Seguimos conformando un equipo global de voluntarios librepensadores - capaz de crear, recrear y gestionar conocimiento - para el actuar con inteligencia scocial.
Titulares PGV de hoy
*1. Nota de la Edición por Hugo Arias
* 2. Exámenes para estadistas por Eduardo Barajas Sandoval
* 3. Inteligencia artificial - IA- revistaderobots.com
* 4. Canción de las cosas simples Poema de Armando Tejada Gómez
* 5. La última clase de Leonardo harberkorn en la Universidad
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1. Nota de la Edición
Foto en freepik.es - bajada para PGV
Por Hugo Arias Castellanos
ariascastellanoshugo@gmail.com
La Aldea Global está convulsionada y aún muy confundida en el nuevo "modus vivendi" impuesto colectiva y abruptamente por el Coronavirus, generador de la primera pandemia del siglo XXI.
Aparecido ese virus en diciembre de 2019 en China, fue expandido de manera veloz en brote por todos los países y ya en rebrote en varios de ellos, en especial en países del mundo desarrollado con índices altos de escolaridad pero con comportamientos muy comprometedores de la real calidad de la cultura ciudadana.
Según la BBC News Mundo se han presentado ya más de 59 millones de casos infectados y más de un millón de personas fallecidas a causa de este aterrador virus.
A la fecha, se han anunciado ya varias vacunas contra el virus y se anticipan (o se especula) estrategias de aplicación en las franjas de población y en actividades más vunerables. También, se está enfatizando con fuerza especial en el aspecto de mercadeo de la vacuna, intere
sando no solo a promotores, distribuidores, farmacias y expendios sino en especial a legisladores de cada país en esquemas, ecuaciones y fórmulas tanto de logística como financieras.
Se anticipa que una vez probadas y comprobadas científicamente la eficacia y la eficiencia de las vacunas, las fuerzas del mercado impondrán la regla seguramente de "sálvese quien pueda pagar y pague más"; ojalá que ésto no sea así, y que tomen pronta fuerza el respeto justo y mutuo y la inteligencia social para la vida digna de todos en la Aldea Global.
Deseamos con toda la fuerza mental y espiritual posible que la vacuna contra el pandémico coronavirus sea una solución oportuna, justa y real; y no un factor determinante de nuevas inequidades y de problemas aún mayores e impensados.
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2. Exámenes para estadistas
Por Eduardo Barajas Sandoval eduardo.barajas@urosario.edu.co
El manejo de desastres, incluyendo de vez en cuando el de su propia gestión, será siempre examen que pone a prueba el talante y la calidad de los gobernantes. Uno de los riesgos de la aventura de gobernar es el de que, súbitamente, la fuerza de la naturaleza, terremoto, huracán, inundación o pandemia, se desate para alterar el curso de la vida de una comarca, el destino de una sociedad y las posibilidades de acción de cualquier gobierno.
Nadie parece estar suficientemente preparado para prevenir desastres ni afrontar sus consecuencias con éxito. Sin que importe quién esté al mando, las miradas se vuelven en todo caso hacia los responsables del gobierno, de quienes se espera apoyo, orientación, y solución a problemas inéditos. Entonces se pone a prueba no solamente su aplomo sino su conocimiento de las posibilidades y limitaciones de la acción estatal, y se descubren su visión de país, la idoneidad de los conceptos propios de su credo político y el control que puedan tener respecto de los recursos necesarios para orientar una reconstrucción que en buena medida depende de su buen criterio. De su talante de corredor de turno, o de estadista.
En todas las tragedias, los que más pierden son quienes viven en condiciones más precarias, con mayores limitaciones de recursos, con un hábitat más frágil, y en los asentamientos humanos más improvisados. También salen a flote las fallas de construcción de la infraestructura pública, con frecuencia fruto de la corrupción o la falta de idoneidad, y claro, las deficiencias de organización de los gobiernos, la falta de disciplina y las deficiencias de armonía entre los diferentes niveles de la administración de los asuntos públicos.
Lo anterior no quita que todos los vicios posibles de la condición humana se hagan presentes con motivo y en medio de las crisis más profundas. Por eso, pasado el incidente catastrófico y a través del periodo de construcción de una nueva realidad, será inevitable el sobrevuelo de “carrangueros” dispuestos a criticar a posteriori lo que se hizo o se dejó de hacer, sacar provecho político, entorpecer las acciones gubernamentales, o buscar credenciales para entrar en el festín de la contratación que inevitablemente se desata para componer un orden renovado.
