PGV- Edición 445- Miércoles, 10, mayo, 2023 - "SI DIOS ME OBSEQUIARA UN TROZO DE VIDA..." y más temas hoy

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SI DIOS ME OBSEQUIARA UN TROZO DE VIDA... (*)

Carta de Gabriel García Márquez

Cuando Gabriel García Márquez se retiró de la vida pública por padecer cáncer linfático, envió una carta de despedida a sus amigos, y gracias a internet está siendo difundida.

Dice así:

“Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.


Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría  más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.


Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.


Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.


A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar.
A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…. He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subirla escarpada.


Me apartaría de los necios, los habladores, de las gentes con malas costumbres y actitudes.


Sería siempre honesto y mantendría llenas de amor y de atenciones a las personas a mi alrededor, siempre trataría de dar lo mejor…


He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.


He aprendido que un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.


Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.


Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón.


Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma.

Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.


Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuánto te quiero, que nunca te olvidaré.


El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento”, “perdóname”,  “por favor” , “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.


Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. 

Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.


Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuánto te importan.

Gabriel García Márquez

(*) Este texto fue recomendado para publicación en PGV, por el Ing. Agr. Fabio Barrero.  

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El mal ejemplo de Sudán


(*) Por Eduardo Barajas Sandoval

Los líderes sudaneses terminaron por arreglar sus cuentas llevando la polarización causada por sus diferencias al punto de no retorno de la violencia. Esto a costa de la paz que decían defender y del sacrificio de todo el país.

Una vez más, un pueblo inerme, no avezado en cuestiones políticas, y poco enterado de detalles en cuanto a las urgencias de poder de quienes se disputan el control del estado, resultó atrapado en medio de los tiros que sus dirigentes resolvieron utilizar para dirimir sus diferencias. Intento siempre infortunado de solución, en lugar de apelar a la palabra, la razón, el juego democrático abierto y argumentos válidos para que las decisiones sobre el destino de un país se tomen dentro de un estado de derecho.

Ubicado en un lugar de amplia relevancia estratégica, con costa sobre el Mar Rojo, a la vuelta del Canal de Suez y del Golfo Pérsico, y con su capital construida en el justo sitio donde se unen el Nilo Azul, que viene de Etiopía, y el Blanco, que sale del Lago Victoria, para formar el gigante Nilo de las grandes historias, todo lo que suceda en Sudán reviste importancia más allá de sus fronteras, pues además se trata de uno de los países más grandes de África. No solamente las potencias mundiales y regionales tienen la mirada puesta en el país, sino que ellas, y los tradicionales impulsores del negocio de la guerra, toman partido o aprovechan ocasiones como la presente para contribuir sin reatos a la confrontación armada como medio “imitable” de manejo de conflictos políticos internos.

El drama sudanés no es reciente. Para no remontarse a épocas antiguas, sólo en el año 53 del siglo pasado, favorecido por la revuelta egipcia contra los poderes europeos, Sudán surgió como estado independiente. Hasta entonces había estado bajo el ”condominio” que en su territorio ejercían británicos y egipcios, estos últimos nominalmente. De ahí en adelante, y con la separación de Sudán del Sur, que pasó a ser independiente, no ha cesado en la división entre quienes buscan adoptar la forma de un verdadero estado de derecho, y quienes prefieren usar las armas al servicio de sus pretensiones políticas.

Los rivales de hoy en algún momento se aliaron para dar al traste con la dictadura islamista de Omar al-Bashir, en 2019. Entonces trataron de hacer andar el país con apoyo popular y la promesa de desembocar en un sistema democrático, hasta que uno de ellos, Abdel Fattah al-Burhan, resolvió disolver a las malas el “Consejo de Transición”, en 2021, para quedarse con el poder, a la cabeza de las Fuerzas Armadas de Sudán, con lo cual desterró de un tajo las posibilidades de avance democrático.

El otro contendiente, Muhammad Hamdan Dagalo, quien se hace llamar Hemedti, formó parte del mismo “Consejo” y lidera las “Fuerzas de Apoyo Rápido”, una milicia devenida en fuerza paramilitar, creada en su momento por al-Bashir, ahora con fuerte raigambre en la región de Darfur, financiada por el poder económico de su líder y el control de minas de oro y la mayor refinería de petróleo del país, entre otras sólidas fuentes de sostenimiento.

