PGV - Edición de 17,02,2021- "¿DE DÓNDE VIENE TU SALUD?" - y más temas de interés
PGV Pluriversidad GLOBAL para la Vida - PGV ¿DE DÓNDE VIENE TU SALUD? La salud no siempre viene de los genes o los buenos hábitos. *1.-* La mayoría de las veces se genera desde la *paz mental*, la paz en el corazón y en el espíritu. *2.-* Viene con la *risa*, el buen humor aún en los peores momentos, de la aceptación genuina de uno mismo y de los demás. *3.-* Viene con la *MÚSICA* que nos alegra y acelera nuestras neuronas. *4.-* Viene con el *AMOR* y el cuidado de nosotros mismos y la aceptación de los demás. *5.-* Viene de los alimentos saludables e imprescindibles, que nos proveen de energía y los cuales no están propiamente en un plato balanceado. Por ejemplo; *6.-* En las calorías de un *abrazo fuerte* aún en la distancia. *7.-* En las proteínas de un *Te quiero, Te amo, Te adoro*. *8.-* En los omegas de un *“Aquí estoy”*. *9.-* De la dopamina que genera inmediatamente un *Te ves increíble*. *10.-* En el anti-cancerígeno por excelencia que proporcionan la honestidad indiscutible y la fiel compañía de los *amigos y familia*. *11.-* En todo lo anterior, siempre acompañado por los otros antioxidantes que no vienen exactamente en una copa de vino rojo, si no de *la conversación* con esa persona especial que te escucha y te hace sentir que ese es el momento correcto para ambos. *12.-* En las *bendiciones y los buenos deseos*,que damos y recibimos a diario y en cada momento. *13.-* En las *oraciones*, que elevamos por los demás y por nosotros mismos. *14.-* En la *sinceridad* con la que realizamos nuestros actos de caridad y de bien, sin saber a quien . *15.-* En nuestra *fe*, en la aceptación, de que todo lo que nos sucede, aún sin entenderlo, son los verdaderos planes de Dios para con nosotros, y que siempre estos serán mejores que nuestros planes. PD: este texto fue recomendado, para ser publicado en PGV, por la Ingeniera e integrante de nuestro equipo pruriprofesiona María Alexandra Rodrígrez. ************* Por Eduardo Barajas Sandoval eduardo.barajas@urosario.edu.co Después de todo, en lugar de fortalecer el poder y la respetabilidad de los Estados Unidos, la idea trumpista de “America First” contribuyó más bien a la devaluación del peso de su país en el mundo contemporáneo. Pocos presidentes de los Estados Unidos han tenido en materia internacional la experiencia y la trayectoria de contacto con líderes de todas las regiones del mundo, como Joseph Biden. Esto significa una ventaja para la tarea que se propone de rehacer lazos con amigos tradicionales y señalar rutas adecuadas para la acción exterior de su gobierno frente a oponentes antiguos y nuevos, después del desorden de una administración que se la pasó dando tumbos y diciendo cosas aquí y allí, al son de la inspiración ardiente pero banal de su antecesor en la Casa Blanca. Como corresponde a un veterano, que sabe lo que importa un buen servicio exterior, lo que cuesta darle forma como propósito nacional, y el precio que hay que pagar por menospreciarlo, el nuevo presidente se fue al Departamento de Estado a hacer públicas sus primeras manifestaciones sobre la política exterior de su mandato. Con ese gesto de recuperación del reconocimiento al criterio de los profesionales de las relaciones internacionales, a la experiencia de ese Departamento, y a su capacidad de acción, se cierra un paréntesis en el que la diplomacia profesional tuvo que ceder el paso a la improvisada. La anterior no solo es una buena noticia para los Estados Unidos sino para el trámite de discusiones que necesitan, quiérase o no, del concurso de ese país, cuyo aislamiento no deja de producir un cierto vacío, como lo produciría el de la Unión Europea, China, Rusia, el Japón, Francia o el Reino Unido. De ahora en adelante queda a prueba, en distintos escenarios y temáticas, el pregón de “América está de vuelta”, lema del nuevo presidente para dar a entender, aparentemente, que hará todo lo posible para retornar al curso de los acontecimientos bajo el enfoque que él conoce y que ayudó a inspirar durante los ocho años de la administración de Barack Obama. Como entre las proclamas y los hechos no solamente debe mediar un tiempo sino una buena cantidad de obstáculos e incidentes imprevistos, está por verse hasta dónde el nuevo jefe del gobierno federal de los Estados Unidos podrá dar contenido a las ilusiones de su discurso y obtener los resultados que espera. Las especulaciones sobre el contenido real y los efectos de la política exterior bajo el gobierno Biden presentan un amplio panorama. Hay quienes rechazan por definición sus “ilusiones imperiales”, pues les asalta la manía de rechazar todo aquello que provenga de Washington como sinónimo de interés opresivo, sin campo para intereses que no sean los del dominio de cuanto escenario