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PGV - Edición 370- Miércoles, 15, junio, 2022 - NO ELEGIREMOS UN EMPERADOR - y más temas en PGV

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! PARA TODOS ¡ 

PLURIVERSIDAD GLOBAL PARA LA VIDA

Escuela de librepensamiento, creadora y gestora de conocimiento para la convivencia global

Sembremos con el ejemplo, en todas partes y en todos los  tiempos, semillas de respeto justo y mutuo, verdad, bondad y bien. Así florecerá la convivencia dignificante y equilibrada en las familias y en la comunidades de la Tierra. PGV 

No pregunte cómo construyen los otros a Colombia,  pregunte cómo construimos nosotros a Colombia (Parodiando a John Fiztgeral Kennedy Presidente 35° de Estados Unidos)

Imagen: en pinteres.com.mx - bajada para PGV 
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No elegiremos un emperador



Por Eduardo Barajas Sandoval (*)

Un presidente no puede hacerlo, ni deshacerlo, todo. Si alguien ofrece cualquiera de esas dos cosas, no sabe de ese oficio y tiene ilusiones de autócrata o alma de dictador.

Si los ciudadanos creen que su destino depende de quien se siente en la silla presidencial, no han comprendido de qué se trata la democracia. No han descubierto que bajo ese sistema el poder queda siempre repartido y que ellos no enajenan el suyo con el hecho de votar. En sus manos sigue la capacidad de vigilancia hacia los elegidos y la de actuar para hacer funcionar un país, sobre la base de premisas de libertad; no en cumplimiento de órdenes de algún mandamás.

Gobernar no consiste en apoderarse del aparato del Estado para hacer lo que venga a la cabeza, como quien toca al oído. Mucho menos se trata de hacerles favores a los amigos y castigar a los enemigos. Si el cumplimiento de un programa de gobierno implica cambios institucionales, eso no puede depender simplemente de la firma de una persona. Así será en las dictaduras. Pero en la democracia hay que contar con el legislativo, y si allí no se tiene mayoría, hay que hacer propuestas sensatas, negociar limpiamente y convencer a personajes que pueden ser todo, menos tontos, y representan la variedad social, regional y política de un país ante el cual deben rendir cuentas de lo que hagan o dejen de hacer.

Mover el aparato del estado, y tratar de marcar desde la cabeza del Ejecutivo el rumbo de un país, no es tan fácil como maniobrar una carretilla. Las dimensiones de semejante tarea se parecen más bien a las de capitanear un barco, que no puede doblar esquinas ni echar reversa cuando va hacia adelante a plena marcha, y donde el capitán no alcanza a saber a ciencia cierta todo lo que pasa en el laberinto de pasillos, camarotes, depósitos y salas de máquinas.

Los presidentes, a la cabeza de un equipo de funcionarios casi siempre mejor calificados de lo que algunos piensan, sin perjuicio de que haya mediocres o innecesarios, hacen por lo general los mejores esfuerzos por acertar. Pero entre presidente y funcionarios no alcanzan a tener todo el poder en sus manos. Tampoco lo tiene el Congreso, al que, para ser serios, no hay que descalificar por oficio sino mejorar en cada elección, a punta de votar bien. Existen otros portadores de poder, más o menos visibles, que no se pueden olvidar. Y, por encima de todo, está el poder ciudadano.

imágenes  de Rodolfo Hernández y Gustavo Petro en aa.com.tr - bajadas para PGV 


Los países van tomando rumbo, y marcando el paso de su marcha, como resultado de la conjugación de muchos factores. El gobierno es uno de ellos, sin duda importante porque tiene responsabilidades hacia todos los demás. Primero que todo, dentro de nuestras instituciones, tiene un compromiso ineludible de trabajar por la justicia social; la constitución es reiterativa en esa exigencia. Además, debe llevar la iniciativa en propuestas legislativas, en la orientación de la economía, la prestación de servicios básicos, la satisfacción de necesidades mínimas en condiciones de justicia y dignidad, los equilibrios del desarrollo regional, la garantía de los derechos ciudadanos, y la orientación internacional del país.

