PGV - Edición de marzo 27, 2021 "Vivir con Menos para vivir con Más" - y otros temas muy importantes
PGV - PLURIVERSIDAD GLOBAL PARA LA VIDA - PGV
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1. Vivir con Menos, para vivir con Más
Desde pequeño me enseñaron a querer y a buscar más de todo. La vida se trataba de tener más, de buscar más, de querer más. Cualquier cosa, material o inmaterial, era sólo el escalón previo para buscar algo más. Todo se hace viejo e insuficiente, cada vez más rápido. Y así, la vida es sólo una carrera frenética de acumulación y sustitución. Más de todo, todo el tiempo.
Y de pronto, llegó la pandemia. Ese freno de mano brutal que no vimos venir. Y la carrera interminable por acumular y sustituir se paró abruptamente. De un día para otro se redujo el espacio que habito, el número de personas con las que interactúo y la cantidad de cosas que tengo que hacer en un día.
Sin darme cuenta tuve que aprender a vivir con menos de todo.
Menos espacio para moverme. Menos compromisos por día. Menos ingresos. Menos gastos. Menos diversión y contacto con personas distintas. Menos traslados y prisas. Menos tráfico y menos contaminación. Menos privacidad y menos espacios propios. Menos distractores. Menos alternativas. Menos cosas. Menos lujos. Menos formalidades.
De pronto dejé de usar camisas, sacos, corbatas y zapatos de vestir. Tres cuartas partes de mi clóset de ropa quedaron olvidados. Dos o tres pantalones, unas franelas y unas gomas empezaron a ser suficientes para recorrer la casa, con las mismas personas de siempre, para hacer lo mismo de todos los días.
Las cosas acumuladas por años empezaron a estorbar.
Los espacios de la casa, que antes eran sólo lugares de paso, se convertían en espacios vitales.
Lugares para estar y pasar muchas horas, y no sólo esquinas que adornan y embellecen.
Habitar empezó a ser más importante que acumular.
Vivir empezó a ser más importante que sustituir y renovar.
Existir y resistir empezó a ser más importante que presumir y enseñar.
La vida se hizo más lenta, más monótona, más repetitiva.
Muchas personas que parecían imprescindibles en mi vida simplemente dejaron de existir.
Decenas de cosas que parecían esenciales en el día, quedaron guardadas en un cajón.
Una laptop, un celular, una pluma, un libro, unos plumones y un pizarrón se convirtieron en las cosas que realmente necesito para existir y resistir.
Vivir y resistir, lo único que importa hoy. Lo demás, estorba.
De pronto, vivir con menos generó el espacio que necesitaba para vivir con más.
Vivir con menos personas me permitió gozar más a las que sí tengo.
Vivir con menos espacio me obligó a verme a mí y convivir conmigo.
Vivir con menos cosas generó lugar para crear nuevas y mejores.
Vivir con menos dinero me obligó a valorar más el que llega y hacerlo rendir.
Vivir con menos prisa me generó más tiempo para sentir.
Vivir con menos distractores me obligó a poner atención.
Vivir con menos formalidades me orilló a entender las prioridades.
Vivir con menos obligaciones me permitió volver a sentir el placer de servir.
No estoy listo para agradecerle a la vida este momento, pero sí quiero recordarlo siempre, porque 2020 me ha enseñado que vivir con menos, me permite vivir con más.
(*) Timothy Maxwell Max Keiser es un periodista, cineasta y excorredor de bolsa estadounidense. Junto a su esposa, la presentadora y productora de televisión Stacy Herbert conduce Keiser Report, un programa financiero emitido en RT. Wikipedia
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2. Oportunidades para un mayor crecimiento sostenible tras la pandemia - BID (*)
Prólogo
Por Eric Parrado Economista - Jefe
El shock de la COVID-19 fue una crisis importante y traumática para América Latina y el Caribe.
La pandemia provocó en la región lo que anteriormente he denominado una “triple parada súbita” sin precedentes, con grandes perturbaciones en la movilidad humana, el comercio y los flujos de capital. Fueron acontecimientos enormemente peligrosos.
