PGV EDICIÓN - 13 de enero 2021- "APRENDE A VIVIR DISFRUTANDO", y más temas
"EL SIGLO XXI SERÁ DE ESPIRITUALIDAD O NO SERÁ" Albert Einstein (ateo -1925)
Pluriversidad GLOBAL para la Vida - PGV
Es un Centro de librepensamiento con capacidad para crear, re-crear, construir y gestionar conocimiento en inteligencia social, con la finalidad de encontrar el sentido de la vida y aportar así al bienestar social en la Aldea Global.
Este Centro es dinamizado por un equipo pluriprofesional incluyente de voluntarios al cual usted pertenece ya o puede petenecer.
Contacto: granboyaca@gmail.com
**********
LA ESPÍRITUALIDAD
Aprende a vivir disfrutando (*)
Por Gris Castañeda
1. Camina de 10 a 30 minutos todos los días; mientras caminas, sonríe.
2. Siéntate en silencio por lo menos 10 minutos cada día.
3. Escucha buena música todos los días, es auténtico alimento para el espíritu.
4. Al levantarte en la mañana, hazte un propósito definido.
5. Vive con las tres E: Energía, Entusiasmo y Empatía.
6. Dedica un rato a algo ocioso y divertido .
7. Lee un libro.
8. Mira al cielo al menos una vez al día y date cuenta de la majestuosidad del mundo que te rodea.
9. Sueña más mientras estás despierto.
10. Trata de sacar una sonrisa a por lo menos tres personas cada día.
11. Elimina el desorden de tu vida y deja que nueva energía fluya.
12. No gastes tu precioso tiempo en críticas, cosas del pasado, pensamientos negativos o cosas fuera de tu control. Mejor invierte tu energía en lo positivo del presente.
13. Date cuenta que la vida es una escuela y tú estás aquí para aprender. Los problemas son lecciones que van y vienen; lo que aprendes de estos es para toda la vida.
14. Sonríe y ríe más.
15. No dejes pasar la oportunidad de abrazar a quien quieres.
16. Deja de lado los juicios innecesarios.
17. No te tomes a ti mismo tan en serio; nadie más lo hace.
18. No tienes que ganar cada discusión; acepta que no estás de acuerdo y aprende del otro.
19. Ponte en paz con tu pasado; así no arruinará tu presente.
20. No compares tu vida con la de otros; no tienes idea del camino que ellos han andado en la vida.
21. Nadie está a cargo de tu felicidad excepto tú mismo.
22. Recuerda que tú no tienes el control de todo lo que te sucede, pero sí de lo que haces con ello.
23. Aprende algo nuevo cada día.
24. Lo que la demás gente piense de ti no es de tu incumbencia.
25. Aprecia tu cuerpo y cuídalo.
26. No importa que tan buena o mala sea la situación, ésta cambiará.
27. Tu trabajo no se ocupará de ti cuando estés enfermo; tus amigos sí lo harán. Mantente en contacto con ellos.
28. Desecha cualquier cosa que no sea útil, bonita o divertida.
29. La envidia es una pérdida de tiempo; tú ya tienes todo lo que necesitas.
30. Lo mejor está aún por venir.
31. No importa cómo te sientas, levántate, vístete y asiste.
32. Llama a tus familiares con frecuencia y mándales correos diciéndoles que piensas en ellos.
33. Cada noche antes de acostarse da gracias por lo recibido y logrado.
34. Recuerda que estás demasiado bendecido como para estar estresado.
35. Disfruta del viaje. Sólo tienes una oportunidad; sácale el mayor provecho.
36. La vida es bella, ábrete a cada instante!
(*) PD: este texto fue enviado y recomendado, muy gentilmente, a PGV, por la Odontóloga y Especialista en Administración Hospitalaria Esperanxa Arias Rodríguez.
*********
Un buen consejo de Montaigne
Por Eduardo Barajas Sandoval
eduardo.barajas@urosario.edu.co
En lugar de prestar atención a las peripecias erráticas de un empresario que se aventuró en los laberintos de la vida política, como si valiera la pena seguir la secuencia contradictoria de sus trinos, ahora silenciados por un poder privado que se yergue por encima de los poderes públicos, puede resultar reconfortante evocar la memoria de un estadista que cumplió con todos los requisitos de su época, con cultura memorable y elevado sentido estético.
François Mitterrand, quien murió por estos días hace un cuarto de siglo, dejó la presidencia de Francia en 1995, luego de catorce años de ejercicio y de haber cumplido el sueño de longevidad en el mando que concibió el General De Gaulle en el diseño institucional de la Quinta República Francesa, bajo la forma de un presidencialismo que le permitiría al jefe del Estado entrar en la refriega política o elevarse por encima del bien y del mal.