Por lo demás, desde los grandes hasta los más pequeños emprendedores, y los ciudadanos todos, cada uno desde su actividad, abren puertas, marcan fronteras, se inventan cosas qué hacer, cambian de oficio, luchan por causas diferentes; y es la suma de todo eso, mucho más que las órdenes de los gobiernos, lo que genera la realidad del gran torrente de la vida nacional. Así adquiere una u otra forma el complejo tejido del poder. Con colores variados y de diferente textura e intensidad, realidad ostensible que no solamente se refleja en las estadísticas, sino en las calles abarrotadas y en la omnipresencia de una febrilidad que no es otra cosa que el palpitar vibrante de una nación que aprendió a hacer sus cosas y a vivir sin esperar que un virrey, bueno o malo, le diga qué es lo que hay que hacer.

Al mismo tiempo hay sectores del país donde no existe, no opera o no se acata la acción del Estado. Donde se impone una cotidianidad que desborda todo parámetro convencional de un orden ideal y abstracto que no es tenido en cuenta. De manera que tenemos realidades paralelas, cada una con su cuota de desorden, creativo en unos casos y destructivo en otros, que demuestra que esta nación consiguió en poco tiempo delinear, sin darse cuenta, su propia forma de vivir, sin que el Estado haya hecho, haga o pueda hacer demasiado para manejar ese torrente. Nos volvimos enormes y adquirimos una compleja personalidad, en el momento menos pensado.

Esa es la nación que va escoger un presidente, con sus atribuciones y sus limitaciones, pero no un déspota. Alguien que tendrá que ser el primero en cumplir la ley y en hacerla respetar. Alguien que no se podrá salir del marco institucional, y que si quiere cambiarlo deberá hacerlo dentro de las reglas previstas, no por su propia voluntad. Alguien que tendrá que ser responsable y cuidadoso con lo que intente hacer respecto del patrimonio que ha acumulado la sociedad colombiana sin que nadie se lo haya regalado y que no está dispuesta a echar a perder. Sin perjuicio de que tenga la obligación de integrar sectores sociales rezagados a la pujanza de un país que no dejará su destino en manos de un jefe transitorio y mucho menos permitirá el desmonte arbitrario de todo lo que ha logrado.

No es buena noticia que, a lo largo de los años, se haya venido fortaleciendo una idea pesimista de lo que somos como nación, mientras que todo el mundo hace, eso sí, la salvedad de los valores de su propia familia y de su capacidad o sus éxitos personales. De manera que se pone en evidencia la contradicción entre un país en el que gente emprendedora, luchadora y audaz, piensa que le tocó vivir en una sociedad mediocre que, si fuera vista con un poco más de optimismo y de solidaridad, conseguiría todavía mejores logros. Si al tiempo pudiera vencer el atavismo, heredado de trescientos años de régimen colonial, y de la persistencia de ideales anacrónicos, que lleva a muchos a esperar que el Estado se ocupe de todo sin pedir demasiado, o que un cacique redentor obre milagros.

En cambio, es bueno que haya millones de colombianos que hacen cosas sin esperar que otro se las patrocine o se las regale. Que viven su vida sin aspirar al beneficio de favores gratuitos. Que saben, porque lo protagonizan, que existen buenas noticias, que contrastan con los caudales negros de los noticieros, y entienden que si esa fuera la única realidad, estaríamos hace mucho tiempo perdidos. La gama de esos colombianos cubre todas las regiones y los sectores sociales. Ahí figuran desde apóstoles de las finanzas hasta entusiastas vendedores callejeros que pregonan el esfuerzo como fuente de realización y de satisfacciones.

No hay que temerle a la polarización política, pero hay que evitar que degenere en la polarización del alma en un país apasionado y de energía desbordante. Para la democracia es bueno que no haya unanimidad. Es conveniente que haya competencia y que haya oposición. Que gobierno y oposición mantengan el ritual de un diálogo creativo, frecuente y ejemplar, en torno a problemas fundamentales. Que los gobernantes no se encierren a expedir decretos, y que los derrotados no se dediquen apenas a obstaculizar, porque tienen en todo caso la obligación de servir.