A medida que se paralizó la movilidad humana debido a los confinamientos y el temor de los contagios, las inversiones cayeron, el comercio se vio trastornado y la triple parada súbita planteó un desafío a la región como pocos en el pasado.
Reparar los daños que ha causado requerirá un diseño inteligente de las políticas, así como disciplina y creatividad en los meses y años que vienen.
La edición 2021 del Informe macroeconómico de América Latina y el Caribe identifica oportunidades de reformas para ayudar a los responsables de las políticas públicas a sacar sus economías de esta crisis y generar un crecimiento más sólido, inclusivo y sostenible.
La crisis comenzó a desplegarse con fuerza cuando los países ya se enfrentaban a un complejo conjunto de condiciones preexistentes, entre las cuales estaban los bajos niveles de productividad y un malestar social latente.
Quizá una analogía adecuada para describir la situación sería que, en 2019, la región volaba con un motor averiado y que, en 2020, el segundo motor también sufrió un golpe.
El desafío al que nos enfrentamos ahora consiste en llevar esta nave a buen puerto, rescatar a los pasajeros y disponer las reparaciones necesarias.
Para que la región vuelva a levantar el vuelo, se requerirá un mayor gasto en atención sanitaria, en transferencias públicas a los pobres y en préstamos a las empresas con dificultades.
Entretanto, los ingresos fiscales se han desplomado debido al desempleo y a una caída del consumo, los balances fiscales se han deteriorado y la deuda pública ha aumentado considerablemente desde la crisis financiera global de 2008-09.
En este panorama, será sumamente difícil aumentar el gasto y sostener los estímulos fiscales.
Una de las lecciones de las crisis anteriores es que éste no es el momento de replegarse sobre sí y levantar barreras. Al contrario, la región debe buscar una mayor integración mediante tratados comerciales más sólidos y la eliminación de obstáculos como los controles de aduana excesivos en las fronteras, que perjudican el libre flujo de bienes y servicios justo cuando más se necesita.
Es el momento de aprovechar las oportunidades que proporcionan una integración de mejor calidad y más inteligente en las cadenas de valor globales y regionales.
También es el momento de pensar como América Latina y el Caribe puede aprovechar la reasignación de recursos en diferentes sectores para impulsar OPORTUNIDADES PARA UN MAYOR CRECIMIENTO SOSTENIBLE TRAS LA PANDEMIA y el crecimiento de la productividad, promover el empleo formal y lograr un futuro más sostenible sin la falsa dicotomía entre crecimiento económico y sostenibilidad ambiental.
Los países tendrán que ser mucho más eficientes, estrechar las arcas públicas y eliminar las ineficiencias de gasto que representan más del 4% del PIB en promedio en la región.
Más adelante, tendrán que encontrar maneras de aumentar la resiliencia mediante inversiones inteligentes que impulsen la productividad y estimulen el crecimiento.
Los gobiernos deben implementar políticas para que la recuperación sea mucho más inclusiva, lo que significará en algunos casos aumentar los impuestos para mejorar la distribución del ingreso a través de redes de protección social y una mejor prestación de servicios públicos como la educación y la atención sanitaria.
Al mismo tiempo, es necesario apoyar a numerosas pequeñas y medianas empresas que entraron en hibernación, de modo que puedan ser parte de la recuperación y contribuir a un crecimiento más sólido después de la pandemia.
El Informe macroeconómico de este año abarca más que los temas habituales porque los peligros de una triple parada súbita hacen que sea imperativo actuar en múltiples frentes.
Saldremos de esta crisis más pobres, más endeudados y con economías que tendrán un formato muy diferente en términos de sus estructuras productivas. La adopción de medidas sanitarias es esencial para salvar vidas hasta que las vacunas puedan llegar a toda la población y podamos dejar atrás la crisis de salud pública.
Sin embargo, es igualmente importante que las economías vuelvan a ponerse de pie para protegerse de las crisis y sus terribles efectos.
