PGV - edición N° 288 - jueves 19, agosto,2021- "EL HÁBITO DE SENTIRNOS OFENDIDOS" - y más temas para Ud.

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Ilustración: "Frases de bienestar" en lifeder.com - bajada para PGV 

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Economía del bienestar

 Francisco Coll Morales

 4 min

 Referenciar (*)

La economía del bienestar, como parte de la economía normativa, es la parte de la economía que estudia el método para que el sistema económico presente unas condiciones de bienestar social.

La economía del bienestar, en otras palabras, es la parte de la economía normativa que se encarga de orientar el sistema económico hacia el bienestar social.

 Diferencia entre economía positiva y normativa

En este sentido, la economía del bienestar estudia la forma óptima de organizar la economía para, de esta forma, elegir aquel sistema económico que más promueva el desarrollo humano y social. El objetivo es el establecimiento de criterios que doten de capacidad para medir si las propuestas económicas aplicadas mejoran el bienestar de la población.

Aunque su mayor desarrollo llega en el siglo XX, con la aparición de teorías desarrolladas por grandes economistas como Alfred Marshall, su origen se remonta hasta el siglo XVIII. Fue en este siglo cuando el economista escocés Adam Smith, así como la escuela neoclásica, cita los incrementos del bienestar en relación a los incrementos en la producción.

Objetivos de la economía del bienestar

Entre los objetivos que persigue la economía del bienestar se encuentra el hallazgo de un sistema económico que trate de maximizar los recursos, con el objetivo de incrementar el bienestar social.

Para ello, la economía del bienestar persigue la máxima eficiencia económica. Mediante el estudio de los sistemas económicos, el objetivo de esta rama del pensamiento económico se centra en un objeto de estudio como es la maximización de la producción con unos los recursos limitados dados, optimizando la distribución de los bienes y servicios producidos. El objetivo principal es el incremento del bienestar social, así como la utilidad total en una sociedad.

En otras palabras, esta teoría se centra en la ley de escasez, tratando de, con unos recursos limitados, satisfacer unas necesidades ilimitadas de unos ciudadanos en un territorio determinado. 

Características de la economía del bienestar

La economía del bienestar integra una serie de pasos que son considerados necesarios para hallar ese sistema económico deseado para alcanzar el bienestar social. Entre los pasos, se establecen una serie de criterios basados en la instrumentación de la economía para el logro de los objetivos.

Así, entre estos pasos o criterios podríamos destacar los siguientes:

·         Provisión pública de bienes y servicios sociales.

·         Responsabilidad del Estado de mantener unas condiciones mínimas de vida.

·         Intervención del Estado en la promoción del pleno empleo.

·         Lograr una asignación justa y eficiente de los recursos.

·         Redistribuir la riqueza y la renta del país para lograr una sociedad más igualitaria.

Aunque existen más propuestas que han ido surgiendo a lo largo de los años, la economía del bienestar, a partir de la Segunda Guerra Mundial y tras la plena industrialización de las economías desarrolladas, se ha centrado en el estudio de estas variables.

Consideraciones generales de la teoría del bienestar

El bienestar social se refiere al bienestar del conjunto total de la sociedad. Existen, por tanto, dos formas de medir la suma del bienestar de una población. Estos dos métodos de aproximación son el método ordinal, desarrollado por el economista Wilfredo Pareto. Así como, por otro lado, el método cardinal, el cual se basa en la medición del valor en términos monetarios, en lugar de eficiencia, como hace el método ordinal.

Así, el punto de vista ordinal considera la imposibilidad de una medición objetiva en términos monetarios, por lo que propone el análisis en términos de eficiencia de Pareto. Desde el punto de vista cardinal, el análisis utilizado es el del costo-beneficio, el cual trata de incorporar los efectos de la distribución del ingreso. No obstante, este último es el menos utilizado, ya que los problemas que presenta el modelo para agregar variables supone un alto de grado de imprecisión en el cálculo, generando dudas.

Otras aproximaciones, como la de la equidad, se han valorado para su utilización en el cálculo del bienestar social. En esta línea, como decíamos, podemos destacar la aproximación mediante el concepto de equidad como una dimensión agregada del bienestar. Otras aproximaciones como la de la aproximación de la capacidad, contempla el uso de los asuntos de libertad, teniéndolos en cuenta para el cálculo. Este ejemplo de aproximación citado, tras su desarrollo, ha dado lugar a indicadores como el índice de desarrollo humano (IDH).

