PGV - Edición 506 - Sábado, 9, diciembre, 2023 - ¿Por qué el odio y la mentira acompañan casi siempre el ejercicio real de la política? - y más temas en PGV
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¿Por qué el odio y la mentira acompañan casi siempre el ejercicio real de la política?
Hugo Arias C. -IA-PGV-ChatGPT
El odio y la mentira han estado entrelazados con la política a lo largo de la historia debido a una combinación de factores complejos. En el corazón de esta conexión se encuentran dinámicas psicológicas, sociales e históricas que han dado forma a la naturaleza de la política. Es importante destacar que, aunque estos fenómenos no son exclusivos de la política, su presencia en este ámbito a menudo se ve exacerbada por la competencia por el poder y la influencia.
En primer lugar, la psicología humana desempeña un papel fundamental. La política, al tratar con cuestiones de poder, autoridad y recursos, despierta emociones intensas. La competencia por el poder puede desencadenar temores, inseguridades y rivalidades, llevando a actitudes negativas hacia aquellos percibidos como adversarios. El odio puede convertirse en un medio para movilizar a las bases y consolidar el apoyo interno.
Además, la naturaleza misma de la política, con su enfoque en la persuasión y la toma de decisiones, puede fomentar la mentira. La búsqueda de votos y el deseo de mantener o ganar poder pueden impulsar a los políticos a distorsionar la verdad para atraer a su audiencia. La manipulación de la información se convierte así en una táctica común para obtener ventajas políticas.
Históricamente, el uso de la propaganda y la desinformación ha sido una estrategia política eficaz. Líderes y partidos han empleado narrativas distorsionadas para construir narrativas que se ajusten a sus agendas. Esta manipulación de la verdad ha sido evidente en numerosos eventos políticos a lo largo del tiempo, desde campañas electorales hasta momentos críticos de la historia.
La dinámica social también contribuye al odio y la mentira en la política. La polarización y la fragmentación de la sociedad pueden crear un ambiente propicio para la desconfianza y la hostilidad entre diferentes grupos. Los líderes políticos pueden aprovechar estas divisiones para consolidar el apoyo interno, recurriendo a tácticas que fomentan la identificación de "nosotros" versus "ellos".
Las plataformas de medios sociales han intensificado estas tendencias. La rapidez con la que la información circula en línea ha creado un terreno fértil para la difusión de noticias falsas y la manipulación de la opinión pública. La desinformación puede ser utilizada estratégicamente para sembrar discordia y aumentar la hostilidad entre los ciudadanos.
Para tratar de solucionar estos problemas, es esencial fortalecer de manera rigurosa y permasnte la cultura ciudadana, la educación cívica y la alfabetización mediática. Una ciudadanía culta e informada es menos propensa a ser manipulada por la desinformación y es más capaz de evaluar críticamente las afirmaciones políticas. Además, promover la transparencia y la rendición de cuentas en la política puede ayudar a reducir la propensión a la mentira y fomentar una cultura política basada en la honestidad y la integridad.
En conclusión, el odio y la mentira en la política son fenómenos complejos arraigados en aspectos psicológicos, sociales e históricos. La competencia por el poder, la psicología humana, la manipulación histórica y la dinámica social contribuyen a la presencia persistente de estos elementos en el ámbito político. Para mitigar estos problemas, se requiere un enfoque integral que incluya la cultura ciudadana (comportamientos positivos), la educación cívica, la transparencia y la promoción de valores éticos en la esfera política.
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El arte de incorporar territorios de vecinos
La opinión pública, especialmente en el ámbito regional, se ha desviado temporalmente de las acciones de Israel contra Hamás en Gaza y de la guerra de Rusia contra Ucrania.
Se debe al referendo convocado por Maduro para incorporar al “Territorio Esequibo”, las dos terceras partes del territorio de Guyana a Venezuela, no obstante que un litigio entre los dos países sobre esa región está a consideración de la Corte Internacional de Justicia.
Han cobrado interés también las medidas que ha tomado el gobierno de Maduro. Entre ellas, la de hacer aparecer el “Territorio en Reclamación”, como un estado más de Venezuela en el mapa oficial de ese país. Esa estrategia ya se había experimentado con Colombia.
