PGV - edición de sábado 17, julio, 2021- "LAS ESCUELAS NO PUEDEN FUNCIONAR COMO BURBUJAS" y otros temas para Ud. - PGV

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"Nadie conoce la muerte, ni siquiera si es,  precisamente, el mayor de los bienes para el hombre, pero la temen como si supieran con certeza que es el mayor de los males" SÓCRATES 


LEA HOY EN PGV

-Haití: un país no viable

- "Las escuelas no pueden funcionar como burbujas"

- Sin palabras, excelente!!!!

- Pfizer pedirá autorización para refuerzo de la vacuna contra el COVID-19

- Política y politiquería

- Turismo responsable a cuatro ruedas

- VIDEO del escritor Eduardo Lozano Torres 

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Haití: es un país no viable


                                                                                                                                  

Julio Londoño Paredes (*)

El atroz y aberrante asesinato del presidente haitiano en el que lamentablemente se han visto involucrados algunos militares retirados colombianos y que parece una conjura cortesana de la Edad Media, ha hecho volver otra vez los ojos de la comunidad internacional hacia el país más desafortunado del mundo: Haití. 

No solamente es uno de los más pobres, sino que ha sido por décadas escenario de corrupción galopante, inseguridad, intriga, inestabilidad política y represión. Allí, desde los presidentes hasta los obispos y desde los generales hasta los políticos, han tratado “de raspar la olla”.

Haití es un país sin justicia, sin salud, con uno de los más altos índices de SIDA en el mundo, sin agua, con una desforestación aterradora, sin instituciones y con dirigentes que, desde los tiempos de François Duvalier con los tenebrosos escuadrones de la muerte denominados “Tonts Macoutes”, hasta el momento actual, han contado siempre con matones para imponer su voluntad.   

Para alivio de males, han caído sobre Haití tremendos huracanes y terremotos. Incluso los cascos azules de Naciones Unidas que fueron enviados para tratar supuestamente de restablecer el orden en medio de la anarquía, durante su estadía violaron a más de 2000 mujeres y niñas.

En esas condiciones resulta difícil creer las versiones del jefe de la policía y de otros funcionarios haitianos sobre el magnicidio. En Haití la justicia colapsó hace mucho tiempo y la regla general ha sido la violación reiterada de los derechos humanos.

Qué lástima que un país con una historia apasionante, con música preciosa, con una extraordinaria vocación colectiva para la pintura, colmado de tradiciones y además limítrofe con Colombia, esté en estas condiciones.

Delimitación marítima Colombia - Haití/cancilleria en cancilleria.gov.co - bajada para PGV


Fue la primera nación latinoamericana en independizarse el 1 de enero de 1804 después de una extraordinaria lucha dirigida por Toussaint L’Ouverture contra un régimen esclavista. En Puerto Príncipe nació Alexander Petion que, en 1815, venció a los ejércitos de Inglaterra, España y Francia e impulsó a Bolívar, que se encontraba en Jamaica, para proseguir en la lucha por la independencia de las naciones suramericanas. 

Compartiendo la isla de Quisqueya, República Dominicana, que durante 22 años estuvo ocupada por Haití, constituye actualmente un contraste tremendo que hace más angustiosa y evidente la situación haitiana. El dolor de cabeza de los dominicanos ha sido, es y seguirá siendo la migración haitiana. Pero también es la preocupación de Estados Unidos y de Canadá. Todos los haitianos sin excepción quieren irse: a muchos hemos visto pasar por el Tapón del Darién. Las ayudas internacionales muy poco han servido.

¿Qué hacer ante semejante caos? Nadie tiene una solución. Haití es un país no viable.