La COVID-19 es una llamada de alerta para reformar y cambiar el status quo de manera que podamos llegar no a la vieja normalidad, sino a una nueva y mejor normalidad.
Espero que este informe ayude a los responsables de las políticas públicas en esta importante tarea.
Eric Parrado Economista - Jefe
(*) Fuente: Informe Macroeconómico de América Latina y el Caribe 2021 - Banco Interamericano de Desarrollo - BID, Coordinado por Eduardo Cavallo y Andrew Powell. Ver informe completo en D:/propetario/Downloads/informa-macroeconomico-de-america-latina-y-el caribe-2021-....
Los derechos de la mujer comenzaron a ser reconocidos tardíamente en nuestro medio. Sólo hasta 1954 durante el gobierno de Rojas Pinilla, tuvo la mujer derecho al voto y un año después a la cédula de ciudadanía. Sólo ahora se comienza a tener conciencia de los derechos de la mujer muchas décadas después. Por eso es curioso el caso de doña Inés Ortiz en la Guajira que se remonta a los primeros años de la colonia.
La isla de Cubagua, ubicada frente a la costa venezolana, fue descubierta por Cristóbal Colón en 1498. Allí, atraídos por la abundancia de perlas en el mar adyacente, se organizaron los primeros establecimientos españoles en la América del Sur. Uno de ellos recibió en 1528, el nombre de “Nueva Cádiz de Cubagua”. Fue la primera ciudad de Venezuela.
Un vecino llamado Francisco de Castellanos asumió el control de la isla, aunque en realidad la que ejercía el mando, tanto de don Francisco como de la isla, era su esposa Inés Ortiz, una agraciada joven española de recia personalidad. Sin embargo, la desaforada explotación de perlas hizo que en poco tiempo los ostiales de Cubagua se agotaran.
Por instrucciones de doña Inés, Francisco envío a una expedición en búsqueda de un lugar para trasladar a los residentes de Cubagua. El sitio escogido fue el Cabo de la Vela, en el extremo noroccidental de la península de La Guajira, en donde había extensos ostiales. Allí se fundó un caserío de nombre Nuestra Señora de los Remedios.
Por gestiones de doña Inés, el Rey otorgó a su esposo el título de “Mariscal de la ciudad de Riohacha y de su granjería de perlas”. Sin embargo, ante la escasez de agua y el hostigamiento de los corsarios, doña Inés le indicó a su esposo que buscara un sitio más adecuado para la ciudad. El grupo explorador que envió Castellanos, guiado por un indígena al que se le dio en recompensa un hacha, alcanzó sobre la costa una corriente de agua dulce a la que llamaron “Rio de la Hacha”, cerca de la cual se estableció la nueva población.
A la muerte de su esposo, doña Inés Ortiz, no dudó en solicitar al Rey que su hijo Miguel, ocupara el puesto de su padre. Así lo hizo el monarca. El nuevo mariscal Castellanos guiado por su madre, estableció en Riohacha un régimen autocrático sin precedentes parecido al de los señores feudales en Europa. Aunque la gobernación de Venezuela, interesada en las perlas, solicitó a Madrid que Riohacha se anexara a esa provincia, doña Inés y su vástago lo evitaron y mantuvieron una autonomía sin precedentes, ya que solo dependían de la lejana audiencia de Santo Domingo.
En 1581 el gobernador de Santa Marta, que también pretendía a Riohacha, dio cuenta a la Corona del grave estado de corrupción y desorden en que se encontraba la ciudad como consecuencia de la administración de Castellanos y de la influencia de su madre que era quien en la práctica gobernaba la ciudad y toda su jurisdicción. El rey finalmente resolvió en 1593 adscribir a Riohacha a la gobernación de Santa Marta y no a la de Venezuela.
Doña Inés, con su recia personalidad, tuvo mucho que ver en que La Guajira fuera de Colombia y no de Venezuela.
