PGV - Edición 481- Miércoles 13, septiembre, 2023 - ¿Qué es un país inviable económica, política v socialmente?- y más temas en PGV
PGV - PLURIVERSIDAD GLOBAL PARA LA VIDA - PGV
- La universidad grande de la Vida - pluriprofesional, incluyente misionalmente
Escuela de librepensamiento: estudia, crea y gestiona conocimiento en procura de sembrar, cultivar y sostener convivencia global dignificante
*****
¿Qué es un país inviable económica, política v socialmente?
Hugo Arias - IA-PGV-BOT
Un país económica, política y socialmente inviable: Características y Consecuencias
Un país que se considera económica, política y socialmente inviable enfrenta profundas crisis en estas tres dimensiones esenciales para el desarrollo y la estabilidad. Veamos en detalle qué implica esta inviabilidad en cada aspecto y las consecuencias que conlleva:
1. Inviabilidad económica:
-Características: Un país inviable económicamente se caracteriza por la falta de crecimiento sostenible, alta inflación, deuda insostenible, desempleo crónico, y una dependencia excesiva de fuentes de ingreso volátiles, como las commodities (Stiglitz, 2002).
- Consecuencias: Estos problemas económicos llevan a la pobreza, la falta de oportunidades, y la emigración masiva en busca de mejores condiciones de vida.
2. Inviabilidad política:
- Características: En el ámbito político, la inviabilidad se refiere a la falta de gobernabilidad, la corrupción endémica, la ausencia de un Estado de derecho, y sistemas políticos que no representan adecuadamente a su población (Putnam, 1993).
- Consecuencias: Esta situación puede llevar a la desconfianza y desilusión con las instituciones, lo que puede resultar en protestas, disturbios y, en casos extremos, revoluciones o golpes de Estado.
3. Inviabilidad social:
- Características: Un país inviable socialmente presenta fracturas y tensiones entre diferentes grupos, falta de cohesión social, altos niveles de desigualdad, y carencia de servicios básicos como educación y salud de calidad (Sen, 2001).
- Consecuencias: Estos problemas pueden resultar en conflictos internos, una población descontenta y desunida, y la incapacidad de alcanzar consensos nacionales sobre cómo avanzar.
Consecuencias generales de la inviabilidad:
Cuando un país es inviable en estas tres dimensiones, las consecuencias pueden ser desastrosas:
- Fuga de capitales y cerebros: Las personas y empresas pueden buscar oportunidades en lugares más estables, llevándose consigo recursos valiosos (Bhagwati & Hamada, 1974).
- Desplazamiento y refugiados: Las crisis pueden provocar desplazamientos masivos, creando presiones sobre países vecinos y exacerbando tensiones regionales (Betts, 2013).
- Intervención internacional: La inviabilidad puede atraer la intervención de actores internacionales, ya sea en forma de sanciones, ayuda humanitaria, o incluso intervenciones militares.
- Pérdida de potencial humano: La falta de oportunidades y servicios básicos puede resultar en una población que no alcanza su máximo potencial, con pérdida de talentos y habilidades.
Superar la inviabilidad:
Aunque un país pueda parecer inviable en un momento dado, no significa que esta condición sea permanente. Con liderazgo adecuado, políticas acertadas, y apoyo internacional, muchos países han logrado revertir su curso y embarcarse en caminos de desarrollo y estabilidad (Collier, 2007).
Referencias:
- Stiglitz, J. E. (2002). Globalización y sus malestares.
- Putnam, R. (1993). La tradición cívica.
- Sen, A. (2001). Desarrollo y libertad.
- Bhagwati, J., & Hamada, K. (1974). The Brain Drain, International Integration of Markets for Professionals and Unemployment.
- Betts, A. (2013). Survival Migration.
- Collier, P. (2007). The Bottom Billion.
Es fundamental notar que la categorización de un país como "inviable" no es estática ni absoluta. Las naciones pueden evolucionar, enfrentar sus problemas y transformarse. Es un proceso que requiere tiempo, esfuerzo y, sobre todo, voluntad política.