Fuentes:El autor y https://www.semana.com/opinion/articulo/haiti-un-pais-no-viable/202120/ SEMANA - julio 16, 2021 


(*) Excanciller y exenbajador de Colombia. Analista y escritor sobre temas de gobernanza y geopolítica. Decano de la facultad de estudios internacionales, políticos y urbanos de la universidad del Rosario

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Ilustración en magister.com - bajada para PGV


Marina Garcés: «Las escuelas no pueden funcionar como burbujas»

por Sandra Vicente

18/06/2021

  • La filósofa Marina Garcés reflexiona sobre el papel de la educación en este nuevo mundo, que se ha visto captado por la virtualidad y un peligroso sesgo hacia la individualidad que robará oportunidades a la juventud y aislará aún más las personas vulnerabilizadas

Marina Garcés, filósofa y escritora, reflexiona sobre la educación y el acceso a unas oportunidades igualitarias después y durante una pandemia mundial que ha puesto de relieve unas desigualdades que hacía demasiados años escondíamos bajo la alfombra. Asegura que la Covid nos ha puesto ante un espejo «perverso e inverso de lo que somos como sociedad». El mundo que se nos abre paso, irremediablemente, por las pantallas, aunque la filósofa alerta que las nuevas tecnologías no deberían ser vistas como un parche, sino como una oportunidad. Pero advierte de que «no nos sirve cualquier tecnología, ni cualquier empresa. Debemos ser conscientes de los usos y los abusos».

Garcés abordó estos temas en la jornada Avancem. Respostes locals en educació, esports i joventut, organizada por la Diputación de Barcelona el pasado lunes 7 de junio.

¿Cómo crees que ha afectado la pandemia en nuestra educación y qué consecuencias tendrá la virtualidad en este nuevo mundo?

Por un lado, la pandemia nos ha mostrado muchas realidades del sistema educativo que no queríamos ver, relativas a la desigualdad de recursos y a lo que pasa fuera de las escuelas: hemos descubierto las casas, las vidas y las posibilidades de cada uno. Todo esto son cosas que no forman parte de la vida escolar y que hemos visto que son importantes para el aprendizaje. La otra gran aparición que ha venido con la pandemia ha sido el debate en torno a la virtualidad y sobre cuánto Internet es necesario para un aprendizaje de calidad. Aquí encontramos un abanico de respuestas que van desde aquellos que ven en las tecnologías la salvación a todos los problemas educativos de nuestros tiempos, hasta los que las ven como una sustitución peligrosa de otros ámbitos de experiencia. Para mí esto es reducir el debate, porque la pregunta no es ‘tecnologías sí o no’, sino que nos tenemos que preguntar cómo las incorporamos, con qué criterios de cualidad democrática y con qué finalidades.

La virtualidad nos ha reducido a una esfera individual. Si enfocamos la educación desde una mirada holística, ¿cómo crees que la individualidad afecta al pensamiento crítico, a la socialización y a todos aquellos aspectos que determinan los aprendizajes?

No deberíamos relacionar virtualidad con individualidad en la experiencia de aprendizaje. No debería ser así. Las tecnologías pueden ser herramientas de relación entre iguales muy potentes. Ahora, no nos sirve cualquier plataforma, empresa o herramienta. Y seguramente no nos sirve tampoco el uso que le estamos dando en estos momentos. Las tecnologías no son acríticas; somos nosotros los que nos volvemos y nos relacionamos con ellas como si fueran las únicas posibles, como si las empresas que nos las proveen fueran las únicas y la manera de usarla, con los datos tremendamente expuestos, fuera la única realidad posible en el mundo digital. Tiene que haber una respuesta clara por otro tipo de tecnologías: que sean de código abierto y protegidas en el uso y propiedad de los datos. Y, a partir de aquí, podemos plantearnos herramientas que garanticen experiencias colaborativas y entre iguales en las redes.

Si el aula se convierte en una réplica de las redes sociales y en un espacio donde sus valores se hagan legítimos, tenemos un grave problema

Da la sensación de que, a veces, vemos las nuevas tecnologías como un parche, cuando realmente hace años que son una parte importante de nuestras vidas. Parece que las estamos adoptando de manera reactiva. ¿Crees que estamos perdiendo oportunidades de descubrir nuevas herramientas y aprender sobre nuevas maneras de ver el mundo?

