PGV - Edición 384 - Miércoles 3, agosto, 2022 - "LA PALABRA TIENE PODER DE VIDA Y MUERTE " - y más temas en PGV

 PGV

¡ PARA TODOS !

PGV - PLURIVERSIDAD GLOBAL PARA LA VIDA - PGV

Escuela de librepensamiento, creadora y gestora de conocimiento para la convivencia global

Sembremos con el ejemplo y la educación para la cultura ciudadana, en todas partes y en todos los  tiempos, semillas de respeto justo y mutuo, verdad y bien. Pronto, florecerá el trabajo honrado y pertinente para todos, generador de  la convivencia justa y dignificante en las familias y en las comunidades de la Tierra. 

*****

En las dunas movedizas de Túnez




Por Eduardo Barajas Sandoval (*)

Una constitución salida de la supuesta inspiración de una sola persona lleva la marca del autoritarismo. Nada mejor que construir, conocer y cumplir un pacto constitucional construido desde lo profundo de la sociedad. La usurpación de ese principio ahuyenta la democracia y abre el paso a la dictadura. No obstante, subsisten escenarios donde tradiciones de cultura política parecen reforzar el eterno retorno de la autocracia.

Túnez, el país que con caudalosa protesta social, bajo el estandarte de “Revolución de los Jazmines”, desató hace una década la “Primavera Árabe”, vive ahora el cierre ominoso de un proceso que en su momento alimentó las esperanzas de millones de ciudadanos de una parte significativa del mundo que sigue en busca de un modelo de democracia ajustado a sus necesidades.

Cuando la policía de Zine el Abidine Ben Ali, que llevaba 23 años el poder, acabó con el puesto de venta ambulante de Mohamed Bouazizi, quien se inmoló en el acto, nadie intuyó que diez días más tarde el dictador terminaría por dimitir, pero que diez años más tarde surgiría un nuevo autócrata para cerrar el círculo del recreo y embutirle al país otra vez un régimen que depende de la voluntad de una persona.

En medio de la euforia de la época, nadie intuyó tampoco el destino triste de las revueltas de los egipcios contra Mubarak que gobernaba hacía 30 años, de los libios contra Gadafi que llevaba 42 montado en el poder, de los sirios contra Assad que llevaba 15, después de 29 de su padre, y de los argelinos contra Buteflika que llevaba 12. Por lo general se llegó a creer que llegaría la democracia, aunque no era claro cómo ni cuál.

Lo cierto es que el destino de todas esas revueltas terminó por ser similar. Los gobernantes terminaron por irse, menos Assad, que se quedó al precio de la destrucción inclemente de su propio país y de una interferencia foránea vergonzosa que será para la historia peor que la derrota militar más humillante. Pero los países no avanzaron, ni mucho menos, hacia un modelo de verdad identificable como democrático. Unos volvieron a lo mismo de antes, como Egipto y Argelia, y otros siguen a medio destruir. Marruecos, que se anticipó a hacer reformas para salvar la monarquía, fue el único que no se salió del camino y siguió en su ley.

Los tunecinos vivieron un proceso lleno de realizaciones y esperanzas que alcanzó a inspirar ilusiones y a servir de ejemplo de compromiso de los principales actores de la vida política en un proceso de reforma pactada para construir una democracia con todas las letras. El “Cuarteto del Diálogo Nacional Tunecino”, que agrupó a la Unión General del Trabajo, la Confederación de Industria, Comercio y Artesanías, la Liga de los Derechos Humanos, y la Orden de los Abogados, recibió en 2015 el Premio Nobel de Paz, “por su decisiva contribución a la construcción de una democracia pluralista en Túnez a raíz de la Revolución de los Jazmines”. 

Todo, después de todo, para nada. La semana pasada terminó por ser aprobada, mediante un referendo digno de toda sospecha, una nueva constitución redactada prácticamente por una sola persona, que designó una “comisión de expertos” encargada de preparar un borrador, según instrucciones precisas, que refuerza los poderes presidenciales de esa misma persona: Kais Saied.

