3a Entrega: CONOZCA (14) QUIÉN FUE HITLER Por Eduardo Lozano Torres

3a Entrega: CONOZCA (15) Quién fue Hitler

Por Eduardo Lozano Torres

Hitler quedó inmensamente frustrado por la derrota de Alemania en la primera guerra y ahora decía que la vida castrense era lo máximo. Sigamos…

A principios de 1919 (tenía 30 años), Hitler participó en un cursillo para mandos militares intermedios, que se había ideado con el fin de contrarrestar las ideas marxistas que estaban calando en las tropas.

Pronto se ganó el beneplácito de sus superiores por la vehemencia que puso en este curso y su furibundo antisemitismo, que ya era obsesivo.

Un día de septiembre recibió la orden de asistir a una reunión que tendría lugar en una cervecería, del recién creado y poco conocido Partido Obrero Alemán (DAP - Deutsche Arbeiter Partei) fundado por Anton Drexler, para que informara lo que allí se debatía. En esa reunión uno de los asistentes de apellido Baumann, argumentó que Baviera debería separarse de Alemania y anexarse a Austria. Tal idea enfureció a Hitler, quien tajantemente la rechazó en una vibrante intervención con la que acalló a Baumann, quien optó por retirarse. Esto le ganó la simpatía de los asistentes.

Ya empezaba a mostrar sus cualidades oratorias. Drexler quedó impresionado con esta intervención y a los pocos días invitó a Hitler a afiliarse al partido, invitación que aceptó de inmediato, pues vio que allí podría adquirir cierto relieve, dado el escaso nivel cultural de sus miembros.

Pide entonces la baja del ejército para dedicarse - según pensó - a una actividad digna de él. Se dedicó de lleno al Partido, que por entonces solo tenía 54 miembros (él fue el No. 55) y efectivamente pronto se volvió alguien influyente en este pequeño círculo. Ahí tuvo ocasión de hablar varias veces en público y de realizar algunos cambios en el Partido.

En febrero de 1920, ese Partido cambió su nombre por el de Partido Obrero Alemán Nacionalsocialista, que paulatinamente fue abreviándose en “Nacionalsocialista” y luego, coloquialmente en partido Nazi (Nationalsozialistische).Paralelamente fue aumentando el número de miembros y fue perdiendo su original base obrera hasta llegar a tener una mayoría de otros estratos de la sociedad. Hitler fue nombrado Jefe de Propaganda.

Uno de los miembros importantes del partido era el poeta Dietrich Eckart, hombre de gran ascendencia y por quien Hitler pudo conocer a destacados personajes como el general Ludendorff, quien era un ícono de las ideas “nacionalsocialistas” y héroe de la gran masa de inconformes y descontentos. De él, siempre recibió Hitler apoyo a sus ideas. Poco a poco Hitler fue haciendo proselitismo y trayendo al seno de su partido a pequeños burgueses, a descontentos con la guerra, a los resentidos por la desastrosa situación económica y a alemanes radicados en países limítrofes. Es decir, fue formando el caldo de cultivo propicio para que sus ideas hallaran eco.

Hasta ahora, todo esto sucedía en Munich y en abril de ese 1920, el Partido prácticamente ya era manejado por Hitler y contaba ya con algo más de 3000 afiliados. Fue en este año que apareció el emblema de la “Cruz gamada”, que no fue una invención de Hitler, como muchos creen, sino de la dirección del Partido, aunque con su colaboración. Así mismo, surgió el saludo romano y los brazaletes distintivos. Ya el asunto iba tomando forma e importancia.El conocido “Heil Hitler”, apareció diez años más tarde, en 1930, sin mucho entusiasmo al principio.

Photographie en noir et blanc de Adolf Hitler en tournée de propagande en 1923. Il est assis à bord d'une voiture, au premier plan à gauche de l'image
"El partido nazi. Adolf Hitler en una gira propagandística en 1923" (es.wikipedia.org/Putsch_de_Munich)

A mediados de 1921, hubo una división dentro del Partido Nazi porque unos querían que se hicieran alianzas con otros partidos, pero el grupo que lideraba Hitler no estuvo de acuerdo y se opuso férreamente a dar su aprobación a algo que no hubiese sido propuesto por él - ya se empezaban a vislumbrar su egocentrismo y su autoritarismo - Pensó que si esa la propuesta de alianzas era aprobada, quienes llegaran podrían desplazarlo de la Junta Directiva.

Era sin duda, una de esas personas que solo rinden culto a sí mismas y se deleitan acaparando todo. Ante esa situación, Hitler en forma calculada y sagaz, puso de manifiesto los errores cometidos por la dirección del Partido y disgustado, presentó su dimisión. Así jugó al “todo o nada”. Las directivas le pidieron amablemente que reconsiderara la decisión, lo que para él fue un alivio y el indicio de que podía poner condiciones a su regreso, como efectivamente lo hizo, tal como si fuese un avezado político.

Fueron dos sus condiciones: 1- Que no se cambiara la sede ni la denominación, ni el programa del Partido. 2 - Que se le otorgara el puesto supremo del partido con “poderes dictatoriales”. Para sorpresa suya y para desgracia de Alemania y del mundo, le fueron aceptadas. Así quedó un “don nadie” sin méritos, como jefe supremo del Parido Nacionalsocialista y el periódico oficial del Partido “Volkischer Beobachter” (El observador del pueblo), designó a Adolf Hitler, entonces de 32 años, como Führer del Partido. Y digo que un “don nadie”, porque carecía de linaje, de nombre, de una figura arrolladora, de estudios, de cultura, de capital, de grandes influencias y de prensa que lo apoyara.

Llegó hasta aquí solo gracias a su palabra, o mejor, a su verborrea nacionalista, antisemita y antimarxista, pronunciada con vehemencia y marcado histrionismo, ante un auditorio crédulo, ingenuo, ignorante y además, en una época en la que las circunstancias de postguerra (perdida por Alemania) le favorecieron.

Ese discurso en tono encendido, vibrante y golpes en la mesa, pronunciado en muchas cervecerías, le garantizó una relevancia rápida como hombre político. (Continúa en CONOZCA 16) ¡Hasta pronto!

Bundesarchiv Bild 119-1486, Hitler-Putsch, München, Marienplatz.jpg
Marienplatz de Munich durante el Putsch 8-9 nov/1923. (es.wikipedia. org - enciclopedia libre).

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