(*) Excanciller y exembajador de Colombia.Conferencista y escritor sobre temas de geopolítica. Decano de la facultad de estudios internacionales, políticos y urbanos de la universidad del Rosario
4. SOBRE EL SENTIDO COMÚN (*)
Epicentro pluriprofesional de librepensamiento y de gestión de conocimiento
Definiciones
Henri Bergson define al sentido común como "la facultad para orientarse en la vida práctica"1. E. Mora-Anda dice que el sentido común nos ahorra tonterías: calcula lo probable y lo improbable, lo razonable y lo absurdo. No se atiene a reglas, sino a lo que puede funcionar; no es perfeccionista, sino que prefiere "lo razonable", también analizado por Lin Yutang en "La Importancia de Vivir". Para Trout y Rivkin, el sentido común es una facultad esencial de la persona: «una facultad que posee la generalidad de las personas, para juzgar razonablemente las cosas». Yash, Hipat Roses e Imeld lo definen como «el don provisto para saber distinguir todo lo que nos rodea: el bien, el mal, la razón y la ignorancia.».2
De una manera más sencilla, se comprende por sentido común a una manera de no pensar y de no analizar crítica o científicamente hechos y fenómenos de la sociedad, dados como naturales y concretos sin investigaciones metodológicas previas3. Al aceptar estos hechos sin argumentos, escapan al rigor científico y a toda clase de análisis críticos.4 Dado que lo «común» (a diferencia de los cinco sentidos establecidos), no es parte de lo cognitivo (natural), sino una construcción social. El sentido común es la antítesis al pensamiento crítico.
Andrés Zambrano. Define el sentido común, no como una antítesis del pensamiento crítico y/o científico, eso es como decir que "debemos ser tontos por no defender nuestros intereses". No tiene sentido pensar que un pensamiento crítico este en controversia con el sentido común, al contrario este pensamiento es parte fundamental de esa racionabilidad colectiva y que termina imponiendo el sentido común y está basado en el conocimiento, la ciencia y la tecnología; y no solo en una sola racionalidad preconcebida, elevando nuestra conciencia hacia una forma de vida trascendente y universal.
Es importante tener en cuenta, que popularmente se dice que todos tenemos un sexto sentido o percepción extrasensorial, que nos da cierto nivel conciencia sobre lo que pasa o puede suceder y que podemos hacer que pase a través de nuestra propia percepción consiente o inconsciente. Este sexto sentido, si es la antítesis al pensamiento racional, ya que se basa en el supuesto y el uso de poderes sobrenaturales para obtener conocimiento, como son la precognición o la clarividencia.
El Séptimo Sentido: Por esto debemos pensar que el sentido común es el séptimo sentido que se basa en el conocimiento de lo que es bueno y malo. Por eso es que es, el menos común de los sentidos, porque por el afán de sobresalir y en algunos casos por sobrevivir, muchos lo pierden, cayendo en la cultura de la corrupción (Mentir, robar, matar y codiciar) dejando de lado razonar, compartir, educar y ser íntegros.
{Andrés Zambrano. 29/09/2020}
Controversia universalismo-contextualismo
Para Reid los principios del sentido común "son universales y fijos, no sujetos a crítica o renovación". En cambio Popper reconoce que los contenidos del sentido común "sí están sujetos a cuestionamiento y cambio". Por su parte, Vico señala "la dependencia del sentido común a sus contextos culturales específicos".5
Doctrina clásica
En la acepción clásica de la filosofía Aristotélico-Tomista (y en la misma etimología del término), el sentido común se refiere a la reunión de las impresiones de los diversos sentidos; tanto los externos (vista, audición, tacto, gusto y olfato), como de los sentidos internos (cogitativa, la memoria y la imaginación). El sentido común reúne la información de todos los sentidos, y esta reflexión ayuda a distinguir lo verdadero de lo falso, o lo bueno de lo malo. Sin depender de un conocimiento esotérico, investigación o estudio, el sentido común es el primero de los sentidos internos y que los clasifica en sentido común, imaginación, memoria y estimativa-cogitativa en el hombre. El sentido común no es el «buen sentido», «común» a todos los hombres, es decir, la inteligencia en su actividad espontánea, o la razón en el sentido cartesiano de poder distinguir lo verdadero de lo falso. Aunque sea una acepción corriente, esta asimilación supone un cambio de significación con respecto a la doctrina clásica, que configura el sentido común como un sentido, una función del conocimiento sensible: su objeto no es abstracto y, por tanto, no es una función intelectual.