Debemos profundizar en la propiedad de estas plataformas digitales: quién se beneficia, quién las construye, con qué valores y qué mirada del mundo nos transmiten. Las redes sociales, por ejemplo, lo dominan todo y están basadas en la valorización de la persona como marca: nos valoran por nuestra presencia, apariencia y actividad constante. Todo esto da un sentido muy concreto a lo que hacemos y lo hace siguiendo la estela del capitalismo digital. Y no participamos sólo como clientes, sino como sujetos de una manera de estar en el mundo. Y los niños y niñas aprenden muy temprano que si no eres visible, no eres nadie; si no recibes una constante aprobación de esta inmensidad indefinida que son los seguidores, no eres nadie y no eres válido.

Construir un entorno de aprendizaje es exactamente lo contrario a esto; debemos apostar por la pedagogía de la circunstancia. Es decir, no incitar a las actitudes valorizables, sino crear circunstancias que propicien un aprendizaje valioso, más significativo, interesante y relevante. Las tecnologías no son sólo una herramienta, sino un contexto de vida, que nos llevan a una determinada manera de estar en el mundo. Si el aula se convierte en una réplica de las redes sociales y en un espacio donde sus valores se hagan legítimos, tenemos un grave problema.

Este uso y abuso de Internet ha eliminado la frontera entre el mundo adulto y el infantil. Desde que los niños y niñas tienen el mismo acceso a la red que los adultos, los exponemos a un mundo muy polarizado, lleno de fake news…  ¿Cómo podemos prevenir de estos peligros y educar en un mundo nuevo, de la mano de unas herramientas que los adultos aún no dominamos?

Tirando del hilo que comentábamos antes. El problema es que estos entornos tienen su propia lógica y su propio valor. Y rompen con los contextos de experiencias compartidas. Son como la tele: no es lo mismo dejar un niño solo ante la tele toda la tarde, como ocurría en muchos hogares, que mirar una peli o las noticias juntos. No para vigilar, sino para compartir lo que miramos. Con las tecnologías pasa lo mismo, el problema es que nos llegan a través de gadgets cada vez más íntimos: esta pantalla pequeña que podemos llevar en el bolsillo vehicula todos nuestros mundos, porque llevamos las fotos, la música, todo lo que queremos y es donde esperamos aquella persona que nos debe llamar. Todo ello está, en esta cosita que es como una caja del tesoro, donde guardas todos tus secretos. Esto tiene mucho poder y valor y por eso nos seduce a todos, niños y adultos.

Pienso que no debemos responder con control, vigilancia ni con miedo, que nunca educa. Una cosa es conocer los peligros reales de la vida y otra es vivir con miedo. Debemos conocer los riesgos para sabernos mover y eso pasa por crear estos contextos de experiencias compartidas; debemos apostar por usos de las tecnologías que nos conecten con personas que nos puedan advertir de los efectos adversos que puede generar la red en nosotros. Pero si nos aislamos dentro de las pantallas, es difícil.

Es un momento muy trágico para los jóvenes, porque estamos en una sociedad que no quiere o no tiene nada que ofrecerles y por eso conjura el miedo, para neutralizarlos

En esta pandemia hemos visto aún más como se ha infantilizado los niños. Esto ha derivado en un aumento de la criminalización de los jóvenes: si están en las redes, porque abusan; si están en la calle, porque tienen actitudes irresponsables en pandemia. Los jóvenes parece que hagan lo que hagan, lo hacen mal. ¿Cómo lo podemos resolver, con ellos y ellas?

Es un momento muy trágico en lo que respecta a los jóvenes, porque estamos en una sociedad que no quiere o no tiene nada que ofrecerles y por eso conjura el miedo, para neutralizarlos. Esto se puede hacer de dos maneras: criminalizándolo o victimizándolos. Últimamente oímos mucho el discurso que se compadece de los jóvenes por no tener futuro, o porque sufren consecuencias desde el punto de vista de la salud mental y, entonces, los tratamos como enfermos, no como una parte valiosa de la sociedad que necesita ayuda. Y cuando los jóvenes sólo pueden ser o enfermos o criminales es porque no esperamos nada y les rompemos, no sólo el futuro, sino el presente. Les estamos diciendo a la cara que no pintan nada. Basta con ver que estamos en un país con un 45% de paro…

Debemos pensar, no tanto en qué futuro les dejamos, sino en qué presente les estamos construyendo, qué proyectos de deseo, de trabajo, de acción política, de creatividad… Y por eso deberíamos hablar de números, de leyes de vivienda y laborales, de quien se beneficia de esta sociedad que es siempre y aún esta gerontocracia eterna que sigue captando el poder. Pero esto generaría respuestas que son las que no se quieren dejar salir. Los jóvenes sufren esta mezcla de miedo y desprecio que les tiene atrapados.

