PGV - EDICIÓN - Sábado 19 DE DICIEMBRE DE 2020
Sobre la libertad (y el libertinaje)
Por Blanca Sánchez Pérez (*)
20 Jul 2020 lectura de 4 minutos
Lamento profundamente decir que hoy en día la palabra libertad está más que gastada, más bien diría yo que está extenuada, ajada y más que consumida por el abuso disparatado, irracional y absurdo que se ha hecho de ella sin miramientos por una sociedad que, al igual que la propia palabra, está marchita, desgastada, vieja y exhausta.
Libertad se ha convertido en sinónimo de actuar sin responsabilidad y sin pretensión ninguna de asumir las consecuencias de lo hecho. Se ha transformado en el análogo acérrimo de expresar el mal hacia las personas con el “inri” de excusarse en una ideología que habría cambiado mundos enteros si de verdad hubiésemos entendido su auténtico significado. Sinceramente creo que la sociedad no ha entendido bien la diferencia clara y contundente que existe, porque existe, entre la libertad como el derecho a decidir y el libertinaje como el abuso de la anterior.
Sin duda alguna, el mundo ha cambiado, ya lo creo que lo ha hecho, pero a peor. La deshonestidad y la agresividad en general como marcas de la casa, la provocación y la imprudencia en el arte del vestir de hombres y mujeres, el consumo de todo tipo de estupefacientes, alcohol y fiestas descabelladas, el ser caprichoso, voluble, superficial e injustificado o la corrupción y la inmoralidad son sólo algunos ejemplos del uso actual que la sociedad esconde tras la palabra libertad.
Sin pretensión alguna de parecer una santurrona y muy muy lejos de ser una mojigata o una puritana en el siglo en que estamos, sólo pretendo poner encima de la mesa y a la luz diáfana del día esta reflexión sobre el mal uso continuado que la sociedad y las nuevas generaciones vienen haciendo de la tan arduamente conseguida voluntad y el derecho propio de poder hacer, disponer o decidir.
El libre comercio junto con el libre mercado ha conquistado a la población al grito de libertad con una importante secuela bajo el brazo, trayendo como consecuencias más importantes el desplome de los salarios y la pérdida de millones de empleos en todo el mundo. El libre albedrío no es más que un refugio para poder hacer lo que venga en gana sin asumir responsabilidades ni obligaciones de ningún tipo. Con la libertad de expresión la sociedad se ha llenado de personas desnudas en medio de la calle abanderando los ya-irrecuperables-de-por-vida derechos en lugar de hacer las movilizaciones racionales necesarias y a tiempo.
Esta misma idea depravada de la libertad también nos ha llevado a dejar morir al de enfrente por no seguir las normas (y la cordura) en épocas de crisis sanitarias (sí, en plural porque vendrán más de una). Al fin y al cabo, dice la sociedad, la gente tiene derecho a salir y a disfrutar de su libertad caiga quien caiga. Y así podría seguir una eternidad, desgraciadamente.
Las soluciones que propongo
No estaría bien de mi parte criticar sin aportar soluciones, por ello pienso que necesitamos ahora más que nunca un uso real de la palabra libertad. Un uso honrado, modesto y prudente de la misma. Sí. Necesitamos volver a honrar ese término. El mundo lo está pidiendo a gritos.
Lo que parece que nadie entiende es que la libertad, la verdadera libertad, está en el interior de cada uno de nosotros, porque la palabra designa la capacidad de decisión que cada ser humano tiene, pero claro, dentro de unos límites, respetando a los semejantes, en un marco de sentido común y entendiendo que la libertad total y absoluta no existe ni existirá en la vida, pues la capacidad de acción de cada persona siempre se entiende dentro de unos márgenes que la misma vida impone.
¿Eres libre de no sentir amor por alguien? ¿Tienes la capacidad de decidir no sentir nunca más? La libertad de todo hombre y de toda mujer está limitada o condicionada por las mismas normas que se han establecido para poder convivir juntos, en grupo, en sociedad, y en armonía. Y desde luego, psicológicamente, nunca seremos libres como acabo de demostrar con esas sencillas cuestiones que he lanzado al aire. Es nuestra obligación moral, como seres racionales que supuestamente somos, entender que la libertad, como tal, siempre, siempre, estará supeditada al hecho de no provocar ni crear ningún mal al contexto, al entorno o a sus integrantes. Y te pregunto:
¿Sabrás honrar lo que te ha sido dado o saldrá el animal que llevas dentro?
