PGV - Edición 495 - Miércoles 1, noviembre, 2023 - ¿Qué hemos elegido los colombianos? - y más temas en PGV

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¿Qué hemos elegido los colombianos?

Hugo Arias C. - IA-PGV-BOT


Una vez más parte de los colombianos habilitados para votar lo hicimos para ejercer ese elemental derecho constitucional, en las condiciones que las costumbres y circunstancias de participación lo ofrecen. "La abstención electoral se incrementó pues pasó del 39.44 por ciento hace cuatro años a 40.91 por ciento en los comicios del 29 de octubre de 2023". (elpaís.com.co (30 de octubre de 2023). Indagar rigurosamente sobre las causas estructurales y democráticas de la abstención en Colombia puede ser un buen tema de investigación y análisis en las ciencias políticas y sociales, y para que se tenga en cuenta en términos de cultura ciudadana y de normas pertinentes. 

Hoy y aquí interesa explorar algo sobre qué es lo que los colombianos elegimos periódicamente con tanta publicidad, riegos, miedos, zozobra y expectativas desde lo personal hasta las instancias del alto gobierno. 

Puede afirmarse, en términos grandes y ciertos, que los colombianos, una vez más, hemos elegido simplemente  funcionarios o servidores públicos. 

Un funcionario o servidor público es una persona que desempeña un cargo o función en el aparato del Estado, ya sea en el ámbito nacional, regional o local a cambio de remuneraciones y prestaciones financiadas con los impuestos de los ciudadanos. Estos individuos están encargados de ejercer, con la mayor y continuada rigurosidad las responsabilidades y tareas que la administración pública les confiere, con el propósito de satisfacer oportuna y debidamente las necesidades e intereses de la comunidad (López Ayllón, S., 2004).

 El funcionario o servidor público puede desempeñar una amplia variedad de roles, desde cargos electos como presidentes, gobernadores y alcaldes, legisladores, hasta empleados de distintas dependencias gubernamentales, como inspectores, administradores y otros. La característica común entre ellos es que actúan en representación del Estado, y por ende, deben responder ante los ciudadanos por sus actos (Zapata, M., 2000).

 El proceso mediante el cual un funcionario público rinde cuentas a la comunidad se conoce como rendición rigurosa de cuentas. Esta práctica es esencial en democracias sólidas, ya que garantiza la transparencia, promueve la eficiencia y refuerza la confianza entre la ciudadanía y sus representantes (Mainwaring, S., 2003).

 ¿Cómo rinden cuentas los funcionarios públicos?

 1. Informes de Gestión: Son reportes periódicos que detallan las actividades realizadas, los recursos utilizados y los resultados obtenidos. Por ejemplo, muchos presidentes o alcaldes presentan anualmente un informe sobre el estado de la nación o municipio, respectivamente.

 2. Auditorías: Las entidades de control fiscalizan el uso de los recursos públicos y la gestión de los funcionarios. Estas auditorías pueden ser internas o externas, y sus resultados se presentan a la comunidad, señalando posibles irregularidades o malas prácticas (Aguilar Villanueva, L., 2006).

 3. Consultas y Plebiscitos: Algunas decisiones pueden ser sometidas a consulta popular para que los ciudadanos tengan un papel activo en la toma de decisiones.

 4. Plataformas de Transparencia: En la era digital, muchos gobiernos han implementado plataformas en línea donde se publica información relevante sobre su gestión, como licitaciones, contratos, gastos, entre otros.

 5. Atención al Ciudadano: Las oficinas de atención al ciudadano permiten que la población presente quejas, denuncias o sugerencias sobre la actuación de los funcionarios públicos.

 6. Comparecencia ante Organismos Legislativos: En sistemas democráticos, los funcionarios a menudo deben comparecer ante organismos legislativos, como el Congreso o Asamblea, para responder preguntas y clarificar aspectos de su gestión (Manin, B., Przeworski, A., & Stokes, S., 1999).

Los colombianos hemos elegido una vez más servidores públicos, que serán remunerados con los impuestos que pagan los ciudadanos.  

La rendición rigurosa de cuentas no solo es un deber, sino también un mecanismo que empodera a la ciudadanía, permitiéndole ejercer control sobre aquellos que tienen el poder de tomar decisiones en su nombre. Es esencial que existan leyes y regulaciones que establezcan los procedimientos y criterios bajo los cuales se debe rendir cuentas, y que se promueva una cultura de transparencia y responsabilidad en la gestión pública vigorizando siempre la educación continuada en términos de cultura ciudadana, para que esta participe cada vez más y mejor (proactiva y productivamente) en todos los procesos que impliquen uso de los recurso públicos, y en procura del bienestar viable y creciente de todos los ciudadanos. 