exista. También hay quienes insisten en que ese retorno jamás se podrá dar en los términos de otras épocas, pues el mundo ha cambiado lo suficiente como para que exista un solo país depositario de tanto poder al mismo tiempo. No faltan quienes mantienen viva la esperanza de que los Estados Unidos intervengan en la solución de problemas puntuales, mediante recursos equivalentes a la vieja diplomacia de las cañoneras. También existen adoradores esperanzados en que el apoyo de los Estados Unidos les ayude a ultranza en sus propias aventuras internas o exteriores, para seguir adelante con sus proyectos políticos bajo una sombrilla amplia y blindada. Por ahora, la nueva marca de “América” parece ser la del retorno al multilateralismo. Esto quiere decir que los socios de alianzas estratégicas como la OTAN y sus similares reciben otra vez el aliento de un “accionista” poderoso, en lugar del regaño trumpista por no poner tanta plata como deberían en los presupuestos respectivos. También significa que revive el compromiso de los Estados Unidos con causas abandonadas súbitamente, y en pésimo momento, como los acuerdos sobre cambio climático y la lucha contra la pandemia y otras cuántas amenazas a la salud de la humanidad, que no reconocen fronteras. Capítulo aparte merecen problemas puntuales y espinosos, como el de la guerra de Yemen y la creciente agitación en torno al armamentismo nuclear de los iraníes. Además, surgen obligaciones de acción frente a la rivalidad multifacética de China y la competencia sin cesar de Rusia, que no abandonará su tradición de potencia con experiencia global relativamente reciente. Asuntos todos que han sido tenidos en cuenta en el discurso de Biden, con la introducción de cambios en el caso de Yemen y la advertencia de se ocupará de recuperar el rumbo en los otros, sin temor a confrontar a los chinos e impedir la interferencia política rusa en los asuntos de los Estados Unidos, todo dentro del marco de la idea de que su país “está acostumbrado a hacer grandes cosas y está listo a liderar de nuevo”. Del dicho al hecho, en todo caso, para la ejecución de una nueva política surge un problema inevitable de readaptación, pues el mundo siguió su curso, sin esperar ni mucho menos la opinión, el guiño o la venia de los Estados Unidos. Como suele suceder en la carrera de la historia: el que se equivoque pensando que lo van a esperar, porque se cree indispensable, se queda atrás; y cuando trate de retornar al punto de antes jamás podrá hacerlo en los mismos términos. Lo cual no quiere decir que una superpotencia que no se ha disuelto internamente deje de ser importante. Pero, como ya se sabe que nadie se quedó a esperar para siempre la opinión o el permiso de ningún imperio para seguir adelante con su propio proyecto, Joe Biden tendrá que trabajar duro frente a otros gobiernos y además remontar el ochenta y tres por ciento de desconfianza en la capacidad de manejo de asuntos mundiales que le deja Trump como herencia en la opinión pública, combinada, de Alemania, Australia, Bélgica, Canadá, Dinamarca, España, Francia, Holanda, Italia, el Reino Unido y Suecia. Para no hablar del resto del mundo. Como no hay política exterior que se pueda desligar de los acontecimientos internos, del criterio de cada gobierno para manejarlos, de la solidez del sistema político, la estabilidad institucional y la coherencia interna en torno a valores y principios que ayudan a sustentar respeto y reconocimiento internacionales, en el caso de los Estados Unidos, aparece toda una serie de factores que juegan un papel importante y pueden afectar su credibilidad ante el resto del mundo. Allí vuelven a aparecer los fantasmas, luces y sombras de la administración de Trump, y la conducta de los políticos republicanos obstinados en defenderlo, con todas sus arandelas, para configurar un cuadro que no da por ahora la mejor idea de la salud de la democracia estadounidense. Ningún ejemplo más significativo que el hecho de que, por ahora, el asalto al Congreso haya quedado en la impunidad. Después de la bruma de cuatro años en los que cualquier cosa podía salir de esa nube de desconocimiento y desconcierto en la que se veían desde fuera envueltos los Estados Unidos bajo el liderazgo errático de Trump, el panorama comienza a despejarse con la dirección de un presidente experimentado, que trae unas cuántas ilusiones. Otra cosa serán los resultados. Fuentes: El autor y https://www.elespectador.com/o EL ESPECTADOR 16 de febrero de 2021(*) (*) Exembajador de Colombia. Analista. Escritor. Docente, Director y moderador del Observatorio de actualidad Internacional de la U. del Rosario. Exrector Universitario UPTC. Docente titular y directivo en U. del Rosario. Analista y escritor sobre temas de geopolítica internacional. *********** Unos los afanados y otros los protegidos Sobre la