Vietnam del Siglo XXI
Han quedado atrás diferencias de otra época, cuando las dos partes
tenían concepciones radicalmente opuestas de la economía, el estado y la
sociedad. La causa de la defensa del territorio y de las tradiciones
vietnamitas animó a muchos a tomar las armas y comprometerse en la expulsión de
un enemigo foráneo que había ido a esas lejanías a “cumplir con el deber” de
frenar la expansión del comunismo. Les quedó encima, eso sí, un modelo político
– económico insuficiente para conducir rápidamente al progreso en la carrera
del desarrollo.
A diferencia de caciques anacrónicos que, en otras partes del mundo,
piensan todavía como hace medio siglo y dan palos de ciego contra el demonio
norteamericano, al que culpan de todos sus males, los comunistas vietnamitas no
tienen reatos en hacer alianzas estratégicas con ese monstruo, en el campo de
la tecnología, en busca de un lugar para su país en el mundo del futuro.
Con el presidente de los Estados Unidos se hicieron presentes hace unos
días en Vietnam directivos de Google, Intel, Boeing, Amkor, Marvell, Microsoft,
Synopsis, Honeywell y otros “apellidos” de empresas representativas de lo más
refinado del establecimiento capitalista de espectro mundial, presumiblemente
comprometidas, por definición, con la causa del “imperialismo yanki”.
De parte de Vietnam concurrieron al encuentro directivos de compañías
como VinFast, que produce automóviles eléctricos y cotiza en Nasdaq, MoMo, del
manejo electrónico de dinero, VNG, de internet, FTP, la gigante tecnológica del
país asiático y Vietnam Airlines, entre otras. La idea era realizar una “Cumbre
de Innovación e Inversión” orientada a forjar asociaciones y acuerdos de
cooperación entre los dos países.
Los encuentros concluyeron con la compra de 50 Boeing 737 Max para la
aerolínea nacional, y la inversión de varios billones de dólares por las
empresas americanas en emprendimientos conjuntos para la elaboración de
semiconductores, la producción de chips, la aplicación de inteligencia
artificial en “soluciones generativas” adaptadas a las necesidades de Vietnam,
el almacenamiento de energía, y el aprovechamiento de “tierras raras”,
abundantes en el país asiático y útiles para la fabricación de vehículos eléctricos
y turbinas eólicas.
Adicionalmente, se abrieron las puertas para la posible expansión de
empresas vietnamitas hacia el mercado de los Estados Unidos y su figuración en
cadenas de suministro global, cuya seguridad y mantenimiento importan tanto a
los norteamericanos. Con todo lo cual queda atrás, a través de realizaciones
conjuntas, ese pasado amargo y sangriento de las relaciones entre los dos
países, para abrir paso a una nueva era de “asociación estratégica integral”.
Para las dos partes el encuentro se realizó con el trasfondo de las
consecuencias que los acuerdos realizados puedan tener respecto de las
relaciones de cada quién con China. En ese sentido, los Estados Unidos
consiguen un nuevo logro en su agenda de contención de China en todos los
tableros posibles. La amistad con el gobierno y las causas comunes con los
empresarios de Hanoi aumentan el espectro de su presencia en el gran escenario
geográfico de Asia Pacífico, donde refuerzan alianzas desde Australia hasta el
Japón, pasando por Filipinas y Corea del Sur.
Los vietnamitas tienen experiencia milenaria en el trato con el gigante
chino. Saben muy bien hasta qué punto llegar sin deteriorar una relación
siempre importante y digna de atención, pero que no puede ser obstáculo para el
proyecto de poner al país en órbitas más allá del escenario regional. También
les conviene dar señales de independencia ante las acciones de Pekín en el Mar
del Sur de China, donde barcos de pesca y buques de exploración petrolera y
gasífera vietnamitas son objeto de permanente hostilidad.