 Referencias:

 -  elpaís.com.co (30 de octubre de 2023). Elecciones 2023: cifras del voto en blanco y del abstencionismo en esta jornada. 

- López Ayllón, S. (2004). Transparencia, rendición de cuentas y democracia. Revista Mexicana de Sociología, 66(1), 39-67.

- Zapata, M. (2000). La ética del servidor público. México: Fondo de Cultura Económica.

- Mainwaring, S. (2003). Rendición de cuentas en democracias presidenciales. América Latina Hoy, 33, 47-81.

- Aguilar Villanueva, L. (2006). La hechura de las políticas. México: Porrúa.

- Manin, B., Przeworski, A., & Stokes, S. (1999). Elecciones y representación. Revista de Estudios Políticos, 108, 9-40.

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Cómo se destiñe una república

Eduardo Barajas Sandoval (*)

 De vez en cuando aparecen personajes que, conseguido un turno en el gobierno, se empeñan en el propósito de dejar su impronta, aunque ello implique desandar el camino recorrido bajo el liderazgo de sus antecesores. Según las proporciones de la idea de sí mismos, los afectados por esa obsesión van más o menos atrás y se equiparan, por decisión propia, con personajes históricos de una u otra dimensión.

Ante arremetidas de esa índole, fundadores, transformadores y gestores de grandes procesos históricos, terminan acompañados en el mismo mosaico por la imagen de peregrinos a los que se les ocurre poner allí su fotografía. Casi siempre con el argumento de que trata de escribir la primera página de una nueva historia. Instrumentos de un culto a la personalidad que, con frecuencia, puede llegar al distanciamiento de los ideales de un estado de derecho.

El centenario de fundación de la República de Turquía, por parte de Mustafá Kemal, llamado Atatürk, “padre de los turcos”, pasó bastante desapercibido. Millones de personas, dentro y fuera del país, se quedaron esperando una celebración que reivindicara la invención de una república creada en 1923 sobre las ruinas del Imperio Otomano, luego de una guerra de supervivencia en la cual se jugaba la continuidad misma de la vida de la nación en ese territorio del cual se había apoderado 470 años atrás, al destruir al Imperio Romano, en realidad griego, de Oriente.

Sobre bases muy diferentes de las del orden imperial, se buscaba orientar al país hacia el mundo occidental. De ahí el carácter laico del nuevo estado, la abolición de las hermandades musulmanas y del califato, la adopción del alfabeto latino en reemplazo de los caracteres árabes de los que se habían valido los turcos dese cuando se pasaron a la tradición escrita, la igualdad de mujeres y hombres, un modelo parlamentario de gobierno y una actitud liberal en la más amplia gama de circunstancias de la vida cotidiana.

Millones de turcos han vivido su vida bajo esas premisas, particularmente en los sectores urbanos. Al tiempo que, principalmente en sectores campesinos y aldeanos permanecieron latentes rasgos de tradiciones conservadoras del viejo orden. De manera que se fue dando una separación entre un país elemental, terreno fértil para la subsistencia del fervor religioso islámico, y el resto de una sociedad en buena medida integrada económica y culturalmente a las corrientes innovadoras de la vida internacional, al ritmo marcado por Occidente.

La permanencia en el poder, en lo que va corrido del presente siglo, del presidente Recep Tayyip Erdogan, han significado un intento sustancial de cambio de orientación del estado turco. Premisa fundamental de ese cambio ha sido una nueva cercanía del poder político a las causas y las prácticas religiosas. De manera que los sectores proclives a la islamización de la vida pública han encontrado un intérprete de sus anhelos. Mientras el presidente ha demostrado excepcional habilidad de interpretación de lo que la gente quiere escuchar, tanto en esas materias como en cuestiones de benevolencia estatal, a cambio de renovado respaldo en las urnas.

El apoyo político derivado de esa ecuación le permitió al presidente impulsar cambios institucionales que modificaron la estructura de la organización estatal, mediante una mutación hacia el presidencialismo. Al tiempo que él mismo pasó de ejercer funciones de primer ministro, en cuya cabeza radicaba el poder ejecutivo, a presidente ahora con los mayores poderes posibles. Según sus contradictores al borde de la ruptura de los equilibrios propios de una democracia republicana.

Con indudable talento, Erdogan se mueve también en el escenario internacional, haciendo uso de todas las ventajas propias de un país ubicado en uno de los sitios de mayor importancia estratégica del planeta. Dueño de la llave de entrada y salida del Mar Negro, y de la del flujo de migrantes asiáticos hacia Europa, mantiene relaciones ambivalentes con Rusia, como lo hicieran los sultanes de otra época, y no se abstiene, también como ellos, de jugar en los escenarios caucásico, el Medio Oriente, el Egeo y el norte de África, así como en el seno de la OTAN, a su propio ritmo impredecible, con el apoyo de una diplomacia profesional y efectiva.