protección temporal para los migrantes venezolanos en Colombia. Andrés Molano-Rojas Analista y profesor de Relaciones Internacionales 14 de febrero de 2021 Del afán solo queda el cansancio. O la especulación disfrazada de comentario experto; la mera conjetura presentada al público como resultado de meticulosas reflexiones. No falta quien dice que lo suyo es el análisis y no los hechos, como si el uno pudiera hacerse prescindiendo de los otros. Menuda irresponsabilidad, nacida de una desmesurada idea de la propia inteligencia, y de la incontinencia que padecen quienes viven convencidos de tener algo importante qué decir, sobre cualquier cosa, a toda hora. No había terminado aún el presidente Duque de anunciar la próxima adopción de un régimen migratorio especial para los venezolanos que han buscado en Colombia una alternativa al calamitoso estado en que se encuentra su país —por causas tan conocidas como evidentes—, cuando empezó a circular toda suerte de explicaciones y de interpretaciones, a cuál más creativas. Unos hablaron del “giro” de la administración Duque en la materia. Otros, de un “gesto” para congraciarse con Washington y “acomodarse” a su nueva estrategia frente a Venezuela. Alguno sostuvo que se trataba de aprovechar a los migrantes para tener mayor acceso a las vacunas contra la COVID-19. Y no faltó quien denunciara la medida como una trampa electoral, destinada a ponerlos a votar, en 2022, a favor del partido de gobierno. Ilustración fotográfica: En Shinecorporatetrainning.com "Un grupo de migrantes venezolanos en Cúcuta (Colombia) febrero de 2021. EFE/ Mario Caicedo/archivo - bajada para PGV Como si el gobierno Biden no hubiera llamado a Maduro “brutal dictador”, reiterado su reconocimiento a Guaidó, y advertido que (al menos por ahora) no espera tratar de manera directa con Miraflores. Como si en algún lugar del mundo el acceso a las vacunas dependiera del número de migrantes asentados. Como si la protección temporal que se otorgará a los migrantes venezolanos equivaliese a naturalizarlos, cuando, en realidad, ni si quiera los hace residentes. Por fortuna, los migrantes venezolanos no viven del afán de los analistas de ocasión, ni de la incontinencia de los expertos espontáneos, ni de la mendacidad de los políticos mezquinos. Viven del afán de cada día que pasan, desarraigados, en una tierra extraña. Un afán que no resuelve, por sí sola, la protección de la que gozarán ahora. Pero que ésta hará más llevadero; por su bien, y por el bien del país que no sólo los recibe, sino que, a diferencia de otros, los acoge. *********** No desistí Por Magdalena Blesa Ayer, después de la revisión en el hospital, me llamó un médico y me dijo que quería hacerme unas preguntas. Me decía que si no quería contestar, estaba en mi derecho, pero que era una encuesta para las personas que pasamos por tratamientos traumáticos que dejan secuelas a veces físicas, a veces psíquicas, a veces, las dos. Una de las preguntas era:-¿crees que llegarás a ser completamente feliz?. Las opciones de respuesta eran:-tal vez, quizá, ya veremos, alomejor, puede ser, quiero pensar que sí... Yo le dije al médico:- ¿Y dónde está la casilla que diga que soy feliz completamente?. Levantó la vista del papel y me miró. Le dije:-mire, doctor, le voy a ser clara. He pasado un cáncer y me han operado cuatro veces. Ocasiones de morir, hemos tenido todos, incluso de no nacer. Cada día que me levanto, tengo muy presente que dos, tres, cinco, seis, diez pasos más adelante, puedo morir de lo que sea. Pero el paso anterior a la muerte, lo doy, y lo doy feliz, ya lo creo que sí. El médico cogió sus papeles y sonrió. Nos despedimos, pero antes le recité un poema. Va por todas esas personas que están pasando un momento difícil. Tuve ocasión de desistir, amigos, de dejarme ganar por la derrota, y decidí nadar hacia la vida, muerta, dando brazadas a la contra. Tuve ocasión, motivos, tuve ganas, de quedarme parada, de volverme. Pero ¿a quién se le ocurre, me decía, huir, con ésta pinta de valiente? Tuve oportunidad de abandonarme, el día que dejé de conocerme, pero a mí mi conciencia no me deja que duerma si no amé lo suficiente. Tuve ocasión de desistir, amigos, porque no todo es justo, porque duele, porque la vida a veces acaricia, porque la vida araña casi siempre. Pero no desistí, no, amigos, nunca, hundidos mis tobillos en el cieno, sangrando en hemorragia mis heridas, clavándome alfileres en el pecho, me pinté la sonrisa con un lápiz, y la puse al servicio de mi pueblo... PD: este texto fue recomendado, por la Ingeniera de Sistemas Gloria TAtiana Arias Manrique (desde Canadá), para ser publicado en PGV. ********** "El Siglo XXI es de la espiritualidad o no será" ALBERT EINSTEIN (1879-1955) FIN DE LA EDICIÓN de 17,02,2021 Contacto: granboyaca@gmail.com
|
Comentarios
Publicar un comentario