Otros economistas, también, han tratado de utilizar el concepto de explotatividad como factor adicional relevante para la aproximación en el cálculo. Por último, tampoco debemos dejarnos el modelo propuesto por el Nobel de Economía Daniel Kahneman. Experto en la psicología económica, propone metodologías de aproximación como la satisfacción con la vida, siendo su fin medir la utilidad experimentada. 

Como vemos, muchos autores han tratado de demostrar cómo establecer criterios de medición mejorados para el cálculo del bienestar. Sin embargo, podríamos decir que aún no se ha establecido un modelo que permita conocer de forma exacta el cálculo del Estado de bienestar, así como la mayor eficiencia de un sistema u otro. La dificultad que presentan los modelos para discernir entre calidad y cantidad ha provocado que muchos modelos considerados válidos, hayan sido desestimados para el cálculo real.

 ·         Diccionario económico

 ·         Economía

 ·         Teoría Económica

 (*) https://economipedia.com/definiciones/economia-del-bienestar.html economipedia.com

 

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Se acabó lo de quitar solo la parte con moho de los alimentos

Las micotoxinas son compuestos tóxicos que pueden producir los mohos en los alimentos. A veces, no basta con quitar la parte podrida, dado que pueden tener graves consecuencias para la salud.


Jéssica Gil Serna

17/08/2021

5 minutos de lectura

Aunque no los veamos a simple vista, los hongos filamentosos o mohos están en todas partes. Cuando almacenamos los alimentos en condiciones inadecuadas, empiezan a crecer sobre ellos y algunos pueden producir micotoxinas, unos compuestos que afectan gravemente la salud humana y animal.

El acto tan cotidiano de quitar la parte enmohecida y comer el resto no es para nada aconsejable. Las micotoxinas, debido a su pequeño tamaño, se pueden difundir por todo el alimento, aunque parezca sano.

En estos días veraniegos, cuando tanto se disfruta de refrescantes zumos y smoothies, debemos tener cuidado con utilizar la fruta enmohecida quitando solo la parte podrida. Las micotoxinas podrían amargarnos las vacaciones.

¿Cómo se controlan las micotoxinas?

En temas de seguridad alimentaria, las micotoxinas son las grandes desconocidas. No se han vuelto populares a pesar de que en 2020 recibimos en la Unión Europea 422 alertas o notificaciones de riesgos alimentarios debidos a la contaminación por estos compuestos.

Solo fueron superadas por las relacionadas con la presencia de microorganismos patógenos que se dan por la bacteria Salmonella en distintos alimentos, o por otras menos frecuentes como Listeria o Escherichia coli.

La Unión Europea controla estrictamente los niveles de micotoxinas en los productos que se encuentran en el mercado. Los agricultores son los más perjudicados por este problema y sufren cada año pérdidas millonarias.

A pesar de que aplican medidas de control para que los hongos no se desarrollen en los cultivos, a veces no pueden evitarlo y las micotoxinas aparecen en los productos agrícolas.

Se calcula que entre el 60 y el 80 % de las cosechas a nivel mundial podrían estar contaminadas por micotoxinas. Hasta el momento, no hay métodos efectivos para eliminarlas sin afectar a las propiedades de los alimentos.

Además, la normativa europea prohíbe algunas prácticas para reducir el contenido de micotoxinas. Por tanto, si superan los límites establecidos, no hay más remedio que destruir toda la producción.

Una extensa y peligrosa familia

Se conocen más de 400 micotoxinas producidas por distintas especies de hongos filamentosos, aunque solo una decena se consideran relevantes debido a su habitual presencia en alimentos y a la gravedad de las enfermedades que pueden causar.

Cuando hay una exposición a micotoxinas, no se suelen desarrollar los típicos síntomas gastrointestinales que ocurren con las toxinas producidas por otros microorganismos.

La aparición de estos síntomas agudos se relaciona con la ingesta de grandes cantidades de micotoxinas. Esto es poco frecuente y solo se ha detectado en países en vías de desarrollo donde las condiciones higiénicas de los alimentos pueden ser muy pobres.