La juventud es aquel nuevo actor que nos llevará a un mundo futuro que desconocemos: es el tránsito hacia un nuevo tiempo y, hoy más que nunca, los cambios nos dan miedo. Por eso no les queremos dejar crecer

Esta mezcla también agrava las reacciones que tienen. Por ejemplo, los macroencuentros de estos días, pero deben ponerse en contexto, porque posiblemente no tienen otra salida que expresarse de manera contestataria.

Este malestar, en lugar de expresarse de manera patológica, se podría expresar de forma activa, con protestas, luchas, creatividades y modos de vida que aquellos que siempre nos dicen cómo se debe vivir no entenderían. Esta incomprensión entre un mundo y otro siempre está en los cambios generacionales, pero hoy, en un momento en que el miedo domina el conjunto de las emociones sociales, aún se enfatiza más. Hoy todo el mundo protege algo que reconoce como propio, nos replegamos para vivir a la defensiva. Y la juventud es la representación de aquel nuevo actor que nos llevará a un mundo futuro que desconocemos: es el tránsito hacia un nuevo tiempo y, hoy más que nunca, los cambios nos dan miedo. Por eso no los queremos dejar crecer.

Pero las precariedades que roban el futuro a la juventud son las mismas que las que nos lo roban a las personas adultas…

Es una mirada muy engañosa. Decimos que los jóvenes no pueden acceder a una casa. Pero, ¿qué pasa con toda la gente de mi edad que es desahuciada? ¿Qué pasaría si una persona mayor, que son el colectivo más vulnerabilizado de nuestra sociedad, tuviera que pagar un alquiler hoy? Nos estamos engañando a través de un espejo perverso e inverso de lo que somos como sociedad. ¿Los jóvenes no pueden? No, no podemos ninguno de nosotros. Este miedo es un miedo compartido a la precariedad, que sabemos que nos atraviesa a todos y que otra crisis descoyuntaría toda nuestra vida.

¿Por qué crees que hablamos de los jóvenes precarios en tercera persona? ¿Por qué externalizamos la precariedad?

Cuando hay desazón, inventamos monstruos y víctimas. Crear personajes que sufren los miedos que en realidad tenemos nosotros es una manera de desalojarlas de dentro de nosotros. Lo que buscamos ahora es sentirnos a salvo y más salvados que el de al lado. Siempre hay un ellos que me salva a mí de pensar que estoy mal o que vivo en una sociedad en la que las cosas no están bien porque es injusta y destruye constantemente la vida personal y social de todos nosotros.

Estas injusticias son generalizadas y globales. Hacemos hincapié en los entes locales, en la cooperación a menor escala. A menudo, pedimos grandes políticas cuando, tal vez, la solución comienza más cerca de casa.

No debemos confrontar la gran administración a los entes más pequeños y locales, sino invertir la prioridad. El mundo local es red, no la última de las administraciones, que es como siempre lo vemos: la hermana pobre de las administraciones, la última en la lista. Siempre vamos desde el Estado hasta el último distrito de barrio, que debe recoger las migas de la gran cadena. Pero, en lugar de ello, es la primera línea de acción social y de la vida en común, un entramado de muchos tipos de organización y de formas de vida. Es en los barrios y en las ciudades donde pasan las cosas, en el sentido más grande del término: son el escenario de la vida colectiva.

¿Por qué compensamos las desigualdades y las carencias de la escuela alargando la jornada de los niños? ¿Por qué damos tantas vueltas, en lugar de abordar el problema de raíz y apostar por el sistema educativo que queremos?