Resulta interesante observar cómo, de parte de un régimen que jamás ha
renunciado a su identidad comunista, no sale la retrógrada propuesta Siglo XX
de “combatir y derrotar al imperialismo en donde quiera que se encuentre” y
castigarlo, a punta de discursos, por la culpabilidad que se le atribuye
respecto de los males de los demás.
Es curioso que, a estas alturas de la historia, los
vietnamitas no menosprecien de manera implacable al imperio americano por los
crímenes que de verdad cometió en la guerra implacable que libró en su
territorio. En lugar de eso, como que de pronto han encontrado más inteligente,
más futurista, más pragmático y realista, tener con el antiguo enemigo una
nueva relación de mutuo beneficio, sin tocar el fondo de las profundas
diferencias políticas que puedan subsistir.
Parecería que, como lo hicieron los chinos en su
momento, Vietnam estuviera buscando convertirse en una de las fábricas del
mundo y cobrarle a su antiguo enemigo, varias décadas más tarde, la deuda de la
guerra, no en muertos sino en transferencia de tecnología y otros factores de
progreso requeridos por un país que no quiere ser, como otros, paria
vociferante en medio de una borrachera de resentimiento hacia los que todavía
marcan el paso de la marcha del progreso en aspectos no necesariamente resultantes
de la inspiración política.
Se nota que en Vietnam “no ha pegado” el llamado a no
crecer, a no invertir, y a tratar de dejar fuera de lugar al fantasma del
capitalismo, para conseguir de esa manera su destrucción. Más bien se tiene la
sensación de que los vietnamitas buscarían meterse en las entrañas del monstruo
para apropiarse de elementos que no tienen partido y cuya no actualización va
dejando rezagados a los que creen que pueden frenar la marcha del mundo a punta
de discursos.
De pronto la nueva relación de Vietnam con los Estados
Unidos es un reflejo anticipado del mundo del mañana, con actores que en lugar
de palabrería deberán ostentar capacidad científica y tecnológica para
participar con idoneidad en las discusiones sobre el progreso de la humanidad.
Todo, en este caso, con la autoridad de quienes en su momento derrotaron y
sacaron corriendo al imperialismo de su país.
¿Podría el universo ser un
ordenador cuántico gigantesco?
La idea de
que el universo podría estar regido por reglas de computación, de las cuales
surge toda la complejidad que conocemos, ha ganado fuerza desde que fue
propuesta por primera vez hace ya unas décadas. Pero, ¿tiene algún sentido esta
propuesta?
La historia de la ciencia, y de la física en concreto, está llena
de propuestas antintuitivas y
aparentemente imposibles que han acabado haciéndose realidad. Si bien
es cierto que la grandísima mayoría de ellas acaban en el olvido, algunas, las
correctas, consiguen triunfar a pesar de la adversidad. Cuando se habla de
algún descubrimiento científico del pasado o de la primera vez que alguien
propuso cierta hipótesis o teoría, es habitual mencionar que no recibió apoyo, o recibió rechazo, del
resto de la comunidad científica de la época. La proliferación de teorías tan
alejadas de lo cotidiano como la Relatividad (ambas,
la especial y la general) de Einstein o la Mecánica Cuántica ha
acelerado este tipo de propuestas.
Una de ellas se la debemos a Edward
Fredkin, que falleció el pasado junio sin demasiado alboroto. A pesar de
que a día de hoy sigue siendo controvertida, ha ganado apoyo la noción de que
las leyes físicas, las leyes del universo, son el
resultado de un algoritmo de computación, propuesta y defendida por Fredkin
durante décadas.
La idea de que el universo podría funcionar como un gigantesco ordenador
ha ganado fuerza en las últimas décadas. Foto: Istock
Edward
Fredkin nunca terminó sus estudios universitarios en Caltech, alistándose en
las Fuerzas Aéreas del ejército estadounidense al poco de abandonar la
universidad para convertirse en piloto. Allí supieron reconocer su talento y le
mandaron a estudiar informática al MIT en 1956. Acertaron, pues acabó
abandonando el ejército y fundando su propia compañía especializada
en el desarrollo de software y hardware para el procesado de imágenes. Sin
embargo no llegó a desvincularse de la universidad y acabaría volviendo
al MIT como profesor en 1968, a pesar de no contar siquiera con un
graduado.