Con vocación original y acumulación de experiencia al ritmo de las exigencias de la vida pública, guerras de verdad, sobresaltos, alianzas, desencantos, derrotas y victorias, cambios de enfoque y descubrimiento de mejores propuestas de servicio público, Mitterrand llegó a representar al hombre político que culmina su carrera en la cumbre de un poder por cuyo ejercicio luchó toda la vida. Lejos del ejemplo de personajes conocidos por sus trivialidades, que logran embaucar electores para que les encarguen un oficio para el cual jamás estuvieron preparados.
El “Proyecto Socialista para los años 80”, fruto de prolongada discusión al interior de la izquierda democrática y plasmado magistralmente por Jean-Pierre Chevènement en un documento legible para todos los públicos, contenía las credenciales suficientes para que, lejos de simples emociones y agitación de valores primarios y vulgares, los electores votaran con una dosis adecuada de racionalidad y compromiso. Esquema muy distinto del de una promoción vociferante de slogans concebidos a la hora de la afeitada y orientados, con ayuda de algoritmos de propaganda, en la dirección de conferir poder a un personaje que en la campaña presidencial de los Estados Unidos propuso hace cuatro años recuperar una grandeza ilusa y gaseosa.
Mucho se ha discutido sobre la trascendencia, los éxitos y las falencias de la era de Mitterrand en Francia. A lo largo de su presidencia el centro derecha triunfó dos veces en las elecciones legislativas y forzó la “cohabitación” de un presidente socialista y un primer ministro proveniente de la oposición. Aunque, eso sí, los electores le confirieron al presidente dos periodos de siete años, que le permitieron convertirse en símbolo de la nación, orientador supremo del Estado, constructor de la Unión Europea, y figura internacional de primer orden, todo con base en su calidad de hombre público, amado u odiado, pero siempre respetado por su talante republicano a toda prueba. Nada qué comparar con el presidente que sale del poder en Washington después de revolotear por el espacio político de manera insegura, como mariposa pesada y carente de gracia.
El conocimiento de la Francia profunda, de su variedad regional, su riqueza cultural, sus actores locales, la lógica de las aspiraciones populares, los vericuetos del poder provincial, las dinámicas de la economía en cada rincón de la geografía nacional, fueron temas en los que Mitterrand pasó a lo largo de su vida todas las pruebas, siempre con el más profundo respeto por el valor de cada ciudadano. Nada de ir a gobernar para de paso enterarse de las complejidades de un país desconocido. Nada de ir aprendiendo a ejercer el poder con el ejercicio mismo del mando y disfrutar del vértigo de hacerlo a costa del tiempo histórico, patrimonio de toda la sociedad. Nada de maltratar la inteligencia de los ciudadanos con argumentos baratos y la reiteración de la mentira, cuando ellos esperan de sus gobernantes la experiencia, el conocimiento y la autoridad que eviten el famoso dicho del Cantar del Cid: “Qué buen vasallo que fuera, si tuviese buen señor”.
Es cierto que Mitterrand deambuló por diferentes versiones de la izquierda francesa,
desde la alianza con los comunistas hasta la economía mixta. Pero justo debido a ello llegó a depurar un pensamiento propio y un proyecto político reforzados con una formación literaria en la que descollaban escritores comprometidos con visiones de la sociedad diferentes de la suya, que como todos los literatos resultan ser los mejores fotógrafos del espíritu de cada sociedad. Como si en el fondo de su alma trepidara la búsqueda de un balance parecido al que le han atribuido a Mao, de quien se dice que leía con fruición las recetas de gobierno de antiguos emperadores, para conseguir fórmulas de manejo de una sociedad milenaria.
A partir de su solidez conceptual, el expresidente francés fue maestro de una escuela que le dio a su nación al menos una generación de personalidades que, desde la izquierda democrática, han jugado papel importante en el proceso histórico contemporáneo, no solo desde la política y la economía sino a través del ejercicio de un liderazgo intelectual que resulta con frecuencia más importante y trascendental que el ejercicio de cargos públicos.
A la manera de los gobernantes trascendentales, y con su dosis de interés en pasar a la inmortalidad, Mitterrand dejó en la capital francesa la huella de obras monumentales, como el Arca-arco de La Defensa, que como gigantesca puerta transparente hace juego en la distancia con el Arco de Triunfo e invita a soñar con una proyección infinita, la pirámide que con gesto faraónico irrumpe con cristales en el patio del Louvre, la ópera de La Bastilla, el nuevo Ministerio de Finanzas, y la Biblioteca Nacional que, con edificios en forma de libros abiertos y puestos verticalmente sobre una explanada, se convierte en monumento a la tradición de la lectura como fundamento de solidez cultural.