También ocurre en educación: son los centros, las AFA o la educación en el tiempo libre las que pueden salvar los jóvenes de este no futuro.

Sí, pero cuidado. La escuela, que es el espacio principal de la educación no es un espacio de salvación, sobre todo si la dejamos sola. Es un espacio donde podemos plantearnos cuáles son los problemas que tenemos y cómo abordarlos; más que un espacio de reparación es un espacio de transformación. Y lo es si entendemos que cada currículo, contenido y conocimiento que compartimos, cada práctica que desarrollamos, nos está comprometiendo con la sociedad y con nosotros mismos. La escuela es un taller constante de vida, donde ensayamos alternativas posibles con aquellos con los que nos toca convivir, no con quien elegimos. Esto es muy valioso, porque la escuela es el espacio más radicalmente democrático que tenemos y no puede funcionar como una burbuja; una escuela es la antítesis de una burbuja y la tenemos que seguir defendiendo así porque ya tenemos demasiadas, de burbujas.

Dices que la escuela no puede ser una burbuja pero, durante la pandemia, se ha convertido. Los niños más vulnerabilizados se han quedado sin educación en el ocio, se han segregado dentro escuelas ya muy segregadas de por sí, debido a los grupos burbuja. ¿Cómo se puede superar esto?

Aquí sí que se necesita una respuesta política clara y contundente. Los problemas de la desigualdad social están en todas partes del mundo, pero en este país arrastramos muchos conflictos, dados por la dualidad del sistema educativo entre la vía concertada y la pública, además de todas las escuelas privadas. Este sistema no se cuestiona tanto como debería y genera una segregación del sistema público que tiene que ver con una distribución muy desigual en el territorio y en los barrios. Falta mucha política seria que apueste, no sólo por una escuela de titularidad pública, sino que tenga espíritu y función 100% pública. Pero ya vemos, gobierno a gobierno y ley a ley, que es un aspecto que no se quiere tocar, ni en Catalunya ni en España. Y, mientras tanto, lo vamos intentando arreglar de mil maneras: conectando los barrios y las escuelas con el ocio y los ecosistemas sociales, aumentando la educación en el tiempo libre para compensar. ¿Pero lo compensamos alargando la jornada activa de los niños y jóvenes todavía más horas por qué lo que no hace la escuela debemos hacerlo fuera? ¿Por qué damos tantas vueltas, en lugar de abordar el problema de raíz, que en este caso es sistémico, y apostar por el sistema escolar que queremos?

Fuente: eldiariodelaeducacion.com/2021/06/18/...


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PD: Este saludable recuadro fue recomendado a PGV por nuestro colaborador Rubén Darío Vega Morales 


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Pfizer pedirá autorización para la vacuna de refuerzo contra la COVID-19

Por el momento, la OMS y la EMA no ven necesaria la tercera dosis de Pfizer contra el coronavirus. En Israel comenzarán a ponerla en personas de riesgo.

Ilustración: "La vacuna Pfizer, eficaz al 90% contra la COVD -19" en As.com - bajada para PGV

El 8 de julio Pfizer anunció que desarrollará una tercera dosis de su vacuna para proteger a las personas de las nuevas variantes de la COVID-19, principalmente de la variante delta, que avanza rápidamente por Europa y amenaza con convertirse en la cepa dominante en cuestión de un mes.

La farmacéutica dijo que enviará datos sobre su vacuna de refuerzo a la Administración de Medicamentos y Alimentos ​​de Estados Unidos (FDA) y a otros reguladores incluidos los europeos con la esperanza de obtener la autorización de uso de emergencia en agosto. Tras el anuncio, la FDA y los CDC (Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades) emitieron una declaración conjunta en la que dijeron que todavía no se necesitan refuerzos. “Los estadounidenses que han sido completamente vacunados no necesitan una vacuna de refuerzo en este momento”, afirmaban en la declaración conjunta.