Saied es un profesor de derecho constitucional que en 2019 llegó al poder por la vía democrática, con el apoyo sustancial de los jóvenes ilusionados por el cambio. Sólo que desde entonces se dedicó a moldear el estado a su medida. Aparentemente no tiene partido político. Le basta con tener el poder. Para efectos prácticos, organizó inicialmente apoyo de diferentes partidos, antes de suspender el parlamento en julio de 2021 al tiempo que anunciaba una reforma constitucional.

Poco a poco el profesor de derecho constitucional se fue convirtiendo en “constituyente”, y fue dando pasos de autócrata en desconocimiento de la constitución vigente, como el cierre mismo del legislativo para legislar por decreto, el relevo de las funciones del primer ministro para asumirlas él directamente, la “disolución” del tribunal que podría decidir sobre la constitucionalidad de sus actos, para “reestructurarlo”, y la recomposición, por decreto, de la Comisión Electoral. 

Como era previsible, el referendo constitucional del 25 de julio fue aprobado por el 90% de los votos, de manera que ahora Saied tendrá más poderes que antes, con respaldo en unas nuevas instituciones, hechas a la medida. La cirugía consumada, a pesar de la oposición de ciertos sectores y la abstención de otros. De manera que en eso termina, por ahora, en su lugar de origen, el recreo de protesta y libertad de la “Revolución de los Jazmines”. Primero y último capítulos de la Primavera Árabe.

Como en todos los procesos políticos, para que el autoritarismo se perfeccione se requiere del concurso de diferentes fuerzas: las típicas de los pactos perversos. Unas que dominan y otras que parecerían solazarse en la sumisión. A eso ayudan el talante de la gente, la trayectoria histórica de la vida cotidiana bajo uno u otro modelo, los referentes externos disponibles, y una especie de herencia de cultura política que no se puede improvisar.

A las calles de Túnez salieron otra vez muchos jóvenes a celebrar el resultado del referendo, convencidos de que ha comenzado una nueva era. Ellos no vivieron bajo la dictadura de Ben Ali, y más bien disfrutaron de las libertades de una década de discusión en busca de rumbo para el país. Tiempo en el cual participaron tanto en discusiones serias como en la euforia desordenada que desatan los ilusionistas que vociferan con facilidad porque nunca han gobernado. También salieron a celebrar nostálgicos del pasado, de esos que siempre esperan que simplemente haya quien mande, para obedecer.

Por fortuna, como en otras partes, allí seguirán los entusiastas de la democracia tratando de hacerla avanzar penosamente por ese paisaje de dunas que cambian de forma según los vientos y hacen difícil mantenerla en movimiento. Son los eternos luchadores contra el autoritarismo y el caudillismo, que buscan influir en la cultura política para que se consiga la vigencia real de un estado de derecho, se depure el papel de éste para mantener el orden sin violar los derechos de otros, hallar los mejores caminos para el bienestar común en condiciones de paz, y sobre todo garantizar, en su sentido más amplio, la defensa de la libertad.

(*) Exembajador de Colombia. Director y moderador del Observatorio de actualidad Internacional de la U. del Rosario. Exrector Universitario. Decano y docente titular en U. del Rosario. Analista y escritor sobre temas de Relaciones internacionales, gobernanza y geopolítica.

*****

 

E D I C I Ó N - N ° 195 - JULIO - 2 0 2 2

 

 

 

 

El aprendizaje es personal pero no individual
Javier Martínez Aldanondo
Socio Cultura de Aprendizaje en Knowledge Works

javier@kworks.cl y javier.martinez@knoco.com

www.javiermartinezaldanondo.com

Twitter: @javitomar – Instagram: @javiermartinezaldanondo

 

 

Nadie lo sabe todo, todo el mundo conoce y sabe algo, el conocimiento está en la humanidad” (Pierre Levy).