Naturaleza y funciones
Delimitado así el sentido común podemos pasar a examinar su naturaleza y sus funciones con más detalle. Como todos los sentidos es una potencia pasiva, es decir, que no opera hasta que no es excitado por el objeto. La información en su estado puramente termodinámico, hace perder recursos al objeto que pierde su discretismo ante el observador. El objeto como tal no se transforma al conocerlo, sino que lo enfoca y lo delimita en su campo de acción. Las propiedades no observadas sencillamente pasan desapercibidas, ejerciendo una influencia discreta entre ambos objetos, cuyas propiedades irán emergiendo en función de si el objeto es capaz de irse adaptado a la interacción dinámica con dicho objeto. Por 'abrirse' una vía de comunicación, el objeto aparenta ser a nuestro sentir lo ideal para la consecución del objetivo. Se irá alejando, o no, de ese estado ideal en función de que se vayan conociendo el resto de propiedades. Por ello, cuando un acontecimiento sucede en el universo... ¿Qué orden ha seguido? ¿Causa - efecto? ¿O quizá porque el efecto es el ideal, se persigue la causa?. Este principio hace replantearse si de verdad existe una línea del tiempo predominante en el universo objetiva, o es más bien orquestada por los elementos que interaccionan, quedando sujeta a los estados de energía de cada sistema interactuante, siendo las propiedades internas de estos sistemas un elemento más capaz de modificar dicho flujo temporal al adoptar posiciones o roles adaptados a las previsiones.6
Hay que señalar que según un sentido está más alejado del objeto, y según sus funciones vayan siendo más complejas, su capacidad de «error» es mayor. Así, el sentido común puede «equivocarse» más que los sentidos externos. Pero su objeto lo capta más «abstractamente» y, por tanto, de modo más perfecto.
Naturaleza
Dentro de la dinámica metabólica del cerebro, los sentidos internos que desencadenan la dinámica con el medio, sensaciones menos elaboradas y más simples, generan una cascada de pulsos neuronales, los cuales solo llegan aquellos de los que requieren nuestra atención porque así se nos ha educado, porque está en peligro la vida o damos importancia relevante a cierta parte del medio en el que nos desenvolvemos. Dada la estrecha conexión e interdependencia dentro de la que actúan los sentidos, el sentido común cumple una función clave: por una parte unifica y regula la multiplicidad sensorial de los sentidos externos; y, por otra, sirve de enlace entre estos y los sentidos internos.
El conocimiento que proporciona los sentidos menos desarrollados y elaborados tienen por objeto una cosa distinta del sentido común; su objeto son las sensaciones de los demás sentidos externos aunque no en el mismo plano que ellos, ya que su función no versa sobre los objetos exteriores sino sobre nuestra sensación de los objetos. Viene a ser como la raíz y principio de la sensibilidad externa, radix et principium sensuum externorum.
- El sentido no capta los sensibles comunes, pues estos son objetos exteriores, captados por los sentidos externos con su propio objeto, mientras el sentido común es un sentido interno.
- El sentido común no tiene una función de «reflexión».
Para reflexionar tenemos la capacidad de recordar, valorar y establecer una acción con conocimiento, o sea a conciencia. Pues el sentido común es un conocimiento más dentro de nuestra dinámica en el medio.
Funciones
Las funciones que tradicionalmente se le atribuyen son:
- Conocer las diferentes cualidades captadas por los sentidos externos y establecer una comparación entre dichas cualidades.
- Conocer los actos u operaciones de los sentidos externos.