Una antigua tradición, atribuida a Montaigne, aconseja a los ciudadanos que enriquezcan su juicio político mediante la comparación de personajes de diferentes lugares, inclusive ajenos a la historia propia. En esa lógica, cuando las miradas del mundo se dirigen hoy hacia los Estados Unidos, en lugar del faro que, con sus instituciones y la voluntad de personajes legendarios alcanzó a irradiar desde allí luces de inspiración democrática, advierten el impacto que puede tener una figura cargada de histrionismo, de escaso vocabulario y precariedad cultural, en el destino de una gran nación, que merece cuanto antes retornar al rumbo de su mejor trayectoria.
El hecho de que el extravagante personaje, a pocos días de terminar su mandato, haya sido “silenciado” de manera expedita por los dueños de la agencia mundial de trinos, antes que por los encargados institucionalmente de separarlo del poder, debido a sus actos recientes, denota la profundidad de la crisis que se ha suscitado en torno a su figura, que de pronto no es más que síntoma de males todavía más profundos. Razón para que todos aquellos que hacen gala de su adoración por el liderazgo de Washington miren también en otras direcciones y se valgan de otros ejemplos para ilustrar su criterio.
Fuentes: El autor y https://www.elespectador.com/o
**********
Virgilio Barco: un hombre íntegro y valiente
Julio Londoño Paredes
Jamás, se puede ni siquiera suponer que alguien como Virgilio Barco, el mandatario más honesto y limpio que ha tenido el país, asi como el más valiente y último liberal, hubiera podido haber consentido tácitamente en la eliminación de miembros de la Unión Patriótica, como lo da a entender el señor Alberto Donadio en un escrito,
Esperaron el autor y su fuente que Virgilio Barco muriera hace muchos años y que Germán Montoya, el conocido Secretario General de la Presidencia, falleciera hace poco tiempo a la edad de 100 años, para sacar semejante conclusión. Si esa era su convicción han debido decirlo ante los tribunales hace mucho tiempo y no guardarlo hasta estos momentos de pandemia.
Virgilio Barco fue un hombre íntegro y valiente, un auténtico liberal que no quiso plegarse a las exigencias de los poderosos, ni de los medios, ni de los políticos.
Tampoco quiso acceder a las presiones y chantajes de todo orden en un país que venía desfigurado políticamente por el Frente Nacional y por la “participación adecuada y equitativa” de los dos partidos políticos tradicionales que siguió posteriormente.
Se enfrentó al clero para tratar de sacar adelante el matrimonio civil y con valor a los Estados Unidos cuando decidieron bloquearnos con su flota “para ayudarnos a controlar el narcotráfico”. Impulsó la profesionalización de la carrera diplomática y de la cancillería, que eran botines para políticos y amigos, para darle cabida mediante concursos de méritos a personas de todo origen y condición.
Barco abrió contactos con los países socialistas, lo que era una especie de anatema para la tradición colombiana, así como con los africanos, que tradicionalmente habían sido poco menos que ignorados.
Les devolvió Barco a los indígenas huitotos y de otras tribus los territorios usurpados por la Casa Arana. Dio los pasos para el restablecimiento de las relaciones con Cuba. La amistad con Cuba prevaleció durante todo el mandato de Barco y abrió la puerta para el restablecimiento de relaciones durante el gobierno de César Gaviria.
Su gobierno cambio la posición con respecto a Israel en los organismos internacionales, en especial en las Naciones Unidas, en los que Colombia, inexorablemente votaba a su favor, no obstante los graves atentados en que incurría contra los palestinos. En el congreso, la Unión Patriótica apoyó reiteradamente la política exterior del presidente.
Entre tanto, ministros, periodistas, jueces, funcionarios y policías recibían cotidianas amenazas de muerte de parte de los siniestros carteles de la droga. Mientras que la comunidad internacional, encabezada por los Estados Unidos nos señalaban como los únicos culpables de todos los problemas del narcotráfico, hasta que Barco exigió ante el mundo en la ONU que debía haber una responsabilidad compartida.
Jamás, puede concebirse que Virgilio Barco, autorizara tácitamente los atentados contra miembros de la Unión Patriótica. Jamás podría suponer que Alberto Donadio a quien consideré siempre un juicioso y acertado investigador, insinuara semejante cosa de un hombre como Barco.
Fuentes: El autor y https://www.semana.com/nacion/
**********
Apuntes musicales a flor de piel…
Por Juan Manuel Navarrete A.