Ya se ha podido ver que, además de la destrucción de sectores de la ciudad de Jartum, objeto de ataques según la ubicación de edificios públicos, instalaciones militares o lugares estratégicos, la contienda es simplemente un desastre sin ganadores previsibles, que lo único que produce es el desplazamiento de personas inocentes, la radicalización de la sociedad y la destrucción de la economía. Con la amenaza de que, entre más dure la confrontación fratricida, mayores son las posibilidades de que al conflicto se sumen intereses y actores extranjeros, de pronto atraídos por los mismos protagonistas del enfrentamiento. La violación de los ceses del fuego pactados hasta ahora muestra las características del conflicto y no deja claridad sobre sus perspectivas.

Las cosas en Sudan pueden llegar a tomar un rumbo marcado por la extensión de la sombra del modelo destructivo del conflicto de Ucrania, más allá del Mar Rojo. Con el agravante de que se han presentado ya incidentes de ataque contra habitantes no árabes del país, algo que preocupa por su naturaleza contagiosa, que podría revivir episodios dramáticos y repudiables a lo ancho del continente africano, lleno de tribus que configuran un mapa diferente del de los estados surgidos de la descolonización europea.

Todo depende de la forma como reaccionen particularmente los países limítrofes y en particular poderes como el propio Egipto, los Emiratos Árabes Unidos y Arabia Saudita. Sin que se descuente el interés de los Estados Unidos por ejercer otra vez como potencia tutelar y el de Rusia de sostener un régimen autoritario en Jartum con el que pueda pactar el establecimiento de una base sobre el Mar Rojo.

Cualquiera que sea el epílogo de la confrontación actual en Sudán, que aún no se vislumbra, van quedando lecciones, particularmente sobre las implicaciones de abandonar la opción de la competencia democrática abierta, con la concurrencia de varios poderes y protagonistas elegidos, tanto en el ejecutivo como en el legislativo, sin que nadie pretenda tener la exclusividad del apoyo popular y se crea con derecho a hacer lo que desee, por encima de los otros poderes.

La modalidad de trámite de la disputa por el poder en Sudán viene a refrendar lo que en una época se vino a llamar el “modelo africano” de competencia por imponer la voluntad de uno u otro caudillo. Como si quisieran devolver a la fuerza el reloj de la historia. Así, al reemplazar con la violencia la lucha por la obtención y consolidación de instituciones democráticas, no solamente dañan la vida de millones de inocentes, sino que se aumenta el riesgo de afectar la vida de otros estados del continente, y más allá, donde quiera que la megalomanía de los jefes, envalentonados en con la opción de contar con una fuerza armada, hagan uso de ella con motivaciones políticas.

Con algo lo mismo de lamentable, también bajo el primitivo modelo africano, como la perspectiva del ejercicio del poder en favor exclusivo y excluyente de los amigos del gobernante, cuya responsabilidad verdaderamente democrática debe ser la de gobernar para todos.

(*) Exembajador de Colombia. Director y moderador del Observatorio de actualidad Internacional de la U. del Rosario. Exrector Universitario. Decano y docente titular en U. del Rosario. Analista y escritor sobre temas de Relaciones internacionales, gobernanza y geopolítica.


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México está sembrando nubes para hacer lluvia; los científicos no están seguros de que funcione

Los investigadores cuestionan la inversión del gobierno, dadas las incertidumbres sobre la tecnología.

·         Myriam Vidal Valero

El gobierno mexicano ha trabajado con miembros de su Fuerza Aérea para dispersar partículas en las nubes con el objetivo de aumentar las precipitaciones. (Traducción al español: El gobierno mexicano ha trabajado con miembros de su Fuerza Aérea para dispersar partículas dentro de las nubes con el objetivo de incrementar la precipitación.) Credit: Jesús Bustamante/Reuters

Agricultores en México desesperados por lluvia están pidiendo a su gobierno que 'bombardee' las nubes. El país está experimentando su segunda peor sequía en una década, y los agricultores temen por sus cultivos y su ganado. Así que le han pedido al gobierno mexicano que use tecnología de siembra de nubes para ayudarlos.