Todo eso no deja de darle peso internacional, por ejemplo, para servir de interlocutor del presidente ruso en medio de la crisis del ataque a Ucrania. También para convertirse en tasador de la salida de grano ucraniano hacia el resto del mundo, de la admisión de Finlandia y de Suecia en el seno de la OTAN, del conflicto de Armenia con Azerbaiyán, alimentador de una crisis permanente en Chipre, actor del juego interminable de equilibrio con Grecia, la situación de Libia, la de Siria e Irak y el destino de la comunidad kurda, esparcida en territorio turco y otros países del vecindario.

Los propósitos y realizaciones de un gobernante que acaba de recibir en las urnas un nuevo mandato para permanecer cinco años más en el poder, resultan sintetizados en el lema que le permitió ganar una vez más las elecciones: “El Siglo Turco”, algo así como “Turquía grande otra vez”. En ese caso con el trasfondo del imperio otomano, sobre cuyos antiguos dominios, heredados del Bizantino, y más allá, quisiera volver a ejercer una influencia definitiva.

Observadores, y sectores críticos del presidente, estiman que el haber dado importancia relativa a la fundación de la República, y aparecer en las austeras celebraciones equiparado a Mustafá Kemal, Atatürk, en fotografía de las mismas proporciones, llevan el mensaje de una separación de épocas que marcaría el comienzo de la que él desea desatar con su marca. Propósito manifiesto cuando en su discurso le dijo al Fundador: “la República está en buenas manos”. Actuaciones de valor simbólico que producen el efecto de desteñir en la imaginería popular el culto y el agradecimiento hasta ahora debidos al Padre de la patria.

No pasó desapercibido el hecho de que, un día antes del centenario, el presidente hubiera organizado una gigantesca manifestación de apoyo a la causa palestina, que nada tendría de malo, salvo que ante la multitud exaltada en sus sentimientos religiosos afirmó que “Hamas no es una organización terrorista” sino “un grupo de luchadores por la libertad”. Como si esa “organización” no hubiera refrendado su condición con el sangriento asalto del 7 de octubre, que despertó las fuerzas del “ojo por ojo” que conducen a la tragedia de la ceguera.

Con su declaración en favor de Hamas, el presidente perdió la neutralidad deseable como mediador en la crisis desatada por Hamas, que lleva la marca de un fundamentalismo rechazado por amplios sectores de los mundos árabe e islámico. Pérdida de interlocución que seguramente no hará mella en el espíritu de un personaje acostumbrado a nadar contra la marea. En lo cual radica buena parte del enigma de su estilo político y de su futuro.

Mientras los turcos vuelvan a tener oportunidad de definir en las urnas el destino de su estado, y de su nación, nuevos episodios saldrán de la iniciativa febril de un personaje de energía innegable, que desea marcarlo todo con su sello, por el siglo siguiente. En la resistencia seguirán sectores sociales, intelectuales y políticos, que no desean apartarse de la tradición original de la república, tal como fue fundada, y estiman indeseable e inconveniente el retorno a un pasado de oscurantismo y retroceso de los valores democráticos. Ya vendrán los historiadores a interpretar lo que haya sucedido.

Categorias Internacional

(*) Exembajador de Colombia. Director y moderador del Observatorio de actualidad Internacional de la U. del Rosario. Exrector Universitario. Decano y docente titular en U. del Rosario. Analista y escritor sobre temas de Relaciones internacionales, gobernanza y geopolítica.

Fuentes: El autor y Cómo se destiñe una república | Blogs El Espectador


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Esto es lo que puede hacer la inteligencia artificial en la lucha contra el cambio climático

La IA es capaz de lidiar con grandes cantidades de datos, analizarlos y hacer predicciones para ayudar en la mitigación del cambio climático.

 

La inteligencia artificial está mostrando desde hace años su poder de transformar la realidad. Se aplica en disciplinas y problemas tan variados como la medicina, la astronomía, y la violencia de género

También se aplica en uno de los grandes problemas globales que debe ser modificado cuanto antes: el cambio climático.

A partir de la industrialización, la emisión de gases invernadero se ha disparado, provocando una serie de efectos en el clima de nuestro planeta que se observan, miden y cuantifican desde hace años.

La temperatura global está aumentando: 1ºC desde finales del siglo XIX. La mayoría de este aumento está concentrado en los años más recientes. Los años 2016, 2020 y 2023 ostentan récords de temperaturas alcanzadas. También la temperatura de los océanos es mayor ahora, alrededor de 0.33ºC. Las masas de hielo están disminuyendo y la cobertura de nieve es cada vez menor. La cantidad de fenómenos extremos, como lluvias muy intensas, está aumentando. Estos son algunos de los efectos que tiene este cambio climático que los humanos estamos provocando en nuestro hogar.