Durante muchos años el mapa del tratado Pombo-Michelena de 1833, entre Colombia y Venezuela, que nunca entró en vigor, estuvo entronizado en muchos lugares del país, incluyendo el despacho del presidente de la república. En el tratado, La Guajira se dividía en partes iguales, mientras que la frontera en los Llanos Orientales llegaba a pocos kilómetros de Puerto López, en el departamento del Meta.
Ahora la Asamblea Nacional de Venezuela, tendrá la tarea de incorporar jurídicamente el territorio del Esequibo, como un nuevo estado venezolano. Se nombró a un general, hermano del inefable Diosdado Cabello, como jefe civil y militar “in péctore” del nuevo estado, mientras que Maduro tácitamente ha amenazado con el alistamiento de un millón de milicianos para enfrentar a Guyana. Seguramente entre ellos, estarán los grupos armados colombianos que se encuentran en Venezuela.
También fuimos objeto de algo parecido con Nicaragua, que desde 1890 hasta nuestros días, hizo figurar a las islas de San Andrés y Providencia como del dominio insular de Nicaragua, mientras que el gobierno de Ortega hacía lobby en todos los organismos internacionales imaginables, así como en entidades nacionales y gobiernos de otros países, para que el archipiélago y sus espacios marítimos se consideraran parte de Nicaragua.
Incluso, las fuerzas armadas sandinistas tenían asignado a su jurisdicción, el archipiélago y sus áreas marítimas. Menos mal que la Corte Internacional de Justicia frenó finalmente “las incontenibles aspiraciones” de Nicaragua sobre el archipiélago.
Hace algunos años pasó casi inadvertido, que Daniel Ortega preparó una “invasión pacífica” a las islas de San Andrés y Providencia, a las que consideraba parte de Nicaragua. Anunció que miles de nicaragüenses, encabezados por él mismo y por el cardenal Obando y Bravo; niños de los planteles educativos; comunidades religiosas; soldados desarmados; docentes y amas de casa, todos vestidos de blanco se embarcarían en todo tipo de embarcaciones para llegar a San Andrés. Una versión tropical de la invasión a Normandía en 1944.
El gobierno colombiano alertó a la Armada, con la advertencia de que no se fuera a atacar a ninguna embarcación. Igualmente dispuso que se prepararan discretamente pasacalles y carteles diciendo “Bienvenidos a Colombia” que debían ser instalados en el puerto. Se repartirían raciones de comida y se daría atención médica de emergencia. Incluso se llevarían músicos, pero sin dejar ingresar a la ciudad a ninguno de los “invasores”. Así mismo ECOPETROL, se encargaría de distribuir combustible a las lanchas que lo necesitaran para regresar a Nicaragua. La operación se hizo con absoluta discreción.
Ortega desistió del proyecto. Se comentó que varios asesores sugirieron hacer un referendo para incorporar a las islas como otra provincia de Nicaragua. Finalmente, tampoco se llevó a cabo.
(*) Excanciller y exembajador de Colombia. Escritor y analista en temas de relaciones internacionales y geopolítica. Docente y Decano de la facultad de estudios internacionales, políticos y urbanos de la universidad del Rosario
Fuentes: El autor y https://www.semana.com/opinion/articulo/el-arte-de-incorporar-territorios-de-vecinos/202345/SEMANA – diciembre 8, 2023
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Japón pone en marcha el mayor reactor de fusión nuclear del mundo
7/dic,/2023
El JT-60SA, el mayor reactor de fusión nuclear del
mundo construido hasta la fecha.© Proporcionado por DW - US LATM
Japón inauguró el viernes de la
semana pasada el mayor reactor experimental de fusión nuclear del mundo en
funcionamiento, una tecnología aún en temprano desarrollo, pero anunciada por
algunos como la respuesta a las futuras necesidades energéticas de la
humanidad.
La fusión difiere de la fisión,
la técnica utilizada actualmente en las centrales nucleares, en que fusiona dos
núcleos atómicos en lugar de dividir uno.
El reactor de fusión nuclear
JT-60SA
El objetivo del reactor JT-60SA
es investigar la viabilidad de la fusión como fuente de energía neta segura, a
gran escala y sin emisiones de carbono, con más energía generada de la que se
emplea en producirla.