Cajicá Cundinamarca. Septiembre 8 de 2020
Del salterio, tuve noticias iniciales a la lectura de la Biblia, ya que se menciona en
repetidas oportunidades en cerca de 16 versículos, preferiblemente en el antiguo
testamento por parte del profeta Daniel quien exhorta al pueblo de Dios a “alabarle con
cítaras, panderetas, laúdes y salterios”.
En el libro de los Salmos es citado numerosas veces así como en 1 Samuel 10:5, el Rey
Saúl encuentra “a un grupo de profetas alabando y hablando la palabra del Señor a la vez
que se acompañaban con música sonora de salterios” y otros instrumentos musicales
Cuando David organizó el servicio musical del santuario, designó a algunos Levitas para
tocar el salterio, perpetuándose así su uso para el culto público al Señor, aunque también
se tocaba en fiestas costumbrísticas de la época acompañando frecuentemente al arpa en
muchas ejecuciones musicales.
Se considera que la antigüedad del salterio es tal, que es visto como el segundo
instrumento musical creado. Sus más remotos ascendientes se ubican
en Caldea, Babilonia, Egipto, Persia y otras culturas del Oriente Medio. Es hijo de
la cítara. En el siglo XI (D. C.) se le denominaba tzantrini en Grecia, con el significante:
pulsar cuerdas. Estaba muy en auge en la Edad Media.
De la patria de Homero saltó al resto de Europa, incluida España, y desde sus puertos
navegó a México en el siglo XVI de la mano de los conquistadores y muy seguramente de
allí le nació a Fernando Rojas Quiñones, el gusto y la motivación para verse inmerso en la
ejecución de tan exótico, para nuestros tiempos, instrumento de sonoro y bellísimo tañido.
Conocí hace más de 20 años a Fernando Rojas detrás de un Guiple. Así, con mayúscula
lo digo, porque jamás había tenido la oportunidad de ver una caja de guitarra-tiple con dos
diapasones y sus correspondientes encordados y clavijeros, brindando la oportunidad de
ejecución de un tiple y una guitarra al mismo tiempo, solo con la maestría y el talento de
un músico consumado como Fernando.
sabaneras de la vereda. Es el creador y ejecutor de “La Insólita Orchestra”, donde con su
excepcional talento ejecuta más de seis instrumentos en una sola pieza musical, desde el
conocido guitarrón mexicano, el charango, derivado de la vihuela, el piano y hasta un
xilófono de cristal creado por el mismo con copas de vino, brandy y ajenjo.
Fernando es, en mi respetuoso parecer un excelente Luthier Colombiano prohibido de ser
ignorado por los coterráneos de Chía y sus alrededores, incluida Colombia entera.
Es un gozo para el espíritu escuchar la maestría en la ejecución de sus instrumentos en la
Insólita Orchestra, al punto de que su arte y creatividad ya han sido reconocidos en el
exterior con invitaciones a eventos internacionales y reportajes de periodistas culturales y
artísticos en América y Europa.
Desde estas sencillas líneas, hacemos un merecido reconocimiento al empeño, la
creatividad y la visión post modernista de Fernando, ahora empecinado en promover e
impulsar en Colombia un instrumento tan especial como el salterio, incorporándolo a los
pentagramas donde habitan y fluyen acuciosas las notas de un bambuco sentido, un
pasillo picaresco o un alegre y bullanguero vallenato con todos los juguetes.
PD: este texto fue enviado y recomendado a PGV , muy gentilmente, por Fernando Rojas Quiñones
************
Que se siembren cien flores y que florezcan mil escuelas de librepensamiento para lograr cultura ciudadana eficaz y aportar así al bienestar social en la Aldea global (adecuación para PGV)
Ilustración fotográfica: Duane´s Garden Echinopsis spachiana.Coastalcacti Blogspot.com en pinterest.com - recomendada, gentilmente, a PGV por el docente universitario Alfredo Arias Castellanos
************
"EL SIGLO XXI SERÁ DE ESPIRITUALIDAD O NO SERÁ" Albert Einstein (ateo -1925)
FIN DE LA EDICIÓN
Esperamos sus comentarios y motivaciones para PGV
Contacto: granboyaca@gmail.com
Este escrito del Excanciller Julio Londoño Paredes es, en mi libre y personal opinión, justo, preciso y necesario. Es una denuncia tácita en contra de la hipocresía entrópica y circunstancial, que entre bambalinas ha escondido y esconde las lacras de parte notable y tóxica de nuestra ilustrada y electoral desorganización "social". (Hugo Arias).
ResponderBorrarMuy bueno, felicitaciones 🌚✨
ResponderBorrar