Psicología Relaciones Personales
(*) Blanca Sánchez Pérez es Licenciada en Antropología Social con especialidad de Psicoterapia de Base Antropológica por la Universidad de Salamanca (Matrícula de Honor). Blanca es además Técnico en Mediación Familiar y Naturopatía.
Más en Saludterapia: https://www.saludterapia.com/articulos/a/3181-sobre-la-libertad.html
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Ojeda, descubridor de Colombia y de Coquivacoa

Alonso de Ojeda después del tercer viaje de Colón y alentado por una disposición expedida por los Reyes Católicos en 1495, creando incentivos para la colonización de las nuevas tierras descubiertas, zarpó de Cádiz el 19 de mayo de 1499. Recorrió la costa de lo que hoy es Venezuela y entró al golfo que los indígenas llamaban de Coquivacoa.
Luego, se dirigió hacia el norte hasta alcanzar, entre el 28 y el 29 de agosto de 1499, la península de La Guajira. Fue el descubrimiento del territorio colombiano.
Llego a un cabo que denominó “La Vela”, surgido del mar azul por tener un montículo piramidal cubierto de guano que el conquistador confundió a lo lejos con la vela desplegada de un navío.
Ojeda, que nunca contrajo matrimonio, recogió allí una india guayú, que decían que era de singular belleza, a la que llamó Isabel, con la que convivió varios años.
Estuvo acompañado por el piloto Juan de la Cosa y por Américo Vespucio, mercader, experto geógrafo y cosmógrafo nacido en Venecia, Italia. El 30 de agosto regresó a España, previa estadía de cinco meses en Quisqueya, la isla a la que Colón había llamado La Española, hoy Santo Domingo.
En España, Ojeda logró confirmar su designación como gobernador de una supuesta isla, llamada “de Coquivacoa”, con una vaga jurisdicción, producto del desconocimiento de las realidades geográficas.
En enero de 1502 inició otro viaje hacia la costa venezolana, remontándose luego hacia el occidente hasta alcanzar el 3 de mayo otra vez a La Guajira, entre Bahía Honda y el Cabo de la Vela. Fundó allí un caserío que denominó "Santa Cruz", por ser ese día la fiesta de la Santa Cruz, que todavía se celebra en algunas regiones de Colombia.
La fundación de Santa Cruz le implicó a Ojeda la apertura de un proceso, por haber rebasado su jurisdicción y penetrado a la de Rodrigo de Bastidas. Este incidente, fue el preludio de la compleja controversia entre Colombia y Venezuela sobre el punto de inicia-ción de la frontera terrestre entre los dos países.
Santa Cruz, la gobernación de Coquivacoa y el nombre del Golfo, tuvieron fugaz existencia. El precario asentamiento y la gobernación desaparecieron, mientras que el golfo fue rebautizado por Vespucio con el nombre “de Venezuela”, el mismo que había dado a los territorios descubiertos.
Ojeda, que llevó una vida llena de aventuras, enfermo, pobre, convaleciente de varios atentados y acusado por sus enemigos, murió como señalaron algunos cronistas de la época, en diciembre de 1513 a la “avanzada edad de 43 años”.
Pidió que lo enterraran en el atrio del convento de San Francisco en la ciudad de Santo Domingo, para que todo aquél que entrara a la iglesia lo pisara para purgar sus culpas.
En 1971, cuando el diferendo colombo-venezolano estaba en una de sus etapas más álgidas, algunos “expertos” en la hermana república sostuvieron la peregrina teoría de que el Golfo de Venezuela pertenecía íntegramente a Venezuela porque llevaba su nombre. Un autor colombiano resolvió llamarlo de “Coquivacoa”. Se quedó esa denominación erróneamente en algunos sectores colombianos.
Universalmente se llama “Golfo de Venezuela”, lo que no quiere decir que pertenezca íntegramente a nuestro vecino. Como el Golfo de México que no pertenece exclusivamente a México, ni el de Guinea a Guinea Ecuatorial o a Guinea Bissau.
(*) Excanciller y Exembajador de Colombia. Escritor y analistas geopolítico. Decano de la facultad de estudios internacionales, políticos y urbanos de la universidad del Rosario.
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¿Religión y/o espiritualidad?