No hay que alarmarse por el hecho de que las opciones de la elección de ahora sean tan inverosímiles y, sobre todo, tan diferentes de lo que habíamos visto. Debería satisfacernos el hecho de que estemos recolectando la cosecha de la constitución del 91, que aunque extensa, minuciosa, y con pasajes mal escritos, permitió abandonar la rigidez del bipartidismo que venía del Siglo XIX y abrió nuevas avenidas para un desarrollo democrático al que deberíamos dejar de darle palo con tanto desconocimiento y no menos desprecio. Si la conociéramos más y la cumpliéramos con entusiasmo, estaríamos mucho mejor.

Viendo las cosas en tiempo histórico, es decir en grandes trazos, es posible que en Colombia, lo mismo que en otros países de nuestro continente, estemos viviendo, por fin, el final de la hegemonía de los criollos, esto es de los hijos de españoles nacidos en América. Ilustrados, oriundos de la capital, de capitales de provincia, o venidos al mundo en haciendas, y en cuyas manos quedaron el poder y la oportunidad de inventarse repúblicas conforme a sus ideales, sus intereses y sus ambiciones.

Estamos de pronto como a la entrada de un túnel. Aunque parezca que la selección de presidente ha tenido mucho de folclor, desde la agitación anterior a la primera vuelta, de pronto este proceso ha representado mejor que nunca lo que somos como sociedad. Ojalá, hacia adelante, se abran paso exponentes y protagonistas de una nueva clase política, que no traiga el atavismo de la herencia colonial, ni el lastre del populismo patriarcal e insuficiente del Caribe del siglo pasado, o el de jefes despóticos que aporrean al que los mire como no les gusta.

Todo gobierno es una feria de sorpresas. Ninguno resulta ser como se esperaba. El primer sorprendido, con frecuencia, es el propio presidente. Así es la historia. Así es la vida política. Ahí está lo complicado de meterse en ese oficio. En campaña todos son capaces de tomar la forma del recipiente en el que los inviten a meterse. Y la gente les cree, porque le puede la gana de oír lo que esperaba. Después se nota qué tan lejos queda lo que se puede hacer. Entonces es cuando se advierten las verdaderas posibilidades de cambiar una u otra cosa, sin destruir, nadando contra la corriente de una vida social y económica que lleva su propia fuerza.

A quien gane habrá que vigilarlo, desde la verdadera mayoría ciudadana, votante y no votante, para poder celebrar, en cuatro años, el siguiente triunfo de la democracia, que será el de haber superado los obstáculos que se le presenten y ser cada vez más valorada y más vigorosa.

(*)Exembajador de Colombia. Director y moderador del Observatorio de actualidad Internacional de la U. del Rosario. Exrector Universitario. Decano y docente titular en U. del Rosario. Analista y escritor sobre temas de gobernanza y geopolítica.

FUENTES:  El autor y https://www.elespectador.com/opinion/columnistas/eduardo-barajas-sandoval/no-elegiremos-un-emperador/ EL ESPECTADOR 14  de  junio  de  2022

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"... EL ODIO TODAVIA SE PROPAGA POR IGNORANCIA"

Imagen en pinterest.es - bajada para PGV 


El juez preguntó al asesino del ex presidente egipcio: ¿Por qué mataste a Moḥamed Anwar al Sadat?
Él le dijo: ¡Porque era un secular!
El juez respondió ¿Qué significa secular?
El asesino dijo, ¡No lo sé!

En el caso del intento de asesinato del fallecido escritor egipcio Naguib Mahfuz, el juez preguntó al hombre: ¿Por qué lo apuñalaste?
El terrorista dijo: "Por su novela - Los niños de nuestro barrio."
El juez le preguntó: ¿Has leído esta novela?
El criminal dijo, ¡No!