Sea como sea, en todo caso, existe la obligación de reconstruir. Y la tarea resulta ser de una exigencia implacable hacia los gobiernos, con el riesgo de incurrir en la equivocación de esperar que sean ellos quienes lo decidan todo, como si la propia ciudadanía, que reclama acción, no tuviera responsabilidades de su parte. Como si no se tratara de un proceso que requiere, más que cualquier otro, concertación y protagonismo ciudadano, debido a que han de ser los ciudadanos quienes determinen el aspecto renovado de los escenarios de su vida cotidiana.
Las grandes tragedias son, en todo caso, pruebas de impacto nacional. Pruebas para el volumen de la solidaridad social, la idoneidad de la organización estatal, la armonía entre los diferentes niveles y agentes de la administración del Estado, y la capacidad de convergencia entre gobierno y oposición cuando se trata de afrontar una adversidad común. También son oportunidad de medida de la concurrencia de organizaciones privadas y movimientos ciudadanos de servicio comunitario.
La destrucción que una tormenta tropical, convertida en cuestión de horas en huracán del mayor grado de peligrosidad, ha dejado en nuestro Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, es problema que nos concierne a todos los colombianos. Por lo tanto, la reconstrucción inmediata es un reto para la nación entera y las lecciones aprendidas deben fortalecer nuestra conciencia sobre el cambio climático y nuestra capacidad de prevención de los desastres que los anunciados cambios de comportamiento del clima puedan traer en el futuro.
Tal vez en favor nuestro, y de los habitantes del archipiélago, juegue el hecho de que, por grave que sea, cada tragedia es al mismo tiempo oportunidad de cambio. Ocasión que puede revelar la potencialidad verdadera de los gobernantes y sus alcances en el ejercicio de ese liderazgo creativo que va más allá del cumplimiento de obligaciones a la manera de burócratas que hablan bien pero fallan a la hora de actuar. Oportunidad de fortalecer nuestra soberanía y poner en práctica los ideales de una unidad nacional diferente de la que con frecuencia se invoca, que solamente cobija a la clase política cuando llega a acuerdos que encuentra convenientes. Se trata más bien de aquella unidad fundamentada en la solidaridad y la acción orientada a contribuir a la recuperación y mejoría de las condiciones de vida de los colombianos isleños, que son nuestra avanzada en ese mundo Caribe multicultural y multilingüe al que por fortuna tenemos acceso gracias a los derechos, y las obligaciones, que allí nos asisten.
Carecemos de experiencia en el manejo del impacto de huracanes. Algo hemos aprendido de la forma de reaccionar ante otro tipo de desastres. En algunas ocasiones lo hemos hecho bien, como parece haber sido en el Eje Cafetero. En otras hemos perdido oportunidades, como la que se presentó hace unos años y que hubiera permitido rediseñar un cuarto de país, con motivo de las inundaciones que afectaron la llanura de nuestra costa atlántica, donde se habría podido establecer todo un sistema armónico de asentamientos humanos, grandes y pequeños, complementarios entre ellos, en ejercicio de equidad territorial, con sentido prospectivo y propósitos de sostenibilidad. En pocas palabras, un adecuado ordenamiento territorial.
Y es que el compromiso con el ordenamiento territorial debe ir mucho más allá de las proclamas y no debe quedar simplemente escrito como mandato de nuestra constitución. A pesar de que, con enorme retraso, ha comenzado a tomar forma en la realidad, se debe convertir en exigencia y factor de impulso del proceso de desarrollo económico y social del país, en cuanto a través de él se va definiendo el destino de cada segmento del territorio, con su gente y sus recursos, la explotación adecuada de su riqueza, la conservación de la naturaleza y la búsqueda del bienestar y la felicidad.
El golpe de la naturaleza en contra de nuestro archipiélago plantea un reto de ordenamiento territorial que pone a prueba la capacidad de nuestro liderazgo. Esto no quiere decir que debamos esperar que una persona, o un gobierno, obre milagros. Pero sí, indudablemente, pronto sabremos si ante este reto contamos, desde la jefatura del Estado, con la capacidad de pensar, obrar y orientar de manera acertada, con visión de largo plazo, esa concertación entre gobierno y comunidad que se hace indispensable para que la tragedia se convierta en oportunidad de solucionar no solamente los problemas que se derivan del paso del huracán, sino de arreglar problemas estructurales y proyectar de una vez una realidad de la Colombia insular que corresponda a las necesidades y oportunidades del Siglo XXI en esa avanzada colombiana en el Caribe, cuyo potencial está por desarrollar.