(título adoptado por PGV)
Ilustración fotográfica de Pierre Teilhard de Chardin, en ecosia.org y es-wikipedia.org - bajada para PGV
Pierre Teilhard de Chardin, fue un sacerdote de la orden Jesuita. Nacido en Orcines, el 10 de mayo de 1881 y fallecido en Nueva York el 10 de abril de1955. Fue el teólogo, filósofo y paleontólogo francés que construyó con su pensamiento una visión integrada de la ciencia y la mística, de la evolución del espíritu y el pensamiento.
▪ La religión no es sólo una, hay cientos.
▪La espiritualidad es una.
▪La religión es para los que duermen.
▪La espiritualidad es para los que están despiertos.
▪La religión es para aquellos que necesitan que alguien les diga qué hacer y quieren ser guiados.
▪La espiritualidad es para aquellos que prestan atención a su voz interior.
▪La religión tiene un conjunto de reglas dogmáticas.
▪La espiritualidad invita a razonar sobre todo, a cuestionar todo.
▪La religión amenaza y asusta.
▪La espiritualidad da paz interior.
▪La religión habla de pecado y de culpa.
▪La espiritualidad dice, "aprende del error".
▪La religión reprime todo y en algunos casos es falsa.
▪La espiritualidad trasciende todo, ¡te acerca a tu verdad!
▪La religión habla de un dios; no es Dios.
▪La espiritualidad es todo y, por tanto, está en Dios.
▪La religión inventa.
▪La espiritualidad encuentra.
▪La religión no tolera ninguna pregunta.
▪La espiritualidad cuestiona todo.
▪La religión es humana, es una organización con reglas de hombres.
▪La espiritualidad es Divina, sin reglas humanas.
▪La religión es causa de divisiones.
▪La espiritualidad une.
▪La religión te busca para que creas.
▪La espiritualidad tienes que buscarla para creer.
▪La religión sigue los preceptos de un libro sagrado.
▪La espiritualidad busca lo sagrado en todos los libros.
▪La religión se alimenta del miedo.
▪La espiritualidad se alimenta de la confianza y de la fe.
▪La religión vive en el bajo astral.
▪La espiritualidad vive en la Conciencia.
▪La religión se ocupa con el hacer.
▪La espiritualidad tiene que ver con el Ser.
▪La religión alimenta el ego.
▪La espiritualidad impulsa a trascender.
▪La religión nos hace renunciar al mundo para seguir a un dios.
▪La espiritualidad nos hace vivir en Dios, sin renunciar a nosotros.
▪La religión es un culto.
▪La espiritualidad es la meditación.
▪La religión nos llena de sueños de gloria en el paraíso.
▪La espiritualidad nos hace vivir la gloria y el paraíso aquí y ahora.
▪La religión vive en el pasado y en el futuro.
▪La espiritualidad vive en el presente.
▪La religión crea claustros en nuestra memoria.
▪La espiritualidad libera nuestra Conciencia.
▪La religión nos hace creer en la vida eterna.
▪La espiritualidad nos hace conscientes de la Vida Eterna.
▪La religión promete vida después de la muerte.
▪La espiritualidad promete encontrar a Dios en nuestro interior durante la vida y la muerte.
"No somos seres humanos que pasan por una experiencia espiritual. Somos seres espirituales que pasamos por una experiencia humana"
Fuente: texto reenviado por la Abogada y docente universitaria Marina Hofmann a PGV (de autor no citado).
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Entrevista virtual PGV con el Ingeniero colombiano Carlos Yezid Morales García
(18 de diciembre de 2020)
CYMG: Señores PGV: con gran placer acudo a este encuentro de librepensamiento, después de más de 50 años de haber compartido, con su Director y con otros colegas hoy ingenieros, espacio académico en las aulas de nuestra querida Universidad Pedagógica y Tecnológica - UPTC, y de seguir sus pasos en la Carrera de Ingeniería de Transportes y vías.
PGV: Es para este Centro de librepensamiento también muy grato este reencuentro, dada la añeja amistad con varios de sus integrantes. PGV agradece su participación en esta corta entrevista con la cual se pretende destacar aspectos relevantes del sentido de vida, visión y obra de personajes destacados por su misión profesional y el buen ejemplo que están dando.
¿Quiere Ud., hacer, para la audiencia y para nuestros lectores, un breve recuento de quien es Carlos Yezid Morales García?