A finales
de los 60, cuando la inteligencia artificial todavía
era algo teórico, Fredkin fue capaz de entender los desafíos que traerían
máquinas capaces de aprender y de tomar decisiones. Intentó impulsar encuentros
internacionales en los que discutir estos temas, sin mucho éxito. Donde sí tuvo
éxito fue en su esfuerzos por desarrollar la computación reversible.
Un ordenador digital convencional se compone de puertas lógicas (AND, OR, XOR,
etc) en las que dos señales de entrada producen una de salida, siguiendo la
lógica de cada puerta. Tras el cálculo, la información contenida en las señales
de entrada se pierde, transformándose en calor o algún tipo de energía menos
útil, haciendo el proceso irreversible. Fredkin buscó, con la ayuda
de Margolus y Toffoli, crear mecanismos que permitieran una computación
reversible. Tal y como demostraron en un artículo de 1982, esto podría
construirse utilizan puertas con tres entradas y tres salidas, de
forma que el sistema pudiera funcionar reversiblemente, sin perder energía.
En un
principio esto quedó en una mera curiosidad, pues aunque las matemáticas
afirmen que es posible, la computadora física deberá obedecer las leyes
de la termodinámica. Aún así Fredkin creía que sus resultados podrían
ayudar a construir computadoras más eficientes. Pero al equipo de Fredkin se le
escapaba una cosa que a su colega Richard Feynman no: las
simulaciones de fenómenos cuánticos requerirían computadoras cuánticas,
como propuso en el simposio de la Física de la Computación organizado por
Fredkin y Toffoli. Aquella charla de Feynman se considera el empujón inicial
que dio comienzo a la era de los ordenadores cuánticos. Era que ha tenido unos
inicios lentos pero que a día de hoy, cuarenta años después, ya está dando sus
primeros resultados.
La
computación reversible de Fredkin fue uno de los desarrollos que establecieron
las bases necesarias para concebir la computación cuántica, aunque su enfoque
inicial había ido en otra dirección. La contribución de Toffoli utilizaba
una analogía aparentemente inofensiva, mostrando cómo los cálculos matemáticos
podrían representarse por los choques, completamente reversibles, de bolas de
billar. Según Toffoli, estos conceptos de computación podrían
ser una mejor forma de trabajar en física que las ecuaciones diferenciales que
suelen utilizarse para describir el movimiento y el cambio. Fredkin llevó esta
idea al extremo proponiendo que todo el universo podía entenderse
como una computadora.
Para
Fredkin el universo sería un “autómata celular”, un conjunto de celdas
que evolucionan en función del estado de las celdas situadas a su alrededor. A
partir de reglas simples podrían generarse todas las complejidades del cosmos,
incluida la vida. No fueron los primeros en proponer este tipo de días, ni
serían los últimos, pero sí fueron de los más activos en este campo. Sus ideas,
por supuesto, no entusiasmaron.
Desde
entonces científicos de la talla de Stephen Wolfram, Gerard ‘t Hooft y
John Wheeler han hecho avances de diferente magnitud, dentro de estas
ideas. Estas propuestas son bastante diferentes a la idea más reciente de que
vivimos en una simulación de ordenador, popularizada
por la película Matrix. La idea del universo digital propone
que las condiciones iniciales y las reglas de computación que han dado lugar al
universo surgieron de forma natural, mientras que la hipótesis de la simulación
propone que el universo en el que vivimos fue creado de forma deliberada por
algún tipo de civilización avanzada, como parte de un experimento o incluso de
un juego.
Hay quien
cree que si tuviéramos acceso a la escala de Planck, las escalas
espaciales y temporales más pequeñas concebibles según la física actual,
podríamos tal vez comprobar si el universo funciona como una gran computadora.
Sin embargo estas propuestas están todavía muy lejos de recibir una
comprobación experimental y siguen perteneciendo al dominio de lo
teórico.