Otro juez le preguntó al terrorista que mató al escritor egipcio "Farag Foda": ¿Por qué asesinaste a Farag Foda?
El terrorista respondió: ¡Porque es un infiel!
El juez le preguntó: ¿Cómo sabías que era infiel?
El terrorista respondió: "Según los libros que escribió"
El juez dijo: ¿Cuál de sus libros te hizo creer que era infiel? 
El terrorista: “¡No he leído sus libros!"
Juez: ¿Cómo?
El terrorista respondió: ¡No sé leer ni escribir!

El odio nunca se propaga a través del conocimiento. Todavía se propaga por ignorancia.

El conocimiento te hace tolerante. La mayoría de tus enemigos no saben nada sobre ti.

PD: este texto fue enviado a PGV por el Médico - Especialista anestesiólogo Roberto Chavarro, desde Rogitama - Suramérica. 

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América Latina

Cumbre de las Américas: la tormenta de los no invitados


Julio Londoño Paredes 

El excanciller y decano de la Universidad del Rosario, Julio Londoño Paredes, analiza para SEMANA lo que significó para el continente el veto a Cuba y Venezuela en la Cumbre de las Américas. Dice que su presencia hubiera sido, de una vez por todas, un cambio de la política norteamericana.

Después de la firma de la Carta de la OEA, en 1948, se consideró que el diálogo entre los países del continente se había consolidado y que todo era una panacea.

Las reuniones entre presidentes de América Latina no eran algo frecuente. Más tarde se cayó en cuenta que era conveniente que los jefes de Estado se conocieran. Nuestro país tomó la iniciativa de reunir a jefes de Estado de los países del llamado Grupo de Contadora, además de Colombia, Venezuela, México y Panamá, para mediar en el grave conflicto centroamericano.

Luego, cuando se unieron por su propia iniciativa, Perú, Brasil, Argentina y Uruguay, el grupo comenzó a llamarse ‘Grupo de los Ocho’ y más tarde ‘Grupo de Río’. Fue de gran influencia en el continente y en el mundo y dio origen a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).

Algunas cumbres, sin embargo, se volvieron un show en el que se sacan fotografías y los mandatarios pronuncian discursos que solo merecen atención en sus propios Estados. Para no hablar de ciertos casos, como el de la Cumbre de Cartagena, que se recuerda por el bochornoso incidente de los miembros del Servicio Secreto de los Estados Unidos con unas prostitutas.

Ahora se celebró en Los Ángeles la XIX Cumbre, que en esta oportunidad estaba enmarcada por el interés marginal que la administración Biden ha mostrado hacia los demás países del continente. Su preocupación ha sido, después de la pandemia, la guerra en Ucrania y el pugilato con la China.

Imagen en pinterest.com - bajada para PGV

Como se había anunciado, el problema migratorio, especialmente el de las multitudes que quieren ingresar a los Estados Unidos, ha sido el tema central. La ayuda a ciertos países para paliar los efectos de la pandemia era algo accesorio.

La reunión estuvo enmarcada por el tire y afloje sobre el asunto de la no invitación a Cuba, Venezuela y Nicaragua, razón por la que otros mandatarios anunciaron que no estarían presentes. La decisión de no hacer la invitación estuvo rodeada de discusiones internas en el Gobierno norteamericano, ya que mientras algunos sostenían que la invitación debía hacerse, otros lo consideraban inaceptable.

La invitación hubiera sido, de una vez por todas, el cambio de la política norteamericana, especialmente frente a Cuba y a Venezuela. Con respecto a Cuba, echando por la borda todo lo realizado por su antecesor, para volver a los tiempos de su colega demócrata Barack Obama, lo que resultaba lógico. Pero el lío era que, si se invitaba a Cuba y no se hacía lo mismo con Venezuela y Nicaragua, sería el reconocimiento tácito de que Cuba era un país democrático. Lo que le hubiera sido cobrado por los republicanos.

Mucho más complejo era el caso de la no invitación a Venezuela, precisamente en el momento en que el Gobierno norteamericano había realizado una importante aproximación para asegurar el suministro de petróleo ante la crisis derivada del bloqueo a las exportaciones de hidrocarburos de origen ruso.