Lo que se sabe hasta ahora es que la variante delta es más contagiosa, así como algo más complicada de neutralizar. Según los estudios realizados por la propia Pfizer, a los seis meses de haber recibido la segunda dosis de la vacuna, los anticuerpos empiezan a bajar y, por tanto, la inmunidad. Sin embargo, no existe suficiente evidencia científica al respecto.

La OMS (Organización Mundial de la Salud), por su parte, pide calma y afirma que aún no está claro que las vacunas de refuerzo contra la COVID-19 sean útiles para mantener la protección frente al virus. El organismo prefiere priorizar la vacunación a nivel mundial.

La Agencia Europea de Medicamentos (EMA) considera que "no hay suficientes datos de las campañas de vacunación y los estudios en curso para entender cuánto tiempo durará" la protección de las vacunas contra el coronavirus. Para la institución es “demasiado pronto” hablar de la necesidad de una dosis de refuerzo.

El país que ha ido a la cabeza en materia de vacunación contra la COVID-19, Israel, sí que pondrá la tercera dosis de Pfizer. Lo hará primero en personas que tengan un sistema inmunitario debilitado y está estudiando continuar con un grupo más amplio de la población. Según el Ministerio de Sanidad de este país, existe una correlación entre las personas contagiadas con la variante delta y las que fueron vacunadas primero, en torno a enero. Esto indica un descenso de la efectividad del pinchazo a partir de los seis meses. También se hace hincapié en que los primeros en recibir la vacuna fueron los mayores, personas cuyo sistema inmune es más débil. Israel reconoce que la muestra de vacunados que se han contagiado de coronavirus es limitada.

A pesar de los contagios que se han producido en Israel, los datos apuntan a que la vacuna de Pfizer ha evitado cuadros graves de la enfermedad.

Fuente: muyinteresante.es


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Política y politiquería

Ilustración; "Porque entre política y "politiquería" hay una GRAN diferencia" en cuentoconvz.com - bajada para PGV 


Son dos conceptos que se complementan el uno al otro porque, si no hay distintas corrientes de opinión, si no que quedan confundidas en una sola, es poco lo que hay que liderar. Si no hay políticas contrapuestas, no hay líderes. Al fin y al cabo, la política, bien entendida, es la participación en el debate público de distintas opiniones acerca del Estado y de lo que se ha dado en llamar el modelo de desarrollo .

Haciendo un juego de palabras se puso en circulación la idea del llamado propósito nacional . Propósito nacional es lo que busca cada partido. En realidad, en el seno de una democracia, los políticos le brindan al electorado una alternativa para ponerla en ejecución, cuando se alcance la mayoría y se pueda imponer uno entre los varios criterios que precedieron a la elección.

Y, qué es un político? Dentro de la confusión reinante cualquiera diría, leyendo cierta prensa y escuchando algunos medios de comunicación, que un político es un avivato que consigue un cargo público para lucrar y darles oportunidad a sus amigos o clientes para incrustarse en la administración pública. Todo aquel que no tiene acceso a cargos de elección por falta de respaldo popular o por carencia de tesis políticas, no vacila en descalificar con infundios de este género a quienes practican la política. En la llamada generación de los nuevos la palabra manzanillo , que se ha visto sustituida por clientelista , se definía como se debe llamar a aquel que ocupa el puesto al cual uno aspiraba. Surge entonces el nuevo partido, el de los antipolíticos, que no es sino otra forma de buscar electores, acogiéndose al descrédito de los políticos dentro del concepto peyorativo a que he hecho alusión.

Me atrevo, entonces, a defender la política contra la versión que la presenta como un estigma y no me tiembla el pulso para invocar la necesidad de que exista una política y que haya un liderazgo para que se practique la democracia. Necio sería ignorar que es indispensable el concurso de la opinión pública para poner en vigencia cualquier solución en beneficio de la comunidad. El tecnócrata, el economista, dentro de su urna de cristal, puede hacer gala de una inmensa erudición o de una gran sabiduría, pero así como no se puede aprender a hacer dinero por libro, no se puede dirigir al Estado que nos rige con prescindencia del contacto con la opinión pública y la sola ayuda de los conocimientos. El hecho de que miembros de la clase política abusen de algunas posiciones no justifica en modo alguno que mientras se mantenga el sistema democrático, se condene el ejercicio de la política como una limitante, cuando es, por excelencia, una de las más nobles actividades del hombre.

