PGV - Ed. 426 -Miércoles 28, diciembre, 2022 - GRACIAS: la palabra más linda del año - y más temas hoy.
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¿Puede la gravedad hacer que envejezcas más lento?
El tiempo pasa más rápido en la parte
superior de cada escalera en el mundo que en la parte inferior.
25/12/2022
4 minutos de lectura
Este fenómeno alucinante ocurre porque cuanto más cerca está un objeto
de la Tierra, más fuertes son los impactos de la gravedad. Y debido a que la
relatividad general describe la gravedad como la deformación del espacio y el
tiempo, el tiempo mismo viaja más lentamente a mayores altitudes y mayores
distancias de la Tierra, donde la gravedad tiene un efecto menor.
Entonces, si el tiempo está relacionado con la gravedad, ¿significa eso
que las personas en la cima de las montañas envejecen más rápido que las
personas al nivel del mar? ¿El aumento de la gravedad hace que las personas
envejezcan más lentamente?
“De hecho, para todos los objetos más alejados de un campo gravitatorio,
como la Tierra, el tiempo en realidad se mueve más lentamente”, dijo James
Chin-wen Chou, un físico del Instituto Nacional de Estándares y Tecnología
(NIST) en Boulder, Colorado. “Eso significa que las personas que viven en
altitudes elevadas envejecen un poco más rápido que las que viajan a través del
espacio-tiempo al nivel del mar. La gravedad nos
hace envejecer más lentamente, en términos relativos", dijo
Chou.
"En comparación con alguien que no está cerca de ningún objeto
masivo, estamos envejeciendo más lentamente en una cantidad muy pequeña. De
hecho, para esa persona, todo el mundo que nos rodea evoluciona más lentamente
bajo el efecto de la gravedad", asegura Chou.
Las diferencias son menores pero medibles. Si te sentaras en la cima del
monte Everest, que se encuentra a 8.848 metros sobre el nivel del mar, durante
30 años, serías 0,91 milisegundos mayor que si hubieras pasado esos mismos 30
años a nivel del mar.
Del mismo modo, si los gemelos que viven al nivel del mar se separan
durante 30 años, uno se muda a Boulder, Colorado, a 1600 metros de altura, y el
otro se queda donde está, el gemelo de gran altura sería 0,17 milisegundos
mayor que su gemelo cuando se reencuentren.
En un experimento sorprendente, los investigadores del NIST utilizaron
uno de los relojes atómicos más precisos del mundo para demostrar que el tiempo
corre más rápido incluso a sólo 0,2 milímetros sobre la superficie de la
Tierra. "Estos no son solo cálculos", dijo Tobias Bothwell,
físico del NIST y coautor de un artículo de 2022 publicado en la revista Nature
describiendo el experimento. "Hemos visto el cambio en el tictac de un
reloj a una distancia de aproximadamente el ancho de un cabello humano",
dijo Bothwell.
La clave para comprender por qué los objetos masivos deforman el paso
del tiempo es reconocer que el "espacio-tiempo" es un tapiz de cuatro
dimensiones tejido a partir de tres coordenadas espaciales (arriba/abajo,
derecha/izquierda y adelante/atrás) y una coordenada de tiempo (pasado/futuro).
La gravedad, en un modelo relativista, es como la llamamos cuando cualquier
objeto con masa distorsiona ese tapiz, curvando el espacio y el tiempo como uno
solo.
"Cualquier cosa que posea masa afecta el espacio-tiempo",
señala Andrew Norton, profesor de astrofísica en The Open University en el
Reino Unido. “En la vecindad de un objeto con masa, el espacio-tiempo se
distorsiona, lo que resulta en la flexión del espacio y la dilatación del
tiempo. El efecto es real y medible, pero insignificante en situaciones
cotidianas", dijo Norton.
Sin embargo, cuando se trata de situaciones no cotidianas, este
fenómeno, también conocido como dilatación del tiempo gravitacional, puede
complicarse. Según Norton, los satélites GPS que dan la vuelta al mundo a una
altitud de 20.186 kilómetros deben ajustarse al hecho de que sus relojes
funcionan 45,7 microsegundos más rápido que los relojes aquí abajo, en el
transcurso de 24 horas.
"El efecto más apremiante de la relatividad sobre el paso del
tiempo es probablemente la precisión del GPS", dijo Chou. "Debido a
que los satélites GPS se mueven a altas velocidades y muy lejos de la tierra,
los efectos relativistas de la velocidad y la gravedad deben tenerse en cuenta
cuidadosamente para que podamos inferir nuestra posición en el globo con gran
precisión". Concluye Chou.
Más cerca de casa, está claro que la gravedad, de hecho, nos hace
envejecer más lentamente. Claro, generalmente es solo una cuestión de
milisegundos, y esconderse al nivel del mar no es una estrategia viable contra
el envejecimiento.