La máquina, de seis pisos de
altura, se encuentra en un hangar de Naka, al norte de Tokio, y consta de una
vasija "tokamak" en forma de donut preparada para contener plasma en
remolino calentado a 200 millones de grados Celsius (360 millones de grados
Fahrenheit).
Se trata de un proyecto conjunto
de la Unión Europea y Japón, precursor de su hermano mayor francés, el Reactor
Termonuclear Experimental Internacional (ITER), en fase de construcción.
Imitar el proceso en el interior
del Sol
El objetivo último de ambos
proyectos es conseguir que los núcleos de hidrógeno se fusionen en un elemento
más pesado, el helio, liberando energía en forma de luz y calor e imitando el
proceso que tiene lugar en el interior del Sol.
Los investigadores del ITER, que
está por encima del presupuesto, y que va retrasado y se enfrenta a graves
problemas técnicos, esperan alcanzar el santo grial de la tecnología de fusión
nuclear: la energía neta.
Sam Davis, jefe adjunto del
proyecto JT-60SA, declaró que el dispositivo "nos acercará a la energía de
fusión".
"Es el resultado de la
colaboración entre más de 500 científicos e ingenieros y más de 70 empresas de
toda Europa y Japón", declaró Davis en la inauguración del viernes.
"El tokamak más avanzado
del mundo"
El Comisario de Energía de la
UE, Kadri Simson, afirmó que el JT-60SA es "el tokamak más avanzado del
mundo", y calificó la entrada en funcionamiento de "hito para la
historia de la fusión".
"La fusión tiene potencial
para convertirse en un componente clave de la combinación energética en la
segunda mitad de este siglo", añadió Simson.
La hazaña de la "ganancia
neta de energía" se consiguió el pasado diciembre en la Instalación
Nacional de Ignición del Laboratorio Nacional Lawrence Livermore de Estados
Unidos, sede del láser más grande del mundo.
La instalación estadounidense
utiliza un método diferente al ITER y al JT-60SA, conocido como fusión por
confinamiento inercial, en el que se dirigen simultáneamente láseres de alta
energía a un cilindro del tamaño de un dedal que contiene hidrógeno.
El gobierno estadounidense
calificó el resultado de "logro histórico" en la búsqueda de una
fuente de energía limpia e ilimitada y el fin de la dependencia de los
combustibles fósiles que emiten carbono y causan el cambio climático, así como
trastornos geopolíticos.
A diferencia de la fisión, la
fusión no conlleva riesgo de accidentes nucleares catastróficos –como el
ocurrido en Fukushima (Japón) en 2011– y produce muchos menos residuos
radiactivos que las centrales actuales, afirman sus exponentes.
FEW (AFP, EFE)
Fuente: Japón
pone en marcha el mayor reactor de fusión nuclear del mundo (msn.com)
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Las
palabras, guiadas por las técnicas de la repetición, la metáfora y el lenguaje
emocional, ejercen un enorme poder en nuestras acciones, aunque no seamos
conscientes de ello.
Publicado por
Pedro Gargantilla Médico y divulgador científico
Creado:28.11.2023 | 16:59
Actualizado:01.12.2023 | 16:35
Según el
Diccionario de la Real Academia Española (RAE) persuadir es inducir,
mover, obligar con razones a creer o hacer algo. Todos los días persuadimos
a gente de nuestro entorno y ellos, a su vez, nos persuaden a nosotros, aunque
no seamos conscientes.
Pero, y
esto es importante resaltarlo, persuadir no es sinónimo de manipular, ya
que, volviendo a nuestro diccionario, este segundo vocablo se define como
intervenir con medios hábiles y, a veces, arteros, en la política, en el
mercado, en la información… con distorsión de la verdad o la justicia, y al
servicio de interés particulares.
El poder de la persuasión: ¿dónde se encuentra en
el cerebro? Foto: Istock
Para
persuadir a una persona debemos convencer a su cerebro, una máquina
perfecta compuesta por 86.000 millones de neuronas y en donde
distinguimos, a su vez, tres tipos de cerebros diferentes: reptiliano,
límbico y neocórtex.