EL ESPECTADOR 24 de noviembre de 2020
(*) Exembajador de Colombia. Escritor, analista y conferencista. Profesor Titular de Carrera
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3. Inteligencia artificial -IA-
"inteligencia artificial. Programa de computación diseñado para realizar determinadas operaciones que se consideran propias de la inteligencia humana, como el autoaprendizaje" - (definición de Oxford Languages)
Cuántos tipos de Inteligencia Artificial existen y significado de los sistemas artificiales (*)
Del mismo modo que la IA tiene multitud de posibilidades de uso, también las tiene su forma de ser clasificada.
Según los expertos en computación Start Russell y Peter Norving, propusieron identificar los diferentes tipos de IA en sistemas artificiales del siguiente modo:
Tecnología que actúa como una persona.
Son sistemas artificiales capaces de repetir tareas emulando al hombre, tal y como realizan en la actualidad los robots. Son los denominados Sistemas que actúan como humanos.
Tecnología que se comporta y piensa como una persona.
Es un sistema capaz de tomar decisiones, de aprender y de resolver problemas. Lo hace imitando el comportamiento del sistema nervioso de un humano gracias a las Redes Neuronales Artificiales. Se les llama sistemas que piensan como humanos.
Tecnología capaz de razonar en situaciones como lo haría un ser humano.
Aquí es donde se incluyen los denominados Sistemas Expertos. A ellos se les denomina Sistemas que piensan racionalmente.
Tecnología artificial que permite actuar como lo haría una persona.
Este sistema integra a los Agentes Inteligentes. Este tipo de IA fue identificada como organizaciones de “Agente Racional” o “Sistemas que actúan racionalmente“.Con estos softwares se ven los resultados clínicos o los agentes virtuales que analizan patrones en Internet.
Ejemplos de aplicaciones y proyectos de Inteligencia Artificial (*)
Tal vez gran parte de la población no sepa a qué se le llama Inteligencia Artificial, pero se usa desde hace décadas en diferentes sectores laborales y de investigación. No obstante, es en los últimos años en donde están aflorando un mayor número de proyectos con aplicaciones de retos de Inteligencia Artificial en sectores estratégicos.
En más de una ocasión te habrás preguntado cuáles son sus aplicaciones. Si es así, a continuación enumeramos unas categorías de los sectores en los que más influye, para seguido ofrecer en profundidad un gran número de ejemplos y usos de la IA
- Movilidad y transporte
- Ciudades Inteligentes (Smart Citys)
- Chatbots y sector financiero
- Medicina
- Luchas contra el cambio climático
- Videojuegos
- Robots sociales con Inteligencia Artificial
- Asistentes inteligentes como Alexa Echo Dot y Siri de Apple
(*) Fuente: revistaderobots.com - información bajada para PGV
PD: "Inteligencia. Facultad de la mente que permite aprender, entender, razonar, tomar decisiones y formarse una idea determinada de la realidad" - (definición de Oxford Languages)
4. Canción de las simples cosas
fotografía en librosgeniales.com - bajada para PGV
Por Armando Tejada Gómez
Uno se despide insensiblemente de pequeñas cosas...
lo mismo que un árbol que en tiempo de otoño se queda sin hojas ...
Al fin la tristeza es la muerte lenta de las simples cosas,
esas cosas simples que quedan doliendo en el corazón .
Uno vuelve siempre a los viejos sitios donde amó la vida...
y entonces comprende cómo están de ausentes
las cosas queridas .
Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple y a las cosas simples las devora el tiempo.
Demórate aquí, en la luz mayor de este medio día,
donde encontrarás con el pan al sol , la mesa tendida .
Por eso muchacho no partas ahora soñando el regreso,
que el amor es simple, y a las cosas simples las devora el tiempo.