 

El aprendizaje es colectivo y eso explica que nuestra evolución como seres humanos, haya sido tan diferente del resto de especies. El conocimiento es un acto compartido. Si cada persona tuviese que aprender por su cuenta cada día, apenas podríamos avanzar. Sin embargo, o estoy muy equivocado o estamos ciegos al respecto. Se habla por todas partes de aprendizaje a lo largo de la vida, de itinerarios personalizados, de aprendizaje autodirigido, informal (70 – 20 - 10), de upskilling y reskilling, de mentoring, de integrar el aprendizaje con el trabajo (learn in the flow of work), de desaprender y reaprender, de aprender en cualquier momentos y cualquier lugar… pero en ABSOLUTAMENTE TODOS los casos el foco es el individuo. Este encomiable esfuerzo ofrece 477 programas de formación, todos individuales. Inaudito.

 

Cada día estoy más convencido de que el gran tema de nuestro tiempo es la colaboración. Esta misma semana he vivido varias experiencias que me lo confirman: mantuve un intercambio en linkedin con mi amigo Marcelo Lasagna sobre el principal rasgo de la inteligencia de una organización: la interacción entre sus integrantes; impartí 2 conferencias, una presencial y otra virtual, para una multinacional de alimentación cuyos lemas eran “Beyond Connection” y “Together we are stronger” ya que su único objetivo era fortalecer las conexiones entre sus miembros; mantuve una larga conversación con mi amigo y entrenador Sama que me recordaba que el lema del equipo en la temporada recién finalizada (en la que fueron subcampeones de la liga chilena) fue “colaboración”; participé en el lanzamiento de un programa de aprendizaje para los empleados de un banco con el objetivo de facilitar la colaboración… Pero mi intención no es abordar la colaboración (sobre la que he escrito varias veces aquíaquíaquí y aquí) sino el aprendizaje que será sobre el futuro, ocurrirá en el lugar de trabajo (no en el aula) y sobre todo, será colectivo.

 

En primer lugar, es necesario comprender queel aprendizaje es personal e intransferible. Nadie puede aprender por ti igual que nadie puede comer ni dormir por ti. Por tanto, el aprendizaje no se puede delegar ya que sucede en tu cuerpo… seguir en https://knowledgeworks.cl/wp-content/uploads/2022/08/newsletter_195.htm

 

 

 

Knowledge Works
www.kworks.cl
javier@kworks.cl

www.javiermartinezaldanondo.com


FUENTE: El autor. (Texto enviado desde Santiago de Chile para PGV)

*****

Lecturas para la Educación | El futuro de la educación: Edgar Morin


Para el espíritu es tan mortal tener un sistema como no tener ninguno.
Debe, pues, decidirse a tener los dos”. 

Friedrich Schlegel
(citado por Edgar Morin como epígrafe en La vida de la vida)

 

“Lo complejo no es otra cosa que «lo que está tejido en conjunto»”.

Edgar Morin

Hace unos meses, el que era el Observatorio de Innovación Educativa se convirtió en el Observatorio del Instituto para el Futuro de la Educación. Lo anterior fue no sólo un reacomodo administrativo sino un cambio de fondo. Recordemos que el concepto de futuro abarca más que el de innovación (pese a la gran amplitud de éste). Explicar ambos términos es importante en un mundo que tiende a confundirlos. La innovación tiene el valor de lo fresco, de lo original; implica un esfuerzo transformador y puede ser siempre el inicio de algo diferente, por lo que admite la esperanza. Sin embargo, sin una estrategia a futuro, lo innovador corre el riesgo de convertirse en obsesión por el cambio y volverse rutina, de tal forma que las cosas, a fuerza de renovarse, acaban por permanecer siempre igual. Vertiginosa inmovilidad, le llamaba el filósofo Horst Kurnitzki. El futuro implica empeñarnos por conseguir que los cambios construyan una realidad diferente.