Pero, a la vez, se presentaba el problema de que, por las mismas razones, no podría invitar a Guaidó, que sigue siendo reconocido por los Estados Unidos y otros países como el mandatario venezolano. En una decisión “salomónica”, Biden resolvió no invitar a Guaidó y más bien optó por llamarlo por teléfono. Indicativo de una actitud.

El pintoresco presidente de México, aunque había anunciado que no viajaría por la no invitación de los tres presidentes, envió una nutrida delegación presidida por su canciller. Menos mal, porque, siendo bien conocido por su ignorancia y ramplonería, hubiera hecho el ridículo.

Otro tanto hicieron la presidenta de Honduras y otros jefes de Estado. Sin embargo, ninguno de ellos se atrevió a que su país no estuviera presente. Cumplida la engorrosa tarea de la Cumbre, Biden vuelve a sus verdaderos intereses.

PD: este texto fue recomendado a PGV por el escritor y abogado Eduardo Barajas Sandoval. 

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CIENCIA Y TECNOLOGIA

TECNOLOGÍA INCREÍBLE

MUY INTERESANTE31 MAYO, 2018

No es ciencia ficción, las cinco nano-tecnologías que leerás a continuación realmente existen hoy en día

No es ciencia ficción, las cinco nano-tecnologías que leerás a continuación realmente existen hoy en día. Te sorprenderás al saber lo que científicos, físicos y biólogos han inventado, a escala diminuta, para innovar y revolucionar la vida humana.

El condón perfecto

Dado que el sexo es una parte fundamental de la sociedad, investigadores de la Universidad de Washington han fabricado un súper condón. Elaborado a partir de fibras tejidas con medicamentos contra el SIDA, el preservativo femenino no sólo evita el embarazo, sino el contagio de enfermedades de transmisión sexual, incluyendo la más temida de todas. Está diseñado para disolverse ya sea en horas o después de unos días.

La fundación americana Bill y Melinda Gates ha donado un millón de dólares para que los científicos puedan desarrollarlo y lanzarlo al mercado.

Impresora de fármacos

La medicina personalizada alcanza nuevos límites. Científicos del laboratorio Parabon NanoLabs han combinado el diseño asistido por computadora con un software denominado inSçquio para elaborar una máquina extraordinaria. Mediante el uso de ADN, es capaz de imprimir, molécula por molécula, una medicina diseñada específicamente para curar la enfermedad de una persona.

Ya se ha elaborado una cura para un tipo letal de cáncer cerebral llamado glioblastoma multiforme (GBM).  La impresora abre las puertas para la creación de nuevos medicamentos en tiempo récord.

Músculos artificiales

En un proyecto internacional, actualmente liderado por el ingeniero Ray Baughman de la Universidad de Texas, se ha creado el músculo artificial más poderoso del mundo, capaz de doblarse y moverse como lo hacen las trompas de los elefantes o los tenáculos de un pulpo.

En la nanociencia, el término “músculo” es aplicado para aquellos materiales capaces de cambiar de forma y responder a estímulos externos. Fabricado a partir de nanotubos de carbón, los nuevos músculos tienen potenciales aplicaciones en múltiples campos, desde la elaboración de terapias contra el cáncer hasta la creación de electrónicos.

Piel eléctrica

¿Quién dijo que no se podía sentir a través de una prótesis? Se ha descubierto la manera de crear piel artificial. Investigadores de la Universidad de Illinois han fabricado circuitos eléctricos tan delicados y flexibles que podrían cubrir las huellas digitales. En la Universidad de Stanford se creó un gel capaz de almacenar electricidad, como una batería moldeable. Y finalmente, el científico Carmel Majidi se esfuerza por construir censores  de hule que detecten la presión y fricción.

Todo esto dará luz a un material que transmitirá sensaciones para devolverle el tacto a quienes lo hayan perdido.

Ropa anti-manchas

Lavar nunca será tan sencillo como cuando se trate de la nueva generación de vestimenta. Científicos de la Universidad Deakin en Australia han elaborado ropa que repele manchas. Creando una capa protectora a partir de películas sobrepuestas de cargas positiva y negativa alternadas, cualquier prenda bañada se resistirá al agua, la grasa, el lodo y ácidos.

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