En marzo, la Comisión Nacional para Zonas Áridas (Conaza), una dependencia del Ministerio de Agricultura del país, anunció que lanzaría un programa de estímulo de lluvias en los estados nororientales y noroccidentales de Tamaulipas y Baja California, respectivamente.

Sin embargo, los científicos advierten que hay poca evidencia de que la siembra de nubes funcione, a pesar de que el gobierno mexicano dice que ha tenido éxito. La idea detrás de la siembra de nubes es dispersar partículas, generalmente yoduro de plata cristalino, en nubes. Debido a que las partículas tienen una estructura cristalina similar al hielo, atraen gotas de agua para que se nuclearen a su alrededor; finalmente, las gotas se vuelven lo suficientemente pesadas como para caer como lluvia o nieve.

En su mayoría, existe "evidencia teórica" ​​de que la siembra de nubes puede aumentar la precipitación, dice Fernando García, físico de nubes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) en la Ciudad de México. Algunos experimentos rigurosos han dado como resultado un modesto aumento de las precipitaciones. Pero no hay evidencia de que funcione siempre, dice García. “Puedo modificar [una nube]. Lo que no sé es si voy a aumentar las lluvias o incluso a suprimirlas, porque eso también puede pasar”.

La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) de México y Conaza no respondieron a las solicitudes de comentarios de Nature .

Bombardeando las nubes

El gobierno mexicano está trabajando con la empresa Startup Renaissance para implementar su campaña de siembra de nubes. Alejandro Trueba, ingeniero agrónomo y fundador y director de la empresa, se acercó a Sader en 2019 y le ofreció enfrentar la sequía del país con RainMate, una tecnología basada en yoduro de plata que desarrolló para aumentar las precipitaciones. Un año después, Sader decidió lanzar sus esfuerzos de siembra de nubes y Trueba estableció su empresa.


 México comenzó a realizar experimentos de modificación del clima en la década de 1940, dice García, pero la investigación ha sido escasa durante décadas. Desde que Trueba se involucró, Conaza ha ejecutado al menos cinco programas de siembra de nubes, cada uno de los cuales ha enviado aviones a las nubes varias veces. Sobre la base de esas corridas, la agencia ha informado que la tecnología es 98% efectiva para mitigar los efectos de la sequía, que ha extinguido al menos 25 incendios forestales y que ha llenado presas y acuíferos.

A través de una solicitud bajo la ley de acceso a la información de México, Nature solicitó a Conaza documentos que muestren cómo evalúa el éxito del programa. Conaza difundió 150 páginas sobre el programa, con información de 2020 a 2022, en las que afirma que no es una institución de investigación o regulación tecnológica, y que eligió a Startup Renaissance porque la empresa prometía eficiencias superiores al 90% con su tecnología RainMate . Los documentos también muestran que Conaza evalúa el éxito comparando las mediciones de los pluviómetros después de la siembra de nubes con la cantidad de precipitación que se pronosticó previamente para la región.

El problema con este enfoque es que las previsiones meteorológicas no son perfectamente precisas. Las nubes podrían haber producido lluvia de todos modos, sin la siembra de nubes, dice García.

Trueba confirmó a Nature que la compañía está “midiendo [en base a] impactos, y no sobre una base meteorológica científica” para evaluar el éxito.

Sarah Tessendorf, física de nubes del Centro Nacional de Investigación Atmosférica de EE. UU. en Boulder, Colorado, dice que hay algunas pruebas de que la siembra de nubes funciona. Es la científica principal de Seeded and Natural Orographic Wintertime Clouds: The Idaho Experiment (SNOWIE), un proyecto que, en 2020, informó sobre el crecimiento de cristales de hielo y nevadas durante tres carreras de siembra de nubes 1 . Tessendorf y sus colegas estiman que, en un área de aproximadamente 2000 kilómetros cuadrados, esos experimentos generaron una cantidad de nieve equivalente al agua necesaria para llenar 300 piscinas olímpicas.