Cerebro reptiliano
Desde el
punto de vista evolutivo, es el más antiguo de los tres y, como su propio
nombre indica, lo compartimos con los reptiles. El cerebro reptiliano es
el responsable del deseo de estabilidad que tiene todo ser humano, ya que nos
“molestan los cambios”. Es, por ejemplo, el encargado de que cuando regresemos
a casa lo hagamos siempre por el misto trazado y que rara vez modifiquemos
nuestro camino.
Y es que
nos guste o no, los cambios producen miedo a lo desconocido, nos obliga a salir
de la zona de confort, en donde nos encontramos felices. Cuando queremos
persuadir a alguien y apelamos a su cerebro reptiliano lo hacemos a base de
enseñarle gratificaciones instantáneas.
Sistema límbico
Este
cerebro lo compartimos con los mamíferos inferiores, se encuentra ubicado en la
amígdala cerebral y guarda relación con la memoria afectiva y los recuerdos. Es
el encargado de decidir si algo nos resulta molesto o agradable.
De alguna
forma, el sistema límbico,
sería el primer filtro de censura, el encargado de decidir qué acciones vamos a
considerar hacer y aquellas que, finalmente, realizamos. Cuando queremos
persuadir a alguien debemos generar muchas emociones, desde sorpresa hasta
interés, pasando por deseo, amor, entusiasmo, euforia, confianza o disfrute.
Para
que la persona sea persuadida se necesita que haya un relato —un storytelling— que
evite emociones negativas y refuerce las emociones positivas. Nada mejor
para persuadir a alguien que conseguir que se sienta cómodo y feliz.
Neocórtex
Evolutivamente
es la zona del cerebro más reciente,
mide entre 2 y 3 milímetros de grosor y está plegada en varias curvaturas, de
tal forma que si pudiéramos desplegarlo ocuparía una superficie de dos metros
cuadrados.
El neocórtex es la
zona más racional de nuestro cerebro, la encargada de meditar todo lo que
hacemos, sería la segunda y definitiva línea de censura. En este caso es
necesario aportar un discurso analítico, plagado de hechos y datos.
La persuasión según Aristóteles
El filósofo
macedonio Aristóteles,
que vivió allá por el siglo IV a. de C., analizó de forma pormenorizada en su
obra “Retórica” qué se necesita para persuadir a alguien. A pesar del tiempo
transcurrido sigue teniendo una enorme vigencia. Para este pensador griego la
persuasión es un arte que tiene tres mosqueteros: Ehtos, Pathos y Logos.
Escultura del filósofo Aristóteles. Foto: Istock
El
primero es Ethos, la capacidad que tiene una persona para que un argumento sea
creíble. Para ello tiene que ganarse la
confianza de la audiencia o bien gozar de cierta autoridad. De esta forma, la
responsabilidad del Ethos recae en el emisor.
En la Roma clásica había
tres formas diferentes de tener autoridad: el imperium, la potestas y
la auctoritas. El primero –el imperium- era un poder absoluto,
propio de personas que tenían capacidad de mando, como los cónsules; la potestas era
el poder político a través del cual se podía imponer decisiones por la fuerza y
la coacción. Por último, estaba la auctoritas, el poder moral,
basado en el prestigio y reconocimiento de una persona. El Ethos se refiere a
la auctoritas.
Pathos
es la emoción, la capacidad que tiene un discurso para emocionar al receptor, de actuar sobre el sistema límbico. Como ya
hemos señalado, es uno de los recursos más potentes en el arte de la persuasión
y recae en el receptor.
Por
último, el Logos se corresponde la razón, lo que hace
que el discurso sea sostenible, que haya evidencias sólidas, generalmente
se suele apoyar en datos o estudios estadísticos, con los cuales se refuerza el
mensaje y la facilidad con la que el receptor lo asimila. Se podría decir que
Logos robustece la credibilidad del Ethos y su misión es pasar el filtro del
neocórtex.
Evidentemente,
estos tres elementos deben estar equilibrados y adaptados al perfil y al
contexto, ya que no se trata de manipular, sino de persuadir bajo el paraguas
de la ética, de la empatía y de la convicción.
Referencias:
- Gargantilla, P. Los secretos de nuestro cerebro.
Editorial Grupo33, 2012.
- Pease A, Pease B. El lenguaje del cuerpo. Barcelona,
2006.
Fuente: El poder
de la persuasión: ¿dónde se encuentra en el cerebro? (muyinteresante.es)
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