Pero el tiempo es
precioso y fugaz, especialmente cuando está lejos de cualquier objeto con masa.
Referencias:
Tobias Bothwell et al.Resolving the gravitational
redshift across a millimetre-scale atomic sample Nature. 2022. https://doi.org/10.1038/s41586-021-04349-7
Matices de una democracia ejemplar
La vigilancia política sobre los actos de gobernantes ya idos, el intento de refuerzo de la representación de los aborígenes en los escenarios institucionales, y la perspectiva de convertirse en una república, marcan elevada temperatura política en el verano de Australia, para algunos una de las democracias ejemplares, mientras el eurocentrismo y el occidentalismo, bajo el impacto del ataque a Ucrania y la embestida del invierno nórdico americano, acaparan la atención del resto del mundo.
El parlamento, a instancias del gobierno de Anthony Albanese profirió moción de censura contra el anterior Primer Ministro, Scott Morrison, por haberse auto designado en secreto, con el beneplácito del Gobernador General, representante de la monarca británica, para el ejercicio complementario de funciones de cinco ministerios, a pesar de que había quienes ocupaban formalmente los cargos, a espaldas de los restantes miembros del gobierno, y de la nación. Aunque la causa hubiese sido la de controlar la pandemia, Morrison obró de manera indebida pues depredó la armonía del funcionamiento del estado, con lo cual faltó a principios elementales del ejercicio de un gobierno responsable, pero sobre todo omitió la transparencia que permitiera saber quién manejaba algunas acciones del gobierno federal.
A pesar de las interpretaciones de persecución aducidas por el sancionado, y aunque el castigo político reviste ahora tan sólo valor simbólico, la solicitud de censura era para el nuevo gobierno cuestión de decoro en el ejercicio del poder. Mal habría podido dejar las cosas quietas, porque el funcionamiento de la democracia exige vigilancia, y la impunidad política no se puede admitir en cuanto demerita la institucionalidad y se convierte en factor multiplicador de la corrupción. En el contexto político del momento, será en todo caso mejor que perdure el precedente de la censura y no el del abuso del poder.
En el seno de esa misma democracia, cumplidora de deberes como el de evitar que quien llegue o se vaya de un cargo se pueda desentender de lo que hizo o dejó de hacer, revive una discusión de importancia en un país cuya versión contemporánea proviene de la acción de colonizadores británicos, sobre la presencia de aborígenes en las más altas instancias institucionales, donde por ahora las comunidades originarias tienen 3 representantes den una Cámara de 151, y 8 en un senado de 76.
Una “Convención Constitucional de las Primeras Naciones”, celebrada en 2017 en Uluru, emitió una declaración cuya esencia fue la de pedir que una "Voz de las Primeras Naciones" se insertara en la Constitución australiana, y que existiera una comisión para supervisar un proceso de "realización de acuerdos" entre el gobierno y los pueblos aborígenes e isleños del Estrecho de Torres. Tras 18 meses de consultas con miles de personas y organizaciones, encuestas y seminarios, un informe recomendó la manera de organizar “La Voz " como cuerpo colegiado de 24 miembros. “La voz” asesoraría al parlamento y al gobierno federal sobre asuntos relacionados con el bienestar social, económico y espiritual de los aborígenes y los isleños del Estrecho de Torres. Parlamento y gobierno estarían obligados a consultarla sobre asuntos como vivienda, empleo, protección del patrimonio y desarrollo comunitario.
El proyecto no ha recibido apoyo bipartidista. No ha faltado quien considere que “La Voz” equivaldría a una tercera cámara del parlamento, ni quien piense que es mejor fortalecer los elementos ordinarios de representación y servicios locales en lugares y regiones habitados por aborígenes. Tampoco ha faltado quien, aún desde la representación parlamentaria aborigen, se oponga al proyecto, aunque en la calle una mayoría creciente ha expresado su aprobación. Impasse que plantea exigencias hacia la clase política, que se verá obligada a responder sobre tema con argumentos democráticos sostenibles, en lugar de dedicarse a hacer cuentas en torno a sus propios intereses, mientras el bipartidismo tradicional parece alejarse de la ciudadanía y pierde fuerza ante el empuje de pequeños partidos y movimientos independientes.
Pero la democracia australiana tiene otro asunto esencial por dilucidar, y es el hecho de que el jefe del estado es un extranjero; en este caso el monarca británico. Algo que, si bien es explicable en cuanto a su origen, en razón de los antiguos lazos coloniales, resulta cada día más extravagante desde el punto de vista de la democracia y la independencia nacional. La desaparición de la Reina Isabel, por quien a lo largo de siete décadas los australianos llegaron a desarrollar especial afecto, descongeló la discusión sobre la necesidad de consolidar simbólicamente la independencia nacional, mediante el abandono de la monarquía.