- Según Barbado,7 realiza una función más: distinguir los objetos reales de las imágenes fantásticas; se apoya Barbado para asignarle esta función en algunos textos de santo Tomás, textos cuya relación con el sentido común ha sido poco estudiada.8
Un punto a determinar con precisión es si deduce especie expresa -como el resto de los sentidos internos-, o solo especie impresa -como los sentidos externos-; los textos clásicos dejan abiertos interrogantes a este respecto.
- «El sentido común es la potencia por la que se tiene la sensación de cualquier sensación externa, cosa muy distinta de la potencia por la que se tiene la «idea» de cualquier sensación. Dicho de otra manera: el sentido común no entiende, sino que siente las sensaciones externas».9 El objeto del conocimiento es conocido fragmentariamente por el sujeto en el conocimiento inmediato. Efectivamente el «contacto inmediato» con el objeto se realiza a través de los sentidos externos, pero estos solo captan cada uno un aspecto de dicho objeto; el ojo no oye, ni el oído siente la dureza. La primera unificación de estas cualidades captadas se debe llevar a cabo (es lo que hace el sentido común) a través de una comparación entre ellas, que permite, a su vez, diferenciarlas... Pero esta comparación o diferenciación implica ya una referencia marcada a la unidad del sujeto que siente (debe haber algo que unifique), y por eso se dice que el sentido común «ilumina» el acto del sentido externo y lo hace «consciente» (de ahí el nombre que se le da al sentido común de conciencia sensible). El sentido común, pues, utiliza a los sentidos externos como «instrumentos» de los que se sirve para cumplir su función más eminente en orden al conocimiento del objeto.
- Nosotros conocemos nuestras sensaciones. «No solo sentimos el objeto, sino que sabemos que lo sentimos. Ahora bien, un sentido no puede reflexionar sobre sí mismo, porque es orgánico. El ojo ve los colores, pero no puede ver su visión de los colores.10 Así, pues, hay que admitir una función de conocimiento distinta que tiene por objeto los actos directos del conocimiento sensible, y esto lo hace el sentido común».11
Pero el sentido común no solo es activo por estas funciones, sino -y esto es muy importante- porque regula la «atención sensorial», mediante la cual el sujeto dirige el oído, la vista, etc., hacia el estímulo, para sentirlo mejor.
Notas y referencias
- ↑ «Blog de Economía, Filosofía y Política. Crecimiento y desarrollo -LUNES, 6 DE JUNIO DE 2016-».
- ↑ «Definiciones del sentido común». Archivado desde el original el 1 de febrero de 2014.
- ↑ Sentido común: definiciones Consultado el 26 de noviembre de 2019
- ↑ ¿Qué es el sentido común? 3 teorías Consultado el 26 de noviembre de 2019
- ↑ González de Luna, E. (2004) Filosofía del sentido común: Thomas Reid y Karl Popper. UNAM
- ↑ Reducción del objetivo orquestado. Postulado Penrose/Hameroff
- ↑ o. c. en bibl., 1, 723
- ↑ cfr. Sum. Th. 1 q84 a8 ad2; De Malo q3 a3 ad9
- ↑ A. Millán Puelles, o. c. en bibl., 346
- ↑ cfr. S. Tomás, Contra gentes, 11,65
- ↑ R. Vernaux, o. c. en bibl., 66
Bibliografía]
- Alvira Domínguez, R.; Ferrer Serrate, J. «Sentido común». Gran Enciclopedia Rialp. Archivado desde el original el 30 de septiembre de 2007. Consultado el 28 de marzo de 2007.
- Barbado, M. (1946-48). Estudios de psicología experimental. Madrid.
- Brennan, R. E. (1969). Psicología general (4ª edición).
- Fabro, C. (1966). Percezione e pensiero (2ª edición). Brescia.
- Millán Puelles, A. (1972). Fundamentos de filosofía (8ª edición).
- Vernaux, R. (1971). Filosofía del hombre (3ª edición).
Excelente publicación. Ojalá la gente leyera de verdad para la vida.
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