A finales del siglo pasado, la palabra futuro había perdido gran parte de su fuerza comunicativa. Habíamos caído en el error de hacer del futuro un tiempo ideal, en el cual alcanzaríamos el mejor de los mundos y por el cual valía la pena abandonarlo todo, hasta el presente. “Igual que a un Dios ―decía la filósofa María Zambrano―, no hay sacrificio que el hombre de hoy deje de ofrecer al futuro”.  Pero a la realidad no se le puede posponer indefinidamente a riesgo de que se nos vaya de las manos sin darnos cuenta. Un chiste político se burlaba de esto con amargo humor: “Lo malo es que el futuro de nuestro país ya pasó”. Por fortuna, no hemos logrado que el verdadero futuro desaparezca aún: ideas y acciones siempre frescas llegan una y otra vez para renovarlo. Gracias a ellas, hoy el futuro resulta mucho más modesto, y su utopía ya no es la de alcanzar un mundo perfecto sino la mucho más humilde de crear simplemente un mundo mejor.

*

Creador de la idea de pensamiento complejo, el francés Edgar Morin recibió, en 1999, el encargo de la UNESCO de escribir un libro sobre educación que diera la bienvenida al nuevo milenio. Morin respondió con un pequeño texto que sintetiza de alguna forma su filosofía entera: Los siete saberes necesarios para el futuro de la educación. Es difícil describir la proeza de este pensador francés que en apenas un centenar de páginas se aventura a explicarnos lo que hay que hacer, deveras, si queremos un mundo mejor. En este libro (especie de Indice Comentado de su pensamiento), Morin presenta un inmenso andamio de ideas en el que reúne desde observaciones concretas (casi prácticas) sobre, por ejemplo, el riesgo de cometer errores intelectuales, hasta otras tan complejas y paradójicas como la forma de hacer frente a eso que, por definición, no se puede enfrentar: la incertidumbre. Nuestras certezas ―nos explica― son islas en las que hacemos tierra para volver a emprender el viaje por el océano de lo incierto.

La complejidad de Morin es un intento por dar coherencia a la experiencia humana con la condición de admitir que, en el centro de todo conocimiento (como en el de toda galaxia), hay un hoyo negro donde es mejor no aventurarse a riesgo de caer. El conocimiento tiene límites y la proeza humana está en acercarse a ellos sin despeñarse. Morin intenta, pues, identificar y ofrecernos la mayor cantidad de recursos ante la proximidad de la incertidumbre, sabiendo que lo mejor es que los imprevistos nos agarren bien equipados. En Los siete saberes nos entrega un libro complejo, sintético y bien ordenado, que es a la vez pedagógico y didáctico: didáctico en el sentido de presentar sus ideas de forma simple y accesible a un vasto público, y pedagógico en el de ser un confiable interlocutor en nuestra comprensión y aceptación de la realidad.

*

Una advertencia: así como en un tiempo se banalizó la palabra futuro, en nuestra época se corre el riesgo de creer que la palabra incertidumbre señala algo demasiado cierto. Al familiarizarnos con el término, podrá parecer que empezamos a entender a qué se refiere. Pero no es así. Mucho mejor será respetar siempre el hueco de lo que no podemos ver, sabiendo que éste es quizás (como nos dice María Zambrano) el poro por el que respira la piel de lo visible.

*

Sólo una acrobacia cómica intentaría resumir lo ya sintetizado por Morin en esa destilación de saberes que es el libro que aquí comento. Por eso, sólo me atreveré con algunos extractos para dar al lector una probada y motivarlo a la lectura. Antes de pasar a ellos, quiero invitarlo también a encontrar en las ideas de Morin muchos de los principios que animan al Instituto para el Futuro de la Educación y en general a la escuela global contemporánea: educación para toda la vida, multidisciplinariedad, límites a la especialización, conocimiento adecuado al contexto y al mundo, comprensión de lo humano, y por supuesto, conciencia de que el saber se ha vuelto planetario y concerniente a la humanidad entera.

Por último, aprovecho la oportunidad para celebrar al maestro Edgar Morin que, nacido en 1921, cumplió cien años el pasado 8 de julio.