La alternativa más plausible, sobre la cual no existe todavía claridad social ni política, será la adopción de un modelo republicano. Algo que ya se ha intentado, con resultados negativos, no solamente por la conformidad de la gente respecto de la monarca fallecida, sino por el diseño institucional de reemplazo, que en su momento se consideró entre poco claro, inocuo e innecesario. Cualquier cambio en la materia requeriría una reforma constitucional muy de fondo que exigiría una tarea compleja, en cuanto las instituciones actuales, que con sus defectos ha funcionado, no son otra cosa que adaptación del modelo británico. Un presidente elegido popularmente representaría, dicen los opositores de la idea, una revuelta de consecuencias imprevisibles que cambiaría el talante de la institucionalidad, para pasar a parecerse a los Estados Unidos, opción que no les parece apetecible. Un modelo híbrido, con un presidente elegido por el parlamento, e investido de funciones protocolarias, sería un poco más consecuente con la tradición. Pero la aventura de una reforma de esa talla podría desacomodar el funcionamiento del estado, aunque satisfaría la aspiración de contar con un jefe de estado australiano, propio y presente, y no británico y distante, representado por un gobernador, como reminiscencia inevitable de la era colonial.
Por el momento, en mayo de 2023 el jefe de estado de Australia será coronado en Londres. Con lo cual sin duda se desata un nuevo capítulo del debate sobre si es tiempo de que Australia se deshaga de la monarquía y organice de una vez las cosas para que un autóctono asuma la jefatura del estado federal. Idea que tiene amigos y enemigos y todo un desfile de explicaciones, como bien aprendieron de los británicos, que también muy a su manera expresan profundo respeto por lo que en Australia deseen escoger.
En Australia queda claro que, por adelantada que se considere una democracia, para mantener su vigor es necesario que la transparencia se haga presente en todas las instancias. Que se ejerza una vigilancia política efectiva sobre quienes desempeñen funciones públicas. Que se sepa quién hace cada cosa y quién toma las decisiones. Quién sugiere los nombramientos. A qué criterio obedecen. Que nadie se vaya y quede exento de responsabilidades. Además allí, en ese país de fundación reciente, anteriormente ocupado por aborígenes ahora marginados, se hace evidente, en favor de los valores democráticos, la urgencia de incluir a todos los sectores de la sociedad, de manera satisfactoria, dentro de la organización institucional. También se advierte que, por sólida que parezca la forma como está organizado el Estado, la historia obliga, tarde o temprano, a cambiar. En este caso para dejar atrás de una vez un modelo como el monárquico que, por respetable y funcional que haya sido, cada día pierde vigencia frente a principios elementales de la democracia, dentro de los cuales debe figurar una verdadera independencia nacional, que se puede ver afectada por cuestiones de forma.
Los mejores deseos en el nuevo año para los amables lectores de esta columna.
Diciembre es el domingo del año, pero este diciembre parece el domingo de un siglo. Fue un año largo, pero se nos pasó rápido, fue terrible, pero aprendimos y nos hicimos fuertes, fue de aislamiento, pero estuvimos más cerca que nunca.
Tuvimos miedo, angustia, bronca, dolor, incertidumbre. Estuvimos perplejos, incrédulos, asustados, enojados. Lloramos, aplaudimos, gritamos, nos ayudamos. Enterramos a nuestros muertos sin velorio. Los despedimos en silencio. Crecimos.
Aprendimos epidemiología, tecnología, virología. Supimos de anticuerpos, curvas y PCR, también de Meet, Team, Instagram Live y Zoom.
Nunca nos pasó tanto en tan poco tiempo. Y aquí estamos. Somos sobrevivientes de un tiempo que nos estalló en la cara. Es diciembre y tenemos derecho a emocionarnos. A llorar, a abrazarnos en silencio por tantos abrazos que no nos dimos, a besarnos con el alma, a acariciarnos con las miradas.
Y sabés, vamos a celebrar más que nunca. Porque ahora sabemos lo que el tiempo vale, lo que significa abrir los ojos cada mañana. Llegamos al final y solo es el principio. Porque nos hemos despertado y por eso no fue un año perdido. Si lo sabemos ver habremos ganado más que nunca.
Así que este diciembre tenemos que pensar en algo más importante que los turrones y los arbolitos. Corramos a decirles del amor a los que queremos, salgamos a perdonar a los que herimos, miremos alrededor para ayudar a los que se quedaron en el camino. Y no perdamos tiempo, Seamos mejores. El nuevo mundo nos necesita Unidos para seguir avanzando y para amar la vida más que nunca.
GRACIAS: la palabra más linda del año.
Enviado por Daniel del Valle, Mar del Plata, Argentina
Crédito de la imagen destacada: binaymusic en Pixabay
FUENTE: https://programadar.net/2020/12/31/diciembre-el-domingo-del-ano/
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