ChatGPT lo tiene claro: las soluciones a este gran problema pasan por el uso de las energías limpias, conservar y reforestar, la sostenibilidad, la educación, la cooperación y la aplicación de políticas efectivas.

Pero, ¿qué más pueden hacer los algoritmos de inteligencia artificial? ¿Cómo se están utilizando?

Existen ya incluso organizaciones como Climate Change IA, fundada en 2019, en la que voluntarios, académicos e industria afirman que la inteligencia artificial es una herramienta indispensable en la lucha contra el cambio climático.

Veamos algunos proyectos que ya son una realidad.

Todos los aparatos eléctricos influyen en el cambio climático.iStock.

Menor consumo energético

Todos los aparatos eléctricos influyen en el cambio climático. No son los responsables principales pero todo suma. Las computadoras pueden emitir hasta 200 gramos equivalentes de carbono por cada hora de uso. Y recuerda, incluso en modo de stand-by, una computadora está consumiendo energía.

En Google, la cantidad de computadoras, supercomputadoras y servidores en funcionamiento es enorme y, por ello, la preocupación por la cantidad de energía consumida. En 2016, DeepMind logró un ahorro en el consumo de energía de los centros de datos de Google de un 40%Lo hizo utilizando el aprendizaje automático para estudiar todos los datos de consumo de los servidores y entender la forma más eficiente de funcionar considerando más de 100 variables

La mala calidad del aire es uno de los problemas más graves de México y del mundo.iStock.

Monitoreo de la calidad del aire

La mala calidad del aire es uno de los problemas más graves de México y del mundo. Según la OMS casi toda la población mundial (un 99 %) respira un aire de calidad pobre.

Los Sistemas de Monitoreo de la Calidad del Aire (SMCA) permiten medir y conocer en tiempo real los niveles de contaminantes presentes en el aire de 103 ciudades y zonas metropolitanas de México. Después, los algoritmos de inteligencia artificial analizan los niveles de contaminación y realizan predicciones sobre la evolución de estos niveles. Hay muchas grandes ciudades, como Barcelona, en la que se están llevando a cabo este tipo de estudios

La deforestación disminuye la capacidad de almacenamiento de carbono que tienen los árboles.iStock.

¿Cuántos árboles hay?¿Cuánto carbono almacenan?

Durante la fotosíntesis, los árboles eliminan el carbono de la atmósfera terrestre y lo almacenan. Por ello, es crucial impedir las prácticas, como la deforestación, que disminuye la cantidad de vegetación. Además, es importante conocer cuántos árboles hay en el planeta y cuánto carbono son capaces de almacenar para averiguar su papel en la lucha contra las emisiones de CO2.

La NASA es parte de un equipo internacional que ha mapeado miles de millones de árboles en algunas regiones secas de África (como el Sáhara y Sudán ) para determinar la cantidad de carbono que almacenan.

Los algoritmos usan el aprendizaje automático para identificar árboles individuales utilizando más de 300000 imágenes obtenidas con los satélites QuickBird-2, GeoEye-1, WorldView 3. Previamente fueron entrenados para poder realizar esta tarea obteniendo un acuerdo de un 97 % con los resultados humanos.

El resultado de todo este trabajo es que hay más árboles de lo que se pensaba anteriormente pero que su capacidad de almacenamiento de carbono es menor de lo que los modelos habían predicho.

Observación y predicción

Lo que mejor se le da a la IA es lidiar con grandes cantidades de datos así que se está utilizando el aprendizaje automático para que los algoritmos se entrenen con cientos de miles de datos de satélites y estudios científicos. Así pueden, por ejemplo, detectar dónde se están produciendo emisiones de gases invernadero. Además, los algoritmos usan toda esta información para hacer predicciones sobre, por ejemplo, cuándo se sobrepasará el límite marcado para el aumento global de la temperatura, entre 2033 y 2035

Referencias:

● ChatGPT, OpenAI 

● Sub-continental-scale carbon stocks of individual trees in African drylands. C. Tucker y colaboradores, Nature, 615, 80, 2023. 

● NASA Global Climate Change 

● WHO Ambient air quality database, 2023. 

● Data-driven predictions of the time remaining until critical global warming thresholds are reached. N. S. Diffenbaugh y E. A. Barnes, PNAS, 120, 6, 2023. 

 

Fuente: Esto es lo que puede hacer la inteligencia artificial en la lucha contra el cambio climático (muyinteresante.com.mx)

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