Sin embargo, ella no sugiere usar la siembra de nubes para terminar con una sequía. “Para empezar, tienes que tener nubes y tormentas para sembrar”, dice ella.

Hay formas de medir si la siembra de nubes ha funcionado, dice Tessendorf. Una es mediante el uso de conjuntos de nubes de control, sembrando algunas nubes pero no otras, donde las condiciones son similares, y ejecutando un experimento estadístico "durante años y años, idealmente décadas", dice ella.

La otra forma es con simulaciones. Los modelos informáticos ahora pueden predecir cómo se comportan las nubes con y sin siembra. Los investigadores comparan los resultados de esos modelos con mediciones de la cantidad de agua que contienen las nubes antes y después de sembrarlas con yoduro de plata, agrega.

Análisis coste-beneficio

En 2022, un comité científico asesor del Sistema Nacional de Protección Civil (Sinaproc) de México desaconsejó a Conaza implementar proyectos de siembra de nubes sin completar tareas como un análisis de costo-beneficio, una verificación del éxito de la tecnología en el aumento de las precipitaciones y estudios para evaluar el impacto ambiental. impactos de yoduro de plata. “De lo contrario, se incurrirá en grandes pérdidas económicas locales, estatales y federales al gastar recursos en proyectos de modificación del clima, cuyas hipótesis de aumento de lluvias no han sido confirmadas”, dijo.


 Preocupados por sus cultivos y ganado, los agricultores le pidieron al gobierno mexicano ayuda frente a la sequía extrema.) Credit: José Luis González/Reuters vía Alamy

Después de recibir la recomendación del comité, Conaza envió una respuesta (una copia de esta fue compartida con Nature). Conaza dijo que, en 2021, las sequías obligaron a los productores agrícolas y ganaderos a solicitar apoyos al gobierno para cubrir las pérdidas financieras que esperaban tener, pero que la secretaría no contaba con los recursos para hacerlo. (Ese año, el gobierno eliminó el Programa de Aseguramiento Agropecuario, que en 2020 contaba con un presupuesto de 605 millones de pesos mexicanos — aproximadamente 33 millones de dólares estadounidenses— y cuyo objetivo era proteger a los trabajadores del campo contra pérdidas relacionadas con el estado del tiempo). Conaza dijo que vio a la siembra de nubes como una solución. Le pidió al comité desestimar su recomendación, citando los éxitos del programa, incluidos el llenado de presas con aproximadamente 30 millones de metros cúbicos de agua para consumo humano.

El programa de siembra de nubes costó aproximadamente 15 millones de pesos mexicanos en 2021, de acuerdo con estimaciones de la Conaza.

La agencia no respondió a las preguntas de Nature sobre su solicitud al comité de retractarse en su recomendación.

Manejo de agua

Incluso si se probara que la siembra de nubes es exitosa, tener más lluvia no resolverá los problemas de agua del país, dice Abelardo Rodríguez, un consultor de economía del agua basado en Querétaro, México. El manejo de agua también es un problema. “La población de México ha aumentado dramáticamente, pero los recursos de agua no”, dice.

Resolver la crisis hídrica de México requiere un conjunto de acciones coordinadas — como mejorar las regulaciones y crear una cultura de conservación entre los ciudadanos y la industria — que son complicadas debido a la política, añade.

Trueba está de acuerdo. Le dijo a Nature que le gustaría ver al gobierno invertir en una estrategia multisectorial para resolver la crisis.

En particular, el país podría invertir más en desalinizar agua, y en el uso de sistemas de irrigación que ahorren agua, dice Guillermo Murray, un científico medioambiental de la UNAM. Pero hacer que el gobierno y sus ciudadanos implementen cambios será un desafío. “Detrás de todo gran problema tecnológico hay un problema social”, dice García.

Nature 617, 16-17 (2023)

doi: https://doi.org/10.1038/d41586-023-01038-5

Spanish translation by Myriam Vidal Valero; translation copyedit by Debbie Ponchner

References

1.     Friedrich, K. et al. Proc. Natl Acad. Sci. USA 117, 5190–5195 (2020).

FUENTE: https://www.nature.com/articles/d41586-023-01038-5

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