Su mayor riesgo se debe a que se acumulan en el organismo y producen efectos crónicos entre los que se incluye la aparición de tumores. Por citar un ejemplo, la aflatoxina B1 es el agente cancerígeno natural más potente que existe y está asociada al desarrollo de cáncer de hígado.

Además, los niños son mucho más susceptibles a los efectos tóxicos de las micotoxinas y tenemos que ser especialmente cuidadosos con ellos. Por tanto, la normativa europea establece niveles mucho más restrictivos de micotoxinas en alimentos infantiles.

¿Dónde podemos encontrar micotoxinas?

Hay muchos grupos de investigación interesados en las micotoxinas y, gracias a sus trabajos, cada vez se conocen más alimentos que pueden estar contaminados. Entre ellos se encuentran los cereales y sus derivados, las frutas y los frutos secos, carne, productos lácteos, especias y un largo etcétera.

Teniendo en cuenta el porcentaje que representan en nuestra dieta, los cereales se consideran la principal fuente de micotoxinas en el ser humano.

La mayor parte de ellas son muy estables y resisten prácticamente a todos los procesos a los que se someten los granos. Pueden tolerar horneado a más de 200 o procesos de fermentación. De ahí que sea tan frecuente encontrarlas en derivados de cereales como el pan o la cerveza.

Los controles que pasan los alimentos para llegar al mercado libres de micotoxinas son muy exhaustivos. Por eso la Organización Mundial de la Salud recomienda no comprar alimentos en puestos callejeros o tiendas que no sean de confianza. Podría haber mayor riesgo de que presenten micotoxinas.

Además, hay que tener en cuenta que los alimentos contaminados no siempre tienen un crecimiento visible de mohos. Por ello, los controles rutinarios son imprescindibles para garantizar que las micotoxinas no lleguen a los consumidores.

Seguridad también en casa: lugares frescos y secos

Es muy importante tener en cuenta que la síntesis de micotoxinas por parte de los hongos también puede ocurrir mientras los alimentos están almacenados en nuestras casas. Hay que tener unas mínimas precauciones para evitar que los mohos que viven ahí sean capaces de crecer y producir toxinas.

Las mejores condiciones para su desarrollo son humedad elevada y temperaturas cálidas. Por tanto, algo tan sencillo como guardar siempre los alimentos en un lugar fresco y seco es una de las mejores medidas para prevenir la aparición de micotoxinas en nuestros hogares.

Por último, ante la presencia visible de moho, debemos eliminar el alimento inmediatamente. Aunque el resto del alimento parezca sano, puede estar lleno de micotoxinas que pondrían en peligro nuestra salud al consumirlo.

Este verano, antes de exprimir tus frutas para un zumo fresquito, ¡revise su aspecto! y si está bien, ¡que aproveche!

Jéssica Gil Serna, Profesora Contratada Doctora, Universidad Complutense de Madrid

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.

Fuent:  muy interesante.es

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"EL HÁBITO DE SENTIRNOS OFENDIDOS- Teresa Rocha" en tererocha.com - bajada para PGV 


EL HÁBITO DE SENTIRNOS OFENDIDOS

Miguel Angel Pascual Almeida 17 febrero, 2020Sin comentarios

Hay personas que se pasan la mayor parte de su vida sintiéndose ofendidas por lo que alguien les hizo.

Pero… ¡Nadie les ha ofendido! Son sus expectativas sobre lo que esperaban de otras personas, las que les hieren.

Y las expectativas las creamos nosotros con nuestros pensamientos. No son reales. Son imaginarias.

Si tú esperabas que tus padres te dieran más amor y no te lo dieron, no tienes por qué sentirte ofendido.

Son tus expectativas de lo que un padre ideal debió hacer contigo, las que resultan defraudadas. Tus ideas preconcebidas son las que te hieren.

Si esperabas que tu pareja reaccionara de tal o cual forma y no lo hizo… Tu pareja no te ha hecho nada.

Es la diferencia entre las atenciones que tu esperabas que tuviera contigo y las que realmente tuvo, las que te lastiman.

Un hábito de convivencia requiere que todas sus partes funcionen conforme a un rol esperado. Si una de las partes no cumple, el hábito se derrumba.

El hábito de sentirte ofendido por lo que te hacen otros (en realidad nadie te hace nada) desaparece cuando conoces mejor la fuente de las “ofensas”.