Los temas del debate público se actualizan y se desactualizan al mismo ritmo que brilla o se eclipsa la estrella de quienes los abanderan. Cuanto viene sucediendo en Colombia, de un tiempo a esta parte, es, precisamente, la sustitución de unos temas del debate político por otros que, todavía, no han conseguido configurar propiamente un partido.

Sobre el tapete de la discusión están la apertura económica y la reforma de la Constitución de 1991. Quienes protagonizaron la lucha entre liberales y conservadores cuando tenían actualidad la cuestión religiosa, la reforma agraria o el manejo de las divisas entre otros issues en el escenario público, poco tienen que ver con la nueva controversia entre quienes son partidarios de la privatización, de la desregulación y de lo que llama la ministra de Agricultura dejar de proteger a la ineficiencia, cuando de regresar a los subsidios y apelar a la protección arancelaria se trata. De igual manera, una vez que la Constitución de 1886 con sus reformas, fruto de un consenso centenario, se echó como un cleenex al canasto de los papeles viejos, y se vio sustituida de la noche a la mañana por unas instituciones elaboradas en medio año por una Asamblea Constituyente sin una teoría orgánica del Estado, es evidente que se requiere imaginación política para un reajuste significativo de los trabajos de 1991.

Lo que no es política ni es nada es centrar la defensa de la Carta en temas tan secundarios como la reciente batalla que se libró, dizque a nombre de la moral, contra la posibilidad de que los congresistas puedan ser ministros o embajadores. Nadie ignora que la corruptela entre el Ejecutivo y el Congreso subsiste con la designación para tales cargos de parientes y recomendados de los mismos senadores y representantes. Es mejor que estos favores se hagan de frente, en cabeza de los beneficiarios, que recurrir a los designados por los mismos congresistas.

Y pensar que en países como Inglaterra se requiere para ser ministro contar con una curul en el Parlamento! Exactamente lo contrario de lo nuestro, en donde no es una condición sino un impedimento tener el respaldo político que representa haberse ganado una curul.

Del mismo modo, el reparo a la Constitución de 1991 no puede quedar reducido al absurdo y contradictorio invento de la circunscripción nacional para los senadores. Cómo es posible conciliar la descentralización como principio rector, con la desaparición de las circunscripciones regionales? Recuérdese que en la época del Federalismo se llamaba Senado de Plenipotenciarios al Senado de la República porque estos llevaban la vocería de sus respectivas regiones y no provenían de un mandato nacional, como el actual, que priva de representación a los departamentos pequeños. El conflicto en el seno del Organo Jurisdiccional y la desvertebración del gasto son los temas verdaderamente importantes que demandan una nueva política.

Al lema convencional del general Reyes, importado del México de don Porfirio Díaz, Menos política y más administración , es necesario pensar, a veces, en más política en grande y menos mandos medios inventando papeleos.

El día en que se defina claramente quiénes promueven como un dogma la apertura, tal como se practicó durante la administración Gaviria y, por otra parte, piensen que la Constitución de 1991 es inmodificable, se habrá demarcado un lindero y harán su aparición líderes entre quienes opinan que la apertura debe ser selectiva y que las reformas de 1991 entorpecen, en ciertos aspectos, la administración de Justicia y el manejo de la economía.

Fuente; eltiempo.com/archivo/documentos/MAM-375547

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Turismo responsable a cuatro ruedas 


    Rutas en coche
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Turismo responsable a cuatro ruedas

  • Antes de realizar un trayecto largo en coche, es fundamental asegurarse de que está en buenas condiciones
Anabel GUTIÉRREZ

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VIDEO de Eduardo Lozano Torres abrir: https://beacons.page/eduardolozano


Si queremos un mundo de convivencia civilizada hay que poner la inteligencia individual y social al servicio del respeto justo y mutuo (parodiando a Antoine de Saint - Exupéry) 




"El Siglo XXI será de espiritualidad o no será" EINSTEIN


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