EXTRACTOS

Del capítulo 1: Las cegueras del conocimiento: el error y la ilusión

Necesitamos intercambios y comunicaciones entre las diferentes regiones de nuestra mente, y estar alertas permanentemente para tratar de detectar cuando nos mentimos a nosotros mismos.

*

Un racionalismo que ignora la vida es irracional. La racionalidad debe reconocer el lado del afecto, del amor, del arrepentimiento. La verdadera racionalidad conoce los límites de la lógica; sabe que la realidad comporta misterio. La verdadera racionalidad es capaz de reconocer sus insuficiencias.

Del capítulo 2: Los principios de un conocimiento pertinente

Como nuestra educación nos ha enseñado a separar, compartimentar, aislar y no a ligar los conocimientos, el conjunto de estos constituye un rompecabezas ininteligible.

*

No se trata de abandonar el conocimiento de las partes por el de las totalidades, sino de comprender que el pensamiento que separa y el pensamiento que religa están juntos.  

Del capítulo 3: Enseñar la condición humana

Estamos en la era planetaria; donde quiera que se hallen, los seres humanos viven una aventura común.

*

El ser humano de la racionalidad es también el de la afectividad, el mito y el delirio. El ser humano del trabajo es también el del juego. El ser humano empírico es también el de la imaginación.

*

El hecho mismo de considerar racional y científicamente el universo, nos separa también de él.

Del capítulo 4: Enseñar la identidad terrenal

Debemos abandonar el sueño prometeico del dominio del universo para alimentar la aspiración de la convivencia en la Tierra.

*

El planeta no es un sistema global sino un torbellino en movimiento, desprovisto de centro organizador. Este planeta necesita un pensamiento policéntrico.  

Del capítulo 5: Enfrentar las incertidumbres

Conviene ser realista en el sentido complejo de comprender la incertidumbre de lo real, saber que aún hay algo invisible en lo real.

*

El conocimiento es navegar en un océano de incertidumbres a través de archipiélagos de certezas.

*

La “estrategia” debe prevalecer sobre el “programa”. El programa establece una secuencia de acciones que deben ser ejecutadas sin variación en un entorno estable; pero cuando se enfrenta a un entorno inestable e incierto, el programa se bloquea. En cambio, la estrategia elabora su escenario de acción tomando en cuenta las certidumbres y las incertidumbres, las probabilidades y las improbabilidades. La estrategia debe privilegiar tanto la prudencia como la audacia y si es posible las dos a la vez.

Del capítulo 6: Enseñar la comprensión

La comunicación triunfa; el planeta está atravesado por redes, celulares, modems, Internet. Y sin embargo, la incomprensión sigue siendo general.

 *

Ninguna técnica de comunicación, del teléfono al internet, aporta por sí misma la comprensión. La comprensión no puede digitalizarse.

*

La comprensión humana sobrepasa la explicación. La explicación es suficiente para la comprensión intelectual u objetiva de las cosas. Es insuficiente para la comprensión humana.

*

Comprender incluye necesariamente un proceso de empatía, de identificación y de proyección. Siempre intersubjetiva, la comprensión necesita apertura, simpatía, generosidad.

*

Si sabemos comprender antes de condenar estaremos en la vía de la humanización de nuestras relaciones.

*

Es sólo en el siglo XX cuando el arte africano, las filosofías y místicas del Islam, los textos sagrados de la India, el pensamiento de Tao, el del Budismo se vuelven fuentes vivas para el alma occidental encadenada en el mundo del activismo, del productivismo, de la eficacia, del divertimiento… (Un alma) que aspira a la paz interior y a la relación armoniosa con el cuerpo.

Del capítulo 7: La ética del género humano

Ya decía Kant que la finitud geográfica de nuestra tierra impone a sus habitantes un principio de hospitalidad universal, reconociendo al otro el derecho de no ser tratado como enemigo.

*

La regeneración democrática supone la regeneración del civismo, la regeneración del civismo supone la regeneración de la solidaridad y de la responsabilidad, es decir el desarrollo de la antropo-ética.