CYMG: Mi nombre es Carlos Yezid Morales García, nací en la población boyacense de Moniquirá, de padre bogotano y madre santandereana. Mi padrino de bautizo fue el abogado y gran caudillo Jorge Eliecer Gaitán. Aprendí mis primeras letras en el antiguo Colegio de la Presentación de Tunja, localizado en la Carrera 7 entre calles 19 y 20 al lado de la Capilla Museo Santa Clara la Real, de ahi pasé al Colegio Santo Domingo de Guzmán (recién inaugurado para la época) y finalmente al Colegio Salesiano Maldonado de Tunja donde permanecí 8 años, desde cuarto primaria hasta sexto bachillerato, recibiendo mi título de bachiller en 1963. Empecé mis estudios universitarios en la Universidad de Los Andes en Bogotá y decidí finalizarlos en la Gloriosa Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia - UPTC, donde me recibí como Ingeniero de Transportes y Vías en Diciembre de 1970, hace exactamente 50 años.
PGV: Quire Ud., hacer mención resumida de su trayectoria profesional?
Mis primeros pasos los dí como Monitor del Departamento de Topografía de la Escuela de Ingenieria de Transportes y Vías en la UPTC y una vez egresado, ingresé a la Corporación Nacional de Turismo con sede en Bogotá, como Jefe del Departamento de Transporte Turístico, desde donde pude organizar el transporte por taxi en los principales aeropuertos y hoteles del país. Después de una permanencia de cuatro años y medio, se me presentó la oportunidad de incorporarme como docente a una Universidad Venezolana y dadas las condiciones de crecimiento que experimentaba ese país en ese momento y de la dinámica económica que allá se desarrollaba, no dudé en aceptar. Fue asi como entré a hacer parte del personal docente y de investigación de la Universidad del Zulia, para aquel entonces (1975) era la primera Universidad venezolana en población estudiantil ( 50,000 estudiantes) y la segunda en presupuesto, con un monto que superaba el presupuesto de Nicaragua o El Salvador. Eran tiempos de la Gran Venezuela.
Por espacio de 25 años desempeñé actividades docentes de pregrado y postgrado, teniendo a mi cargo el dictado de cátedras tales como Mecánica vectorial, Estadística I y II, Vías de Comunicación I y II, Diseño de Autopistas, Capacidad Vial y Planificación y Diseño de Aeropuertos , entre otras. Cree y fui el primer Director del Programa de Postgrado en Transporte en esa Universidad. Tuve a mi cargo asesoría de innumerables Trabajos de Tésis, en pregrado y postgrado y la realización de actividades de Investigación y Extensión para prestar servicios a la comunidad y a la Ciudad de Maracibo. Dentro de esta filosofía realicé trabajos para mejorar la circulación operacional en el Puente “Rafael Urdaneta”, uno de los más largos del mundo, adecuar intersecciones y semáforos de la ciudad para optimizar el flujo vehicular y peatonal, y establecer la localización y características de una nueva conexión terrestre entre las dos orillas del lago de Maracaibo.
PGV: En qué actividades profesionales ocupa Ud., su tiempo en la actualidad?
Como es por todos conocido, las condiciones políticas y socio-económicas de Venezuela empezaron a cambiar y a empeorar drásticamente con la llegada de Chávez al poder. Mi familia y yo entendimos clara y oportunamente que no podíamos seguir allá y decidimos prepararnos y tomar acciones, de manera tal que con la ayuda Divina, sin lugar a dudas, emigramos hace 17 años hacia los Estados Unidos de América, país que nos ha acogido con afecto y benevolencia, a tal punto que todos: hijos, nietos, mi esposa y yo somos, hoy por hoy, ciudadanos Americanos.
En ese interim me incorporé a la Gerencia de Logística de la Corporación Target para coordinar el transporte, la visión estratégica de la cadena de suministros, la gestión de los procesos de producción y distribución, así como con las tareas relativas a las compras de la empresa.
Hoy me encuentro ya en situación de retiro y he dedicando mi tiempo a escribir algunos libros técnicos que puedan orientar a las nuevas generaciones de Ingenieros Civiles y de Transporte en tópicos especiales. Es asi como he escrito sobre : “Planificación y Control de rutas de Transporte Urbano”, “Intersecciones viales controladas por semáforos”, “Planificación Inversa de las actividades Académicas y Docentes” y ”Gestión del Tiempo”. En el horno tengo :”Gestión de Proyectos de Desarrollo”, “Tránsito calmado en zonas urbanas residenciales” y “Mis Memorias”.
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