Referencias:
- David L. Chandler, Could the Universe be a giant quantum
computer?, Nature 620, 943-945 (2023) doi:
https://doi.org/10.1038/d41586-023-02646-x
Fuente: ¿Podría el universo ser
un ordenador cuántico gigantesco? (muyinteresante.es)
*****
El Banco Mundial habría gastado miles de millones de dólares respaldando
combustibles fósiles
Un estimado reciente, desarrollado por el grupo Urgewald, que rastrea la
financiación mundial de los combustibles fósiles, encontró que aproximadamente
3.700 millones de dólares en financiación al comercio del Banco Mundial habrían
ido al sector de petróleo y gas el año pasado.
Aproximadamente 3.700 millones de dólares habrían
ido al sector de petróleo y gas el año pasado. EFE/EPA/CAROLINE BREHMAN
Foto: EFE - CAROLINE BREHMAN
El Banco Mundial, una de las instituciones financieras más
conocidas a nivel mundial, habría gastado hasta 3.700 millones de dólares en
financiación del comercio en el sector del petróleo y el gas. La
financiación del comercio es una forma especial de financiación que se utiliza
para facilitar transacciones mundiales, especialmente durante períodos de
dificultad económica.
Un nuevo estudio,
desarrollado por el grupo Urgewald, que rastrea la financiación mundial de los
combustibles fósiles, encontró que miles de millones de dólares en financiación
comercial del Banco Mundial “probablemente” acabaron financiando explotaciones
de combustibles fósiles en 2022.
La investigación fue
realizada por Heike Mainhardt, quien resaltó, entre otras cosas, que es
importante que ciertas transacciones del Banco Mundial sean transparentes. Como
explicó en el artículo, la financiación del comercio es una parte importante “y
cada vez mayor” del presupuesto de la Corporación Financiera Internacional, el
brazo financiero privado del Banco Mundial.
A pesar de esto, más del 70 % de estos recursos se distribuyen
“en secreto”, subrayó el nuevo documento. Y, además, la financiación del
comercio puede utilizarse para el petróleo, el gas o el carbón y
sus bienes conexos. Aunque el Banco Mundial sí ha prometido dejar de dar
recursos para los combustibles fósiles, esto solo aplica para la financiación
directa y no a la financiación comercial.
“Los tipos de
bienes y empresas que financia ni siquiera se comunican a los accionistas del
Banco Mundial, es decir, a nuestros gobiernos. El público tiene derecho a saber
adónde va a parar todo este dinero”, anotó Mainhardt en el documento.
Dijo a The Guardian, además, que el Banco Mundial “no puede
decir que está alineado con el Acuerdo de París, porque no hay suficiente
transparencia para poder decirlo”. Pidió no solo asegurar una mayor
transparencia en las transacciones, sino también excluir de sus préstamos la
financiación de combustibles fósiles)
¿Cómo se llegó
al estimado de la plata del Banco Mundial que estaría yendo a proyectos de ese
tipo? Mainhardt explicó que, aunque hace falta mucha transparencia en las
transacciones, la Corporación Financiera Internacional sí tiene algunos datos
que permiten dar una cifra aproximada.
A partir de los compromisos y proyecciones de inversión de dos
programas en específico, la investigadora determinó la cifra de dinero que
estima que está financiando proyectos relacionados únicamente a petróleo y gas.
Uno de los datos principales que usó fue el hecho de que la Corporación
Financiera Internacional financia varios proyectos en el Medio Oriente y países
de África donde las fuentes principales de ingreso son los proyectos fósiles.
¿Qué es la
financiación para el comercio? Según el Banco Mundial, esta financiación puede
adoptar muchas formas, desde un crédito a corto plazo, un préstamo o las
llamadas cartas de crédito. En todo caso, anota, “Tanto las transacciones
nacionales como las transfronterizas dependen de la financiación del comercio.
Cada vez que un buque portacontenedores va de Singapur a Rotterdam, el dinero
fluye en la dirección opuesta. Y no hablamos solo de productos acabados. Un
cultivador de algodón en Uzbekistán, un productor textil en Bangladesh y una
fábrica de ropa en Hong Kong pueden ser receptores o proveedores de crédito
comercial”.