Cuando nacemos, somos auténticos

Pero nuestra verdadera naturaleza, es suprimida y sustituida artificialmente por conceptos que nuestros padres, la sociedad y televisión nos enseñan.

Y crean una novela falsa de cómo deberían ser las cosas en todos los aspectos de tu vida y de cómo deben actuar los demás.

Una de las mayores fuentes de ofensas es la de tratar de imponer el punto de vista de una persona a otra y guiar su vida. Cuando le dices lo que debe hacer y te dice “no”, creas resentimientos por partida doble.

Primero, te sientes ofendido porque no hizo lo que querías.

Segundo, la otra persona se ofende porque no la aceptaste como es. Y es un círculo vicioso.

Hábitos sanadores

Todas las personas tienen el derecho a conducir su vida como les plazca.

Aprenderán de sus errores por sí mismos. ¡Déjalos ser!

Las personas son un río caudaloso. Cualquier intento de atraparlas os lastimará a los dos. Simplemente, disfrútalas y déjalas ir.

1.- Entiende que nadie te ha ofendido

Son tus ideas acerca de cómo deberían actuar las personas, las que te hieren.

Estas ideas son producto de una máscara social, que has aprendido desde tu infancia de forma inconsciente.

Reconoce que la mayoría de las personas NUNCA va a cuadrar con esas ideas que tienes. Porque ellos tienen las suyas.

2.- Deja a las personas Ser

Deja que guíen su vida como mejor les plazca. Es su responsabilidad.

Dales consejos si te los piden, pero permite que tomen sus decisiones. Es su derecho por nacimiento: el libre albedrío y la libertad.

3.- Nadie te pertenece

Ni tus padres, ni amigos ni parejas. Todos formamos parte del engranaje de la naturaleza. Deja fluir las cosas sin resistirte a ellas. Vive y deja vivir.

4.- Deja de pensar demasiado

Ábrete a la posibilidad de nuevas experiencias. No te limites a tu propio repertorio.

Abre los ojos y observa el fluir de la vida como es.

5.- La perfección no existe

Ni el padre, amigo, pareja perfectos.

Es un concepto creado por la mente humana que a un nivel intelectual puedes comprender, pero en la realidad NO EXISTE.

Porque es un concepto imaginario.

Un bosque perfecto serían solamente árboles, arroyos cristalinos y sol, pero ningún bicho… ¿existe? No. Para un pez, el mar perfecto sería aquel donde no hay plásticos ni depredadores ¿existe? No. Solo a un nivel intelectual.

En la realidad jamás va a existir.

Naturalmente, al pez solo le queda disfrutar de la realidad.

Cualquier frustración de que el mar no es como quiere que sea no tiene sentido.

Deja de resistirte a que las personas no son como quieres o no piensan como tú. Acepta a las personas como el pez acepta al mar y ámalas como son.

6.- Disfruta de la vida

La vida real es más hermosa y excitante que cualquier idea que tienes del mundo.

7.- Imagina a esa persona que te ofendió en el pasado

Imagínate que ambos estáis cómodamente sentados. Dile por qué te ofendió.

Escucha atentamente su explicación de por qué lo hizo. Y perdónala.

Si un ser querido ya no está en este mundo, utiliza esta dinámica para decirle lo que quieres.

Escucha su respuesta. Y dile adiós. Te dará una enorme paz.

8.- A la luz del corto período de vida que tenemos, solo tenemos tiempo para vivir, disfrutar y ser felices

Nuestra compañera, la muerte, en cualquier momento y de forma imprevista, nos puede reclamar con urgencia.

Resulta superfluo e inútil gastar el tiempo en pensar en las ofensas de otros. No puedes permitirte ese lujo.

9.- Es natural pasar por un período de duelo al perdonar, deja que tu herida sane

Comparte tu duelo. Descarga tu sentimiento (no confundir con desquitarse) con alguien para dejar fluir el dolor.

Vuelve a leer esta entrada las veces necesarias y deja que los conceptos empiecen a sembrar semillas de consciencia en tu interior.

Reflexiona con honestidad sobre los errores que cometiste, conjúrate para no volver a caer en la tentación y vuelve a vivir la vida...

Fuente: http://sumafelicidad.es/el-habito-de-sentirnos-ofendidos

PD: este texto fue recomendado a PGV por Rubén Darío Vega Morales

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