*

Podríamos preguntarnos si la escuela no podría ser prácticamente, concretamente, un laboratorio de vida democrática.

*

(El aula) debe ser el lugar de aprendizaje del debate argumentado, de las reglas necesarias para la discusión, de la toma de conciencia de las necesidades y de los procesos de comprensión del pensamiento de los demás, de la escucha y del respeto de las voces minoritarias y marginadas.


Andrés García Barrios es escritor y comunicador. Su obra reúne la experiencia en numerosas disciplinas, casi siempre con un enfoque educativo: teatro, novela, cuento, ensayo, series de televisión y exposiciones museográficas. Es colaborador de las revistas Ciencias de la Facultad de Ciencias de la UNAM; Casa del Tiempo, de la Universidad Autónoma Metropolitana, y Tierra Adentro, de la Secretaría de Cultura.

Aviso legal: Los puntos de vista expresados en este artículo son propios del autor y no reflejan necesariamente las opiniones, puntos de vista y políticas oficiales del Tecnológico de Monterrey.

 FUENTE: https://observatorio.tec.mx/edu-news/lecturas-para-la-educacion-edgar-morin


*****
 "La fábula de la rana sorda" o "El poder de la palabra" (*)

Imagen en tucuentofavorito.com - bajada para PGV


Un grupo de ranas viajaba por el bosque y, de repente, dos de ellas cayeron en un hoyo profundo. Todas las demás ranas se reunieron alrededor del hoyo.
Cuando vieron cuan hondo era el hoyo, le dijeron a las dos ranas en el fondo que para efectos prácticos, se debían dar por muertas.
Las dos ranas no hicieron caso a los comentarios de sus amigas y siguieron tratando de saltar fuera del hoyo con todas sus fuerzas. Las otras seguían insistiendo que sus esfuerzos serían inútiles.
Finalmente, una de las ranas puso atención a lo que las demás decían y se rindió. Ella se desplomó y murió. La otra rana continuó saltando tan fuerte como le era posible.
Una vez más, la multitud de ranas le gritaba y le hacían señas para que dejara de sufrir y que simplemente se dispusiera a morir, ya que no tenia caso seguir luchando. Pero la rana saltó cada vez con más fuerzas hasta que finalmente logró salir del hoyo.
Cuando salió, las otras ranas le dijeron:"nos da gusto que hayas logrado salir, a pesar de lo que te gritábamos".
La rana les explicó que era sorda, y que pensó que las demás la estaban animando a esforzarse más y salir del hoyo.
Lecciones
La fábula original de Hsien-Sheng Liang nos presenta dos lecciones importantes:
1. La palabra tiene poder de vida y muerte.
2. Una palabra destructiva dicha a alguien que se encuentre desanimado puede ser lo que lo acabe por destruir. Tengamos cuidado con lo que decimos.
Pero nos hemos encontrado con otra no tan explícita:
3. Una persona especial es la que se da tiempo para animar a otros.
Una referencia relacionada
En los Estados Unidos de Norteamérica, en la NASA , hay un poster muy lindo de una abeja, el cual dice así: "Aerodinámicamente, el cuerpo de una abeja no está hecho para volar; lo bueno es que la abeja no lo sabe".
¿Qué te parece si hacemos oídos sordos a las cosas negativas y comenzamos a animarnos y a hacer algo todos para que este tiempo que nos toca vivir, sea mucho mejor para todos?

PD: Este texto fue recomendado a PGV por el médico - especialista Roberto Chavarro, desde Rogitama - Suramérica

*****

Contacto: pluriversidadglobal@gmail.com 

Imagen: Pin de Hugo Arias en PGV - co.pinterest.com


Comentarios

Entradas más populares de este blog

TU NO SABES AMAR Poema de Julio Flórez (*)

LA EFICACIA DE LA MISIÓN DE LAS UNIVERSIDADES Por Hugo Arias Castellanos

ADAPTACIÓN DEL TRANSPORTE PÚBLICO AL COVID 19 * Por Carlos Yezid Morales G.