Científicos descubren método
barato y eficaz para reciclar plástico: está en las cocinas
12, sept.,
2023
El
cloruro de sodio (la sal de mesa) puede superar a materiales mucho más caros
que se están explorando para ayudar a reciclar plásticos, según
han demostrado investigadores de Michigan State.
Aunque
históricamente los plásticos se han comercializado como reciclables, la
realidad es que casi el 90 % de los residuos plásticos en Estados
Unidos terminan en vertederos, incineradores o como contaminación en
el medio ambiente.
La sal de mesa está compuesta por dos minerales
cloruro y sodio.© Proporcionado por Semana
Una de las razones por las que
los plásticos se han vuelto tan desechables es que los materiales recuperados
del reciclaje no son lo suficientemente valiosos como para gastar el
dinero y los recursos necesarios para obtenerlos.
Según las proyecciones del
equipo, liderado por Muhammad Rabnawaz, profesor asociado de la Escuela de
Embalaje de la Universidad de Michigan State, la sal de mesa podría cambiar la
economía y reducir drásticamente los costos cuando se trata de un proceso de
reciclaje conocido como pirólisis, que funciona mediante
una combinación de calor y química.
Aunque Rabnawaz esperaba que la
sal tuviera un impacto debido a lo bien que conduce el calor, todavía le
sorprendió lo bien que funcionó. Superó a los costosos catalizadores (productos
químicos diseñados para estimular reacciones) y cree que su equipo
acaba de empezar a aprovechar su potencial.
Enfermedades que producen la sal y el azúcar.© Proporcionado
por Semana Colombia
La pirólisis es un proceso que
descompone los plásticos en una mezcla de compuestos más simples a base de
carbono, que se presentan en tres formas: gas, aceite líquido y cera sólida.
Ese componente de cera a menudo es indeseable, dijo en un comunicado Rabnawaz,
pero puede representar más de la mitad de los productos, en peso, de los
métodos de pirólisis actuales. Esto ocurre incluso cuando se utilizan
catalizadores, que son útiles, pero a menudo pueden ser tóxicos o
prohibitivamente costosos para su aplicación en la gestión de residuos
plásticos.
El platino, por ejemplo, tiene propiedades catalíticas muy
atractivas, por lo que se utiliza en convertidores catalíticos para reducir las
emisiones nocivas de los automóviles. Pero también es muy caro, por eso los
ladrones roban los catalizadores.
Aunque
es poco probable que los ladrones roben materiales a base de platino de un
sofocante reactor de pirólisis, intentar reciclar plásticos con esos
catalizadores aún requeriría una inversión considerable de millones, si no
cientos de millones, de dólares, dijo Rabnawaz. Y los catalizadores
actuales no son lo suficientemente eficientes como para justificar ese costo.
Al utilizar sal de mesa como catalizador para pirolizar
poliolefinas, el equipo produjo principalmente aceite líquido que contenía
moléculas dehidrocarburos similares a las que se encuentran en el combustible
diesel, dijo Rabnawaz. Otra ventaja del catalizador de sal, demostraron los
investigadores, es que puede reutilizarse.
“Se
puede recuperar la sal simplemente lavando el aceite obtenido con agua”,
dijo Rabnawaz.
En su estudio, publicado en Advanced Sustainable Systems,
los investigadores también demostraron que la sal de mesa ayudó en la pirólisis
de películas plásticas metalizadas, que se usan comúnmente en envases de
alimentos, como bolsas de papas fritas, que actualmente no se reciclan.
Aunque
la sal de mesa pura no superó a un catalizador de platino y alúmina, el equipo
también probó con películas metalizadas, los resultados fueron similares y
la sal tiene una fracción del costo.
*Con
información de Europa Press.
Fuente: Científicos descubren método barato y eficaz para reciclar plástico: está en las cocinas (msn.com)
*****
Comentarios
Publicar un comentario