(*) Armando Tejada Gómez, poeta argentino, de Mendoza (1929 - 1992) - autor de varios libros como "Antología de Juan", "Toda la piel de América" y otros - Wikipedia -la encilopedia libre
PD: El texto nos fue enviado gentilmente para PGV, por el Escultor, ideólogo y escritor César Gustavo García.
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4. La última clase de León Haberkorn en la Universidad
Fotografía en https:/www.infobase.com -bajada para PGV
El periodista y académico uruguayo Leonardo Haberkorn renunció a seguir dando clases en la carrera de Comunicación en la universidad ORT de Montevideo, mediante esta carta que conmovió y que conmueve hoy al mundo de la Educación:
"Después de muchos, muchos años, hoy di clase en la universidad por última vez.
Me cansé de pelear contra los celulares, contra WhatsApp y Facebook. Me ganaron. Me rindo. Tiro la toalla.
Me cansé de estar hablando de asuntos que a mí me apasionan ante muchachos que no pueden despegar la vista de un teléfono que no cesa de recibir selfies. Claro, es cierto, no todos son así. Pero cada vez son más.
Hasta hace tres o cuatro años la exhortación a dejar el teléfono de lado durante 90 minutos - aunque solo fuera para no ser maleducados- todavía tenía algún efecto.
Ya no. Puede ser que sea yo, que me haya desgastado demasiado en el combate. O que esté haciendo algo mal.
Pero hay algo cierto: muchos de estos chicos no tienen conciencia de lo ofensivo e hiriente que es lo que hacen. Además, cada vez es más difícil explicar cómo funciona el periodismo ante gente que no lo consume ni le ve sentido a estar informado."
Esta semana en clase salió el tema Venezuela. Solo una estudiante entre 20 pudo decir lo básico del conflicto. Lo muy básico. El resto no tenía ni la más mínima idea.
Les pregunté si sabían qué uruguayo estaba en medio de esa tormenta. Obviamente, ninguno sabía.
Les pregunté si conocían quién es Almagro. Silencio. A las cansadas, desde el fondo del salón, una única chica balbuceó: ¿No era el canciller? "Así con todo.
¿Qué es lo que pasa en Siria? Silencio.
¿Qué partido es más liberal, o está más a la "izquierda" en Estados Unidos, los demócratas o los republicanos? Silencio.
¿Saben quién es Vargas Llosa? ¡Sí!
¿Alguno leyó alguno de sus libros? No, ninguno.
Lamento que los jóvenes no pueden dejar el celular, ni aún en clase. Conectar a gente tan desinformada con el periodismo es complicado. Es como enseñar botánica a alguien que viene de un planeta donde no existen los vegetales.
En un ejercicio en el que debían salir a buscar una noticia a la calle, una estudiante regresó con la noticia de que todavía se venden diarios y revistas en las calles..
Llega un momento en que ser periodista te juega en contra. Porque uno está entrenado en ponerse en los zapatos del otro, cultiva la empatía como herramienta básica de trabajo. Y entonces ve que a estos muchachos -que siguen teniendo la inteligencia, la simpatía y la calidez de siempre- los estafaron, que la culpa no es solo de ellos. Que la incultura, el desinterés y la ajenidad no les nacieron solos.
Que les fueron matando la curiosidad y que, con cada maestra que dejó de corregirles las faltas de ortografía, les enseñaron que todo da más o menos lo mismo.
Entonces, cuando uno comprende que ellos también son víctimas, casi sin darse cuenta va bajando la guardia.
Y lo malo termina siendo aprobado como mediocre; lo mediocre pasa por bueno; y lo bueno, las pocas veces que llega, se celebra como si fuera brillante. No quiero ser parte de ese círculo perverso. Nunca fui así y no lo seré.
Lo que hago, siempre me gustó hacerlo bien. Lo mejor posible. Y no soporto el desinterés ante cada pregunta que hago y se contesta con el silencio. Silencio. Silencio. Silencio.
Ellos querían que terminara la clase. Yo también."
Fuente: este texto fue enviado muy amablemente desde Neiva - Colombia, para PGV por el Admnistrador Público, educador e investigador Orlando Arias Rujana.
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Próxima edición PGV - 29 de noviembre de 2020
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BorrarPerdón Tatiana. Se borró involuntariamente tu buen comentario sobre si confiamos en la vacuna. Personalmente yo confío en las conclusiones y recomendaciones de las universidades que investigan, que respaldan institucionalmente y patentan debidamente esos resultados.
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