis en el automejoramiento y la contribución positiva a la sociedad refuerza la noción de que la celebración del Año Nuevo no solo es un evento festivo, sino también una oportunidad para impulsar el progreso y la dignidad a nivel global.
En conclusión, la celebración del Año Nuevo se presenta como una señal clara para la convivencia global dignificante. A través de la unidad en la diversidad, la reflexión compartida y la celebración interconectada, esta festividad destaca la capacidad de la humanidad para encontrar valores comunes y construir puentes de comprensión. La esperanza, la paz y la solidaridad que acompañan a estas celebraciones contribuyen a la construcción de un mundo donde la dignidad humana es reconocida y celebrada en todas sus expresiones- La convivencia dignificante debería ser la tarea máxima de los gobiernos para avanzar sostenidamente hacia el logro del bienestar cierto de sus pueblos y del conjunto de estos. "La vida no es competición es cooperación".
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Un presidente
transformador
Cercano a cumplir cien años de vida, Jacques Delors
murió cuando finalizaba el año 2023, dejando ostensible huella en la
construcción de la Europa comunitaria. Desde todos los ángulos de apreciación
de la vida contemporánea salieron comentarios sobre su talento político, su
capacidad visionaria, y su habilidad para adelantar confrontaciones
conceptuales con la mayor altura, en busca de una institucionalidad que viniera
a consolidar la paz en un continente de profunda, reiterada e inigualada
tradición de violencia.
Nacido en París, recién cerrado el capítulo de la
Primera Guerra Mundial, Delors, como presidente de la Comisión Europea entre
1985 y 1995, tuvo que afrontar los desafíos del colapso de la Unión Soviética y
el fin de la Guerra Fría. Fue entonces cuando se dedicó al propósito de
organizar una Europa con peso suficiente en el mundo, para emprender el nuevo
milenio con personalidad propia frente a potencias, existentes y nacientes, que
han de jugar un papel relevante en un siglo que se anuncia como el más acelerado
de los que hasta ahora se han vivido.
En lo económico, los conceptos esenciales del proyecto
de Delors fueron el mercado único europeo de capitales, bienes servicios y
trabajo, y la unión económica y monetaria. Apuestas para cuyo logro se valió de
su experiencia en el Banco de Francia, en el Comité de Planificación Estatal,
en el Parlamento Europeo y en la orientación de los aspectos financieros del
“Proyecto Socialista para los años 80” de François Mitterrand, de quien fue
ministro al inicio de su primer mandato.
Lejos de lo que muchos esperaban de un exministro
socialista francés a la cabeza del ejecutivo europeo, Delors adoptó una fórmula
pragmática de cooperación con los empresarios y con los trabajadores, sobre la
base del equilibrio fiscal, sin afectar la liberalización del mercado, al
tiempo que buscaba la protección de los derechos de los trabajadores y del
bienestar social. Para tales efectos obró, como lo dijo, basado en tres
parámetros: “la competencia estimulante, la cooperación que fortalece y la solidaridad
que debe unir a todos los actores”.
Desde el punto de vista político, cuando se requería de
un liderazgo visionario, impulsó el crecimiento de la comunidad europea, que
pasó de 10 a 15 miembros, y abrió paso para el ensanche que presenta hoy un
grupo de 27 estados, que a pesar de sus complejidades tiene peso específico en
el contexto contemporáneo. Movimiento de enorme importancia geopolítica que, de
paso, en forma acertada para unos y equivocada para otros, dejó a Rusia por
fuera de su sueño dorado de una “Eurasia” que tuviese en Moscú uno de sus
epicentros.
La trayectoria de Delors como transformador de una
Europa unida, bajo instituciones comunes, no dejó de encontrar obstáculos. Sus
primeros oponentes fueron los líderes de diferentes bancos centrales de los
países miembros. También lo fue Margaret Thatcher, celosa de la autonomía
neoliberal de la Gran Bretaña, que veía al estadista francés como peligroso
agitador de izquierda. A ello contribuyó el hecho de que éste último se hubiera
dirigido al Congreso de Sindicatos Británicos, esencia del Partido Laborista,
en apoyo de los derechos de los trabajadores, el fortalecimiento de su
capacidad de negociación y la representación en los consejos de administración
de las empresas.
La toma de decisiones día a día y el esbozo de una
ambiciosa unión política, a manera de federación europea, llevaron a muchos a
ver a Delors como intruso, desde el poder de Bruselas, en asuntos internos de
los estados miembros de la Unión. Los sectores más conservadores y
nacionalistas, ya desde entonces miraban con recelo cualquier movimiento o
propuesta que afectase lo que consideraban fueros inalienables de los países, y
sobre todo de regiones con tradición de autonomía que no estaban dispuestos a ver
desdibujada.
El tratado de Maastricht, que no dejó satisfecho a todo
el mundo, incluido Delors, fue el mejor ejemplo de una transacción sobre lo
posible. Si bien no vino a cumplir las ideas de los maximalistas en favor o en
contra de la Europa política y económicamente consolidada, caspaz de actuar
ante el resto del mundo con suficiencia, fue plataforma sólida de cooperación
entre naciones que se la habían pasado toda la vida dedicados a hacerse la
guerra.
Gracias a la obra de Delors, sintetizada en la
consolidación económica y política de la Europa comunitaria, fue posible no
solo efectuar rescates financieros de algunos países y sobrevivir exitosamente
al Brexit, sino plantar cara a Rusia ante sus pretensiones de controvertir ese
proceso europeo que le quitó en pocos años la influencia que tenía desde que
Stalin se apoderó de ese cojín de protección que iba desde el Báltico hasta los
Balcanes. También se consolidó una Unión “bien perfilada” para la lucha contra
el cambio climático, aunque siga pendiente el manejo adecuado de las
migraciones.
Décadas después de su retiro, la Europa comunitaria
lleva todavía el sello que Delors le pudo imprimir. Su siguiente paso parecía
ser la presidencia de Francia, pero el astuto estadista comprendió que “no
había ambiente” para esa aventura, luego de los 14 años de Mitterrand. Quedó la
incógnita de lo que habría podido ser Delors como presidente socialista, con su
condición de católico militante y esa forma de conciliar las ambiciones
arrolladoras del capitalismo con la protección de los trabajadores.
Como el poder no se ejerce necesaria ni exclusivamente
desde la presidencia, creó “Notre Europe”, hoy Instituto Jacques Delors, grupo
de estudios dedicado al refinamiento de la atención de necesidades sociales de
orden político y económico, y la promoción de los ideales de la Europa
comunitaria.
Respetado por propios y extraños, consultado y
escuchado, Jacques Delors pasa a la historia como estadista de las mejores
credenciales. Más allá de Jean Monet, Robert Schuman, Walter Hallstein y muchos
otros, Delors no fue solamente un pensador, sino un gestor sin pausa y un
realizador. Verdadero estratega que podía tomar decisiones y adelantar
exitosamente proyectos de gran envergadura, sin dejar de hablar con inspiración
y buen humor sobre las cosas más difíciles, no para dividir sino para unir.
Como lo hacen solamente los verdaderos transformadores.
Categoría Internacional
(*) Exembajador de Colombia. Director y moderador del Observatorio de actualidad Internacional de la U. del Rosario. Exrector Universitario. Decano y docente titular en U. del Rosario. Analista y escritor sobre temas de Relaciones internacionales, gobernanza y geopolítica.
Fuentes: El autor y https://blogs.elespectador.com
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ANLA otorgó dos
licencias ambientales a proyectos de energía renovable en La Guajira
Historia de Redacción Medio Ambiente • 2/enero/2924
La entidad encargada de
entregar licencias ambientales en el país viabilizó el parque eólico Trujillo y
una línea de conexión de más de 30 kilómetros para conectar varios proyectos de
energías renovables en la Alta Guajira. En el departamento, la ANLA ha
viabilizado seis proyectos eólicos, uno fotovoltaico y dos líneas de
transmisión.
Con este proyecto, la ANLA indico
que durante 2023 otorgó 17 licencias ambientales relacionadas con proyectos
energía renovables, las cuales serán monitoreadas durante su construcción y
operación en el país.© Cortesía Presidencia de la República
La Autoridad
Nacional de Licencias Ambientales (ANLA) viabilizó dos proyectos de
energías renovables en el departamento de La Guajira. Se trata del parque
eólico Trujillo y una línea de transmisión de energía de 34,4 kilómetros de
largo que conectará varios puntos de generación de energía renovable en el
municipio Uribia.
“Con esta viabilidad,
llevamos 17 licencias ambientales aprobadas para proyectos de Fuentes No
Convencionales de Energías Renovable (FNCER). De esta manera contribuimos el
fortalecimiento y diversificación de la matriz energética nacional, aportando
al cumplimiento de la meta del Gobierno Nacional. Así mismo, establecemos un
referente muy importante en el departamento de La Guajira, donde actualmente se
han viabilizado seis proyectos eólicos, uno fotovoltaico y dos líneas de
transmisión”, afirmó Rodrigo Negrete Montes, director de la ANLA.
Para el caso del parque
Trujillo se instalarán y operarán 26 aerogeneradores con una potencia de 3 a 5 megavarios (MW)
cada uno y una subestación eléctrica con instalación de apoyo. El parque contará en total con una capacidad de
generación de 100 MW (para ponerlo en perspectiva, la capacidad instalada de
generación de la Hidroituango es de 2400 MW).
Por otra parte, se autorizó la construcción de 24 kilómetros de
vías nuevas, 10 ocupaciones de cauce, así como plataformas temporales y
permanentes para la operación de las turbinas.
Vale
recordar que inicialmente este proyecto había sido radicado ante la ANLA en
2022, no obstante, este fue retirado poco después por Eólica La Vela, la
empresa solicitante, por deficiencias en el Estudio de Impacto
Ambiental (EIA). Este último fue presentado de nuevo en junio de 2023, y
tras seis meses de análisis por parte de la autoridad ambiental, se dio la luz
verde al proyecto que estará conectado con el Sistema Interconectado
Nacional (SIN).
Según
la entidad, dentro de la aérea de influencia en la que habitan 14
comunidades Wayúu se surtió un proceso de Consulta Previa por parte
del Ministerio del Interior que permitió viabilizar el proyecto. Además,
la empresa solicitante presentó un plan de compensación del componente biótico
que comprende 353 hectáreas.
“Dentro
de la infraestructura se plantea, adicionalmente, la construcción de obras
provisionales y permanentes, tales como un campamento central,
instalaciones de casa de mando y operación de los parques eólicos ubicados en
la zona de la Subestación, Casa Eléctrica, caminos de acceso nuevos y
existentes, entre otros”, explico la ANLA.
En
este sector también se adelantó un proceso por parte de la Dirección de
Consulta Previa (DANCP) del Mininterior con el objetivo de que las 51
comunidades en el área de influencia conocieran el proyecto y se vean
beneficiadas por el mismo.
Fuente: https://www.msn.com/es-co/noticias/nacional/anla-otorg%C3%B3-dos-licencias-ambientales-a-proyectos-de-energ%C3%ADa-renovable-en-la-guajira/ar-AA1mmAka?cvid=7c72e822a3744aff8f5544e7a5202e2e&e
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El debate: el
corazón de la ciencia
La controversia es un auténtico motor del progreso científico y el mejor
acicate para obtener nuevos conocimientos.
Publicado por
Creado:02.01.2024 | 10:00
Actualizado:02.01.2024 | 10:00
Puesto que el método científico busca, incansablemente, la
verificación de las hipótesis y de las teorías mediante la observación y la
experimentación sistemáticas, no es de extrañar que el debate esté en el
corazón de la Ciencia. No hay duda de que la controversia es un
auténtico motor del progreso científico y el mejor acicate para
obtener nuevos conocimientos, de hecho, ha tenido un peso fundamental en el
desarrollo del método científico a lo largo de la historia.
La
controversia es el auténtico motor del progreso científico
La teoría heliocéntrica enunciada por Nicolás Copérnico (1473-1543)
fue una de las primeras de estas batallas científicas. El astrónomo
polaco-prusiano formuló la teoría heliocéntrica del sistema solar, concebida en
primera instancia por Aristarco de Samos. Su libro De
revolutionibus orbium coelestium (Sobre
las revoluciones de las esferas celestes), publicado póstumamente en 1543,
es considerado como el punto inicial de la astronomía moderna, además de ser
una pieza clave en lo que en el Renacimiento se llamó la Revolución científica.
Copérnico pasó cerca de veinticinco años trabajando en el desarrollo de su
modelo heliocéntrico del universo, pero resultó difícil que los científicos de
su época lo aceptaran, ya que suponía una auténtica revolución. Y no podemos
olvidar el papel clave que desempeñó la
Iglesia católica, que participó muy activamente en esta polémica.
Precisamente, ser partidario de esta nueva teoría, le costó muchos sinsabores a Galileo Galilei (1564-1642).
El astrónomo italiano fue procesado y condenado por la Inquisición
romana por su apoyo determinante a la «Revolución de Copérnico». Su
trabajo, basado en la observación y la experiencia, supuso una ruptura con las teorías de la física
aristotélica (los partidarios de las teorías geocéntricas se apoyaban
en el prestigio de griego) y su enfrentamiento con la Iglesia es ejemplo de
conflicto entre religión y ciencia
Y no abandonamos este debate científico, pues el astrónomo y teólogo
italiano Giordano Bruno (1548-1600)
fue quemado en la hoguera tras enunciar unas ideas visionarias (hoy
certificadas como correctas) de que el universo podía contener innumerables
estrellas similares al Sol que podían estar acompañadas de muchísimos mundos
habitables semejantes a la Tierra. Como Copérnico y Galileo, Bruno aportó datos
concluyentes, observaciones astronómicas que demostraron la validez de las
nuevas ideas.
Damos el salto
al siglo XVII
Fue entonces cuando el debate científico se recrudeció con el
encarnizado enfrentamiento de Newton y Leibniz a cuenta del
invento del cálculo infinitesimal. Fue Gottfried Leibniz (1646-1716),
matemático, lógico, teólogo y político alemán, quien desveló primero, en 1684,
sus trabajos sobre lo que denominó cálculo diferencial. Lo curioso
es que el físico y matemático inglés Isaac Newton (1642-1727) había
desarrollado diez años antes lo que él denominaba método de fluxiones,
pero no lo había publicado y, de hecho, no lo publicaría hasta tres años
después, en 1687, en sus famosos Principia. En la primera edición
de este libro (lo suprimió en las posteriores), Newton se refería de forma
amable a los intercambios intelectuales previos que había mantenido con Leibniz
durante una década. Entonces ¿por qué surgió el conflicto? Pues
por un tal John Wallis, matemático británico que enrareció el ambiente al
acusar al alemán de haber copiado el método de Newton. Y para terminar de
arreglarlo, se unió a la polémica el gran matemático de Basilea Johann
Bernoulli poniéndose de parte de Leibniz. Enseguida aquello se convirtió en un
intercambio de ataques directos entre Newton y Leibniz, que se propagó a
instituciones como la Royal Society (que se posicionó a favor de Newton) y a
pensadores de otros campos como Voltaire, que
escribió apasionadas páginas en favor del inglés. Hoy se reconoce que
Leibniz había desarrollo de manera independiente al trabajo de Newton el
cálculo infinitesimal y su notación (la que se emplea desde entonces),
es decir, que fue desarrollado de manera simultánea e independiente por ambos
científicos que utilizaron formalismos diferentes, pero equivalentes entre sí.
Fin del conflicto.
Un universo sin
Dios
Y ¿cómo no iba a haber polémica sobre la revolucionaria teoría
sobre el origen de las especies? Imposible. Cuentan los testimonios de
la época que el 1 de julio de 1858, en la sede de la Sociedad Linneana de
Londres, un abrumador silencio siguió a la exposición de la teoría de los
británicos Charles
Darwin y Alfred Russell Wallace,
en la que venían a concluir que las especies tenían un origen común y
era la selección natural la que permitía la supervivencia de los más fuertes.
Aquellas ideas darían un vuelco a la historia de la vida sobre el
planeta, dando a la Ciencia el papel protagonista que hasta entonces
había tenido la Iglesia. Su teoría no solo dio lugar a una nueva forma de
entender la evolución, sino que aún hoy genera controversia y rechazo entre los
defensores del creacionismo o el llamado diseño inteligente, que continúa
defendiendo la mano de un ser superior. Si bien, el darwinismo expulsó a Dios
de la biología en el siglo XIX, en la física persistió la incertidumbre. Al
menos hasta que Stephen
Hawking, el famoso y reputado astrofísico británico que revlucionó nuestra
manera de entender el universo le asestó el golpe de gracia con su teoría
del todo en la que eliminó, en su opinión, toda necesidad de un dios. Hawking
puso su granito de arena a las numerosas controversias de la historia de la
ciencia afirmando cosas como que «si llegáramos a descubrir una teoría
completa, sería la mayor victoria de la razón humana, pues llegaríamos a
entender la mente de Dios» o que «no es necesario invocar a Dios para
encender la mecha y darle inicio al universo». Descartar a Dios como creador
del universo le enfrentó, obviamente, a líderes religiosos de todo el mundo.
Volvemos al siglo XIX porque fue entonces cuando la edad de la Tierra
enfrentó al físico y matemático británico Lord Kelvin (1824-1907)
con los seguidores de Darwin. El primero había calculado en 1860 una edad
planetaria de menos de 100 millones de años y los darwinianos argumentaban que
la Tierra debía ser mucho más vieja. El descubrimiento de la radioactividad en
1896 resolvió el debate, pues permitió estimar la edad de nuestro planeta en
4500 millones de años.
Y medio siglo de controversia vivió el sabio y explorador Alfred Wegener (1880-1930)
por culpa de su teoría de la deriva de los continentes. Hacia 1911,
este visionario alemán, intrigado por las similitudes y coincidencias entre
fósiles, de animales y de plantas, hallados a ambos lados del Atlántico y al
ver que el perímetro de la plataforma continental del oeste de África encajaba
con el del este de Sudamérica, al igual que los de la Antártida, Australia, la
India, Madagascar y Sudáfrica, entre sí, concibió la idea de que los
continentes habían estado agrupados en un supercontinente al que llamó
Pangea. Pero la ciencia de su tiempo sostenía que las grandes masas terrestres
habían estado conectadas por puentes de tierra que se habían hundido después y
no acogió bien las ideas de Wegener. No sería hasta 1950, con la
exploración de los fondos oceánicos, cuando la teoría de la deriva continental
se viera refrendada científicamente.
No podía faltar
Einstein
Y no podemos dejar de mencionar el debate sobre la naturaleza de la
realidad y los fundamentos de la teoría cuántica que se inició en 1927 en el
Congreso Solvay de Bruselas y que perdura hasta nuestros días. La teoría cuántica puso
nuevamente bajo la mirada de la comunidad científica una serie de problemas
metodológicos y metafísicos que se tenían por superados. Los dos grandes
protagonistas fueron Albert Einstein (1879-1955) y el físico
danés Niels Bohr (1885-1962), aunque no fueron los únicos
(tanto a los antirrealistas de Bohr como a los realistas de Einstein, se
unieron diversos científicos). Buena parte de la importancia que el debate
Einstein-Bohr, sobre los fundamentos ontológicos de la teoría cuántica, ha
tenido para la historia de la ciencia reside en ser testimonio de la vastedad y
profundidad de las discusiones filosóficas que, de forma abierta o enmascaradas
en cuestiones técnicas, acompañaron los revolucionarios desarrollos de la teoría
cuántica.
Muchos debates científicos
históricos quedan en el tintero, pero el debate científico continúa
existiendo y dando capítulos memorables a la historia de la ciencia, si bien es
cierto que actualmente muchos encendidos debates se desarrollan en ámbitos
alejados del mundo de la ciencia (empresas, sociedad, organizaciones...).
Fuente: https://www.muyinteresante.es/ciencia/62911.html
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¿Pero ... se te olvidó felicitarte?
Ya todos nos felicitamos unos a otros con cariño y agradecimiento, pero...
TÚ, ya te felicitaste???
Ya te felicitaste por los momentos en que quisiste tirar la toalla y sacaste fuerza para salir adelante???
Ya te felicitaste por esas noches de insomnio y al día siguiente levantarte con una sonrisa???
Ya te felicitaste por luchar y lograr hacer realidad tu sueño???
Por esos días que no podías contener el llanto, pero aún así sacaste fuerza para apoyar a quien lo necesitaba???
Ya te felicitaste por guardar silencio ante una ofensa, aunque el alma te dolió profundamente???
Ya te felicitaste por los amaneceres llenos de Sol que tuviste la oportunidad de disfrutar???
Por los grandes amigos que has sabido conservar y aceptar con paz a quien se fue???
Ya te felicitaste por tus éxitos???
Por dar ánimo y amor sin esperar nada a cambio??
Te felicitaste por ser amado y respetado por alguien especial???
Ya te felicitaste por tener la satisfacción de un trabajo bien hecho???
Por el amor de tu familia y el cariño incondicional de tus amigos???
Hoy felicítate también POR SER QUIEN ERES: único e irrepetible!!!
Por tus sueños, por la pasión que pones en lo que haces, por el amor que ahora te tienes a tí mismo...
Por ser fuerte, por aprender día a día y por saber que la divinidad en la que crees (o tú mismo) te tiene deparadas las mejores cosas de este mundo...
Por la música, por el baile, por sonreír, por poder caminar, correr, saltar...
Por la magia de estar vivo!!!
Yo, hoy también ME felicito!!!
PD: Colaboración del docente universitario Uriel Alfredo Arias
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Salud y Alegría de vivir